6.23.2019

La Cotorra de la Vall: La darrer missa d'en Josep de Sant Pere

La Cotorra de la Vall: La darrer missa d'en Josep de Sant Pere: El dissabte dia 25 de setembre del 2010 ha d'estar un dia històric en la comunitat cristiana de l'església de Sant Pere. Eixe dia a...

6.13.2019

Los ganadores y perdedores de una larga noche electoral Ignacio Escolar (El pulpito Laico)

El PSOE de Pedro Sánchez es el gran vencedor de la noche. Gana ampliamente las elecciones europeas, las municipales y las autonómicas. Logra mayorías absolutas en Castilla-La Mancha y en Extremadura. Aumenta su mayoría en todas las comunidades donde ya gobernaba salvo Aragón, que aún está en duda. Es primera fuerza hasta en Murcia y probablemente también presidirá Canarias, Navarra y hasta La Rioja, donde el PP mandaba desde hace un cuarto de siglo. Pedro Sánchez le ha dado la vuelta a un escenario electoral que nadie podía imaginar así hace no tanto. El PSOE se coloca en una posición de claro liderazgo en la política española, frente a una derecha dividida y también frente a su izquierda, Unidas Podemos, que vuelve a caer hasta nuevos mínimos.


El PP de Pablo Casado salva los muebles, a pesar de que cae respecto a las anteriores europeas, autonómicas y municipales. Mantiene la joya de la corona, la Comunidad de Madrid, y recupera la guinda: el ayuntamiento de la capital. Lo hará como en Andalucía: con una “alianza de perdedores” –como llamaba a los pactos parlamentarios hace no tanto–, con menos escaños y votos de los que ha tenido nunca y con la ultraderecha de Vox como socio imprescindible de Gobierno. Pero el PP se mantiene como primera fuerza de la derecha, sube en porcentaje en las europeas respecto a las generales de hace un mes y le gana por un amplio margen a su principal rival, Ciudadanos.
Para Casado, el resultado es lo bastante bueno como para que pueda aguantar, al menos por un tiempo. Sus dos apuestas más personales –Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida– son dos de los vencedores de la noche, aunque gobernarán con menos concejales y escaños de los que nunca antes ha tenido el PP en Madrid.
Casado también gana en la pelea interna. Su principal rival, Alberto Núñez Feijóo, ha salido trasquilado: el PP gallego no gobernará en ninguna de las ciudades importantes. De repetirse este resultado en las autonómicas, la izquierda gobernaría en Galicia.
El partido de Albert Rivera, Ciudadanos, se estrella en su estrategia de superar al PP y convertirse en el nuevo líder de la derecha. No lo ha conseguido ni en las europeas ni en una sola de las autonomías ni tampoco en ninguna ciudad relevante. Ni siquiera logran el sorpaso en la Asamblea Madrid, donde confiaban en ser primera fuerza de la derecha y lo fueron en las últimas generales. Será socio de Gobierno en todas las administraciones del PP, pero en un papel subalterno que, además, tendrá que compartir con la extrema derecha.
Vox logra un resultado aún peor que el de las generales, pero serán socios de gobierno del PP en las autonomías de Madrid y Murcia y en todas las ciudades importantes, para desgracia de sus ciudadanos. Respecto a las generales, en las europeas Vox se deja en porcentaje más de un tercio de sus votos y la mayoría de ellos vuelven al PP. Entra en el parlamento europeo con tres escaños. En comparación con otros países europeos, la ultraderechita española es muy pequeña.
En Catalunya, la lista de Carles Puigdemont le gana a la de Oriol Junqueras, tras la victoria de ERC sobre JxCAT en las generales de hace un mes. ERC sin embargo se lleva una de las batallas más disputadas: la alcaldía de Barcelona, que pierde Ada Colau por la mínima. Y pese a la victoria simbólica de Puigdemont, la antigua Convergencia se lleva una gran derrota en las municipales.
Tres de los encausados en el juicio del procés van a ser europarlamentarios, algo que el Tribunal Supremo no va a poder resolver con el Parlamento Europeo tan fácilmente como ha ocurrido con la mesa del Congreso de los Diputados.
Unidas Podemos sufre un descalabro importante. La posición de Pablo Iglesias para negociar un gobierno con Pedro Sánchez es hoy más débil que antes de las elecciones. Pierde todas las alcaldías del cambio salvo Cádiz –donde Kichi se queda al borde de la mayoría absoluta– y, en el caso de IU, la de Zamora, –donde Francisco Guarido gobernará en solitario y por un margen muy amplio–.
En las autonómicas, el retroceso generalizado de las candidaturas de Unidas Podemos es aún más relevante, y no solo por su fractura en Madrid. Pasa de 10 a 1 escaños en Castilla y León. De 6 a 4 en Extremadura. De 9 a 4 en Asturias. De 6 a 2 en Murcia. De 14 a 5 en Aragón. De 3 a 0 en Cantabria. De 3 a 0 en Castilla-La Mancha. De 10 a 6 en Baleares. De 7 a 4 en Canarias. De 7 a 2 en Navarra. De 4 a 2 en La Rioja. De 27 a 7 en Madrid, donde todos los diputados autonómicos que pierde Unidas Podemos con Isa Serra los gana Iñigo Errejón con Más Madrid.
En Madrid, el desastre para la izquierda es mayúsculo. Manuela Carmena es la más votada, pero pierde la alcaldía frente al tripartito de la derecha. La candidatura de Carlos Sánchez Mato, en la que Pablo Iglesias se volcó en los últimos días, se queda muy por debajo del 5% mínimo. No ha sido una sorpresa: era el resultado que pronosticaban absolutamente todas las encuestas, que en la irrelevancia de Madrid en Pie no han fallado.
En la Asamblea de Madrid, la lista de Isa Serra se queda por detrás de Vox, con un tercio de los votos que obtiene Iñigo Errejón con Más Madrid. El ex número dos de Podemos no logra su principal objetivo: gobernar en la Comunidad de Madrid. Pero sí derrota ampliamente a la lista de su antigua formación, que ha estado a apenas medio punto de ser extraparlamentaria en la Asamblea de Madrid. Hace solo un mes, las encuestas daban a Unidas Podemos ampliamente por delante.
Pese a no gobernar, los resultados de Más Madrid, de Carmena y Errejón, contrastan con el retroceso mucho más amplio y generalizado de Podemos y las antiguas confluencias en la mayor parte de España, con las contadas excepciones de Zamora y Cádiz.
Para Pablo Iglesias, la única buena noticia es que se demuestra empíricamente hasta qué punto su campaña y su candidatura salvó los muebles de su partido en las generales. Entre el 28A y el 26M, en apenas un mes sin él como candidato, Unidas Podemos ha pasado del 14% a menos del 10%. 
En las europeas, Unidas Podemos se ha quedado en un porcentaje ligeramente menor al que sacó la lista de La Izquierda Plural de Willy Meyer en 2014: apenas el 10%. Hace cinco años, en esas europeas, entre Podemos e IU sumaban el 18%.

