'Público'
reproduce las claves por las que es cuanto menos razonable dudar de que
el escrito de la Fiscalía puede sostener la acusación de delitos
terroristas y los 50 años de prisión para seis de
los ocho acusado.
1. Protagonismo de ETA en todo el escrito
2. Los informes iniciales no hablan de terrorismo y el encuentro fue casual
3. El atentado a la autoridad no excede los cinco años de prisión
4. Proporcionalidad
5. Criminalización de actos permitidos y archivados por la Audiencia
6. Trampas a la defensa
"Cuanto menos es discutible que se pueda hablar de terrorismo", dice el más moderado de los expertos en Código Penal consultados por
Público sobre el escrito de acusación de la Fiscalía de la
Audiencia Nacional en el caso de la agresión a dos guardias civiles en
Altsasu. El resto de los contactados utilizan expresiones como
"disparate" o "aberración jurídica" para describir el escrito
de
la Fiscalía que pide para seis de los acusados 50 años de cárcel, 62 para otro y 12 para la última imputada
en concepto de "amenazas terroristas". Otros, como el eurodiputado Josu
Juaristi, consideran que tan solo hace falta recurrir al sentido común
para
entender que un tobillo roto en un enfrentamiento a las 5 de la mañana
en un bar no puede acarrear 50 años de cárcel.
No son los únicos que piensan así. La Audiencia Provincial de Navarra también entendió que los hechos denunciados
no eran objeto de delitos terroristas. Los magistrados
argumentaron que no había "indicios suficientes" de que lo sucedido el
15 de octubre del año pasado en Altsasu fuera enjuiciable como delito de
terrorismo.
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A continuación, Público reproduce
las claves por las que es cuanto menos razonable dudar de que el
escrito de la Fiscalía puede sostener la acusación de delitos
terroristas y los 50 años de prisión para seis de los ocho acusados.
En este caso, y tratándose de una excepción, sólo atribuimos las declaraciones textuales de la jurista Isabel Elbal. Los otros tres juristas contactados han preferido mantener el anonimato por diferentes motivos.
1. Protagonismo de ETA en todo el escrito
El escrito de acusación de la
Fiscalía, en el apartado de hechos, incluye en su primer párrafo "a lo
largo de los años" se ha "imbuido" en Navarra "un sentimiento de odio
hacia la Guardia Civil que fue liderado por el denominado
Movimiento de Liberación Nacional Vasco, impulsado desde sus
comienzos por la organización terrorista ETA y que ha continuado hasta
nuestros días". A partir de ahí, el escrito recorre desde 1976 hasta la
actualidad para terminar contextualizando los
hechos enjuiciados.
Esto es especialmente
significativo porque los acusados no forman ni han formado parte de la
organización terrorista. Tampoco están acusados de ello ni ETA está
llamada a estar presente en el juicio. En todo caso, se les puede
atribuir
una coincidencia con ETA en cuanto al deseo de que la Guardia Civil
esté fuera de Euskadi o en el deseo de la independencia. Sin embargo,
hasta la fecha, nadie se convierte en terrorista por compartir objetivos
con una organización terrorista.
"La Fiscalía habla del entorno de ETA cuando ETA está desactivada
y no está acreditada la vinculación de ninguno de los acusados con la
organización terrorista. Me llama la atención que emplee tanto esfuerzo
en un contexto
en el que el protagonista es ETA cuando no está en el juicio ni llamada
a declarar ni nada. Se habla del entorno de un cascarón vacío", señala
Isabel Elbal, profesora de Derecho procesal penal en el Centro de
Estudios del Colegio de Abogados de Madrid, que
también resalta que el escrito menciona a colectivos y plataformas sin
demostrar la pertenencia a ETA ni de las asociaciones ni de los
acusados.
2. Los informes iniciales no hablan de terrorismo y el encuentro fue casual
Tres de los expertos
consultados destacan la evolución que ha tenido la consideración de los
hechos. Así, recuerdan que la Audiencia Provincial de Navarra entre los
argumentos esgrimió como argumento a su favor que los informes iniciales
de la Policía Foral y la Guardia Civil no atribuían carácter terrorista
a los tres posibles delitos que se manejan: lesiones, atentado a la
autoridad y de odio. Fue, por tanto, tiempo después cuando se abrieron
diligencias por presuntos delitos de terrorismo.