POEMA A JOSEP LLUÍS BAUSSET (Vicent Moreno i Mira)

POEMA A JOSEP LLUIS BAUSSET

Quan el vostre exemple fructifique
sobre l’erm inconscient de la terra captiva
arribarà un temps en que el poble- el vostre poble
esbandirà les pors ancestrals filles del vassallatge

I la divulgació del vostre exemple
 fulminarà l’innoble metall del jou imposat,
segarà la gran gàbia “indissoluble”
i arriarà banderes impostores

El mateix exemple que vos dimaneu
farà brollar l’aigua neta de les fonts primeres
i omplirà els cànters oblidats de la memòria
companya inseparable de la dignitat

 Aleshores, restaurada l’excel·lència perduda
el poble collirà el seu blat, traçarà el seu destí,
escriurà la seua història i serà capaç d’estimar
i agrair l’exemple generós de la vostra conducta

Vicent Moreno i Mira

6.09.2019

DOMINGO DE PENTECOSTÉS Domingo 8 Pascua C 2019-06-09, de José Luis Sicre (d'un correu)


DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Domingo 8 Pascua C 2019-06-09

Cuenta el libro de los Hechos de los Apóstoles que Pablo encontró cierta vez en Éfeso un grupo de cristianos desconocidos. Algo debió de resultarle raro porque les preguntó: “¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando comenzasteis a creer?” La respuesta fue rotunda: “Ni siquiera hemos oído que hay un Espíritu Santo”. Si Pablo nos hiciera hoy la misma pregunta, muchos cristianos deberían responder: “Sé desde niño que existe el Espíritu Santo. Pero no sé para qué sirve, no influye nada en mi vida. A mí me basta con Dios y con Jesús”. Esta respuesta sería sincera, pero equivocada. Las palabras que acaba de pronunciar las ha dicho impulsado por el Espíritu Santo. Tiene más influjo en su vida de lo que él imagina. Y esto lo sabemos gracias a las discusiones y peleas entre los cristianos de Corinto.

Segunda lectura: La importancia del Espíritu (1 Corintios 12,3b-7.12-13)

Los corintios eran especialistas en crear conflictos. Una suerte para nosotros, porque gracias a sus discusiones tenemos las dos cartas que Pablo les escribió. La que originó la lectura de hoy no queda clara, porque el texto, para no perder la costumbre, ha sido mutilado. Quien se toma la pequeña molestia de leer el capítulo 12 de la Primera carta a los Corintios, advierte cuál es el problema: algunos se consideran superiores a los demás y no valoran lo que hacen los otros. Con una imagen moderna, es como si un arquitecto despreciase, y considerase inútiles, al delineante que elabora los planos, al informático que trabaja en el ordenador, al capataz que dirige la obra y, sobre todo, a los obreros que se juegan a veces la vida en lo alto del andamio.
La sección suprimida en la lectura (versículos 8-11) describe la situación en Corinto. Unos se precian de hablar muy bien en las asambleas; otros, de saber todo lo importante; algunos destacan por su fe; otros consiguen realizar curaciones, y hay quien incluso hace milagros; los más conflictivos son los que presumen de hablar con Dios en lenguas extrañas, que nadie entiende, y los que se consideran capaces de interpretar lo que dicen.
Pablo comienza por la base. Hay algo que los une a todos ellos: la fe en Jesús, confesarlo como Señor, aunque el César romano reivindique para sí este título. Y eso lo hacen gracias al Espíritu Santo. Esta unidad no excluye diversidad de dones espirituales, actividades y funciones. Pero en la diversidad deben ver la acción del Espíritu, de Jesús y de Dios Padre. A continuación de esta fórmula casi trinitaria, insiste en que es el Espíritu quien se manifiesta en esos dones, actividades y funciones, que concede a cada uno con vistas al bien común.
Además, el Espíritu no solo entrega sus dones, también une a los cristianos. Gracias al él, en la comunidad no hay diferencias motivadas por el origen (judíos - griegos) ni por las clases sociales (esclavos - libres). En la carta a los Gálatas dirá Pablo que también elimina las diferencias basadas en el género (varones - mujeres). Hoy día somos especialmente sensibles a la diferencia de género. No podemos imaginar lo que suponía en el siglo I las diferencias entre un esclavo (por más cultura que tuviese) y un ciudadano libre, ni entre un cristiano de origen judío (algunos se consideraban lo mejor de lo mejor) y un cristiano de origen pagano, recién bautizado (para algunos, un advenedizo). [Solo hay un tema en el que ha fracasado el Espíritu: en unir a independentistas y nacionalistas].
En definitiva, todo lo que somos y tenemos es fruto del Espíritu, porque es la forma en que Jesús resucitado sigue presente entre nosotros.

¿Cómo comenzó la historia? Dos versiones muy distintas.

            Si a un cristiano con mediana formación religiosa le preguntan cómo y cuándo vino por vez primera el Espíritu Santo, lo más probable es que haga referencia al día de Pentecostés. Y si tiene cierta cultura artística, recordará el cuadro de El Greco, aunque quizá no haya advertido que, junto a la Virgen, está María Magdalena, representando al resto de la comunidad cristiana (ciento veinte personas según Lucas).
            Pero hay otra versión muy distinta: la del evangelio de Juan.

Primera lectura: La versión de Lucas (Hechos de los apóstoles 2,1-11)

            Lucas es un entusiasta del Espíritu Santo. Ha estudiado la difusión del cristianismo desde Jerusalén hasta Roma, pasando por Siria, la actual Turquía y Grecia. Conoce los sacrificios y esfuerzos de los misioneros, que se han expuesto a bandidos, animales feroces, viajes interminables, naufragios, enemistades de los judíos y de los paganos, para propagar el evangelio. ¿De dónde han sacado fuerza y luz?  ¿Quién les ha enseñado a expresarse en lenguas tan diversas? Para Lucas, la respuesta es clara: todo eso es don del Espíritu.
            Por eso, cuando escribe el libro de los Hechos, desea inculcar que su venida no es solo una experiencia personal y privada, sino de toda la comunidad. Algo que se prepara con un largo período (¡cincuenta días!) de oración, y que acontecerá en un momento solemne, en la segunda de las tres grandes fiestas judías: Pentecostés. Lo curioso es que esta fiesta se celebra para dar gracias a Dios por la cosecha del trigo, inculcando al mismo tiempo la obligación de compartir los frutos de la tierra con los más débiles (esclavos, esclavas, levitas, emigrantes, huérfanos y viudas).
            En este caso, quien empieza a compartir es Dios, que envía el mayor regalo posible: su Espíritu. El relato de Lucas contiene dos escenas (dentro y fuera de la casa), relacionadas por el ruido de una especie de viento impetuoso[1].
            Dentro de la casa, el ruido va acompañado de la aparición de unas lenguas de fuego que se sitúan sobre cada uno de los presentes. Sigue la venida del Espíritu y el don de hablar en distintas lenguas. ¿Qué dicen? Lo sabremos al final.
            Fuera de la casa, el ruido (o la voz de la comunidad) hace que se congregue una multitud de judíos de todas partes del mundo. Aunque Lucas no lo dice expresamente, se supone que la comunidad ha salido de la casa y todos los oyen hablar en su propia lengua. Desde un punto de vista histórico, la escena es irreal. ¿Cómo puede saber un elamita que un parto o un medo está escuchando cada uno su idioma? Pero la escena simboliza una realidad histórica: el evangelio se ha extendido por regiones tan distintas como Mesopotamia, Judea, Capadocia, Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, Libia y Cirene, y sus habitantes han escuchado su proclamación en su propia lengua. Este “milagro” lo han repetido miles de misioneros a lo largo de siglos, también con la ayuda del Espíritu. Porque él no viene solo a cohesionar a la comunidad internamente, también la lanza hacia fuera para que proclame «las maravillas de Dios».