Asimismo, cabe destacar que de
la descripción de hechos que realiza la Fiscalía se entiende que los
altercados fueron casuales. Las víctimas llevaban un rato en el local
cuando comenzaron los improperios contra ellos, por lo que
no hay indicios de que se trate de un acto organizado.
3. El atentado a la autoridad no excede los cinco años de prisión
El delito de terrorismo, tal y
como está recogido actualmente en el Código Penal, exige la comisión de
un delito grave, que está tipificado por el propio Código, y
que además este dicho tenga por objeto “obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo” o para “provocar un estado de terror en la población o en parte de ella” (en concreto, en los Guardias Civiles destinados en la localidad).
que además este dicho tenga por objeto “obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo” o para “provocar un estado de terror en la población o en parte de ella” (en concreto, en los Guardias Civiles destinados en la localidad).
En el caso de Altsasu no se cumple la primera premisa (que sea un delito grave) ya que
ni el delito de atentado ni el de lesiones tienen una pena superior a los cinco años de prisión,
que es lo que establece el Código Penal para considerar un delito como
grave. Sí que es cierto, no obstante, que sería posible que el fiscal
interpretara
otros factores para aducir un incremento en la pena. En este sentido,
uno de los expertos consultados por Público sí que llama la actuación
sobre el hecho de que "la actual redacción del Código penal exacerbar
las penas".
4. Proporcionalidad
Este ha sido el argumento que han esgrimido, principalmente,
los 52 diputados del Parlamento Europeo, de cuatro partidos
diferentes, que han pedido a la Comisión Europea que intervenga a favor
de los acusados. Los europarlamentarios señalan que la Carta Europea de
los Derechos Fundamentales, especialmente los artículos
20, 47 y 49.3, establecen que "la severidad de las penas no pueden ser desproporcional al delito".
En este caso, la pena que ha solicitado la Fiscalía por las agresiones
que provocaron la rotura de un tobillo de un agente de la Guardia Civil
es de 50
años de prisión por lesiones terroristas para seis de los ocho
acusados. Para otro acusado, se eleva la petición a 62 años y medio al
añadir un delito de amenaza terrorista y para la octava imputada se
piden 12 años y medio por amenazas con carácter terrorista.
5. Criminalización de actos permitidos y archivados por la Audiencia
En la descripción de los
hechos, apartado segundo, que contextualiza la agresión en el marco
concreto de Altsasu, el Fiscal realiza una relación de un buen número de
actos celebrados en Altsasu en el último año. Entre ellos, se
incluye la celebración de la Ospa Eguna o Día de la huída. Llama la
atención la inclusión de esta celebración, autorizada por los diferentes
consistorios de Altsasu, como contextualización o premisa de las
agresiones a dos guardias civiles. La propia Audiencia
Nacional, de hecho, archivó el año pasado una denuncia de la Asociación
de Víctimas del Terrorismo contra este acto.
"El fiscal no dice en ningún momento que los actos que describe hubiesen sido objeto de delito.
Si así fuera, seguro que lo incluiría. Me llama la atención que utilice
estos actos, que no fueron objeto de investigación penal
porque no constituían delitos, como premisa para contextualizar que la
agresión se trata de un delito de terrorismo", dice la jurista Isabel
Elbal.
6. Trampas a la defensa
Para finalizar, cabe destacar
lo que varias de las personas contactadas por Público han destacado: las
'trampas' la defensa de cara a preparar el próximo juicio. El principal
handicap que la Fiscalía ha preparado es señalar que
alrededor de las personas implicadas en la pelea había un importante
número de gente y que incluso alguno de ellos se sumó en algún momento y
propinó algún golpe a una de las víctimas por la espalda. El escrito,
además, señala que nadie hizo nada por ayudar
a los guardias civiles. Esta apreciación del Fiscal ha sido considerada
por al menos dos de los expertos consultados por
Público como una 'trampa' a la defensa ya que cuando trate de
aportar testigos de la escena, se les requerirá una deducción de
testimonio para tratar de dilucidar si fue uno de los integrantes del
tumulto que presuntamente participaron.
Por otro lado, un experto
destaca que "no es casual" que la Fiscalía pida que las víctimas, los
dos guardias civiles, declaren en el juicio "con carácter semi-oculto,
estando únicamente presente el tribunal, sin que se tomen imágenes
ni sonido de la declaración. En opinión de Isabel Elbal, este tipo de
garantías
buscan "predisponer" al Tribunal de que se encuentra ante delitos de terrorismo.
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