Evangelio: La versión de Juan 20, 19-23

            Muy distinta es la versión que ofrece el cuarto evangelio. En este breve pasaje podemos distinguir cuatro momentos: el saludo, la confirmación de que es Jesús quien se aparece, el envío y el don del Espíritu.
El saludo es el habitual entre los judíos: “La paz esté con vosotros”. Pero en este caso no se trata de pura fórmula, porque los discípulos, muertos de miedo a los judíos, están muy necesitados de paz.
Ese paz se la concede la presencia de Jesús, algo que parece imposible, porque las puertas están cerradas. Al mostrarles las manos y los pies, confirma que es realmente él. Los signos del sufrimiento y la muerte, los pies y manos atravesados por los clavos, se convierten en signo de salvación, y los discípulos se llenan de alegría.
Todo podría haber terminado aquí, con la paz y la alegría que sustituyen al miedo. Sin embargo, en los relatos de apariciones nunca falta un elemento esencial: la misión. Una misión que culmina el plan de Dios: el Padre envió a Jesús, Jesús envía a los apóstoles. [Dada la escasez actual de vocaciones sacerdotales y religiosas, no es mal momento para recordar otro pasaje de Juan, donde Jesús dice: “Rogad al Señor de la mies que  envíe operarios a su mies”].
El final lo constituye una acción sorprendente: Jesús sopla sobre los discípulos. No dice el evangelistas si lo hace sobre todos en conjunto o lo hace uno a uno. Ese detalle carece de importancia. Lo importante es el simbolismo. En hebreo, la palabra ruaj puede significar “viento” y “espíritu”. Jesús, al soplar (que recuerda al viento) infunde el Espíritu Santo. Este don está estrechamente vinculado con la misión que acaban de encomendarles. A lo largo de su actividad, los apóstoles entrarán en contacto con numerosas personas; entre las que deseen hacerse cristianas habrá que distinguir entre quiénes pueden aceptadas en la comunidad (perdonándoles los pecados) y quiénes no, al menos temporalmente (reteniéndoles los pecados).

Resumen

            Estas breves ideas dejan clara la importancia esencial del Espíritu en la vida de cada cristiano y de la Iglesia. El lenguaje posterior de la teología, con el deseo de profundizar en el misterio, ha contribuido a alejar al pueblo cristiano de esta experiencia fundamental. En cambio, la preciosa Secuencia de la misa ayuda a rescatarla. Hoy es buen momento para pensar en lo que hemos recibido del Espíritu y lo que podemos pedirle que más necesitemos.

El don de lenguas

«Y empezaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse». El primer problema consiste en saber si se trata de lenguas habladas en otras partes del mundo, o de lenguas extrañas, misteriosas, que nadie conoce. En este relato es claro que se trata de lenguas habladas en otros sitios. Los judíos presentes dicen que «cada uno los oye hablar en su lengua nativa». Pero esta interpretación no es válida para los casos posteriores del centurión Cornelio y de los discípulos de Éfeso. Aunque algunos autores se niegan a distinguir dos fenómenos, parece que nos encontramos ante dos hechos distintos: hablar idiomas extranjeros y hablar «lenguas extrañas» (lo que Pablo llamará «las lenguas de los ángeles»).
El primero es fácil de racionalizar. Los primeros misioneros cristianos debieron enfrentarse al mismo problema que tantos otros misioneros a lo largo de la historia: aprender lenguas desconocidas para transmitir el mensaje de Jesús. Este hecho, siempre difícil, sobre todo cuando no existen gramáticas ni escuelas de idiomas, es algo que parece impresionar a Lucas y que desea recoger como un don especial del Espíritu, presentando como un milagro inicial lo que sería fruto de mucho esfuerzo.
El segundo fenómeno es más complejo. Lo conocemos a través de la primera carta de Pablo a los Corintios. En aquella comunidad, que era la más exótica de las fundadas por él, algunos tenían este don, que consideraban superior a cualquier otro. En la base de este fenómeno podría estar la conciencia de que cualquier idioma es pobrísimo a la hora de hablar de Dios y de alabarlo. Faltan las palabras. Y se recurre a sonidos extraños, incomprensibles para los demás, que intentan expresar los sentimientos más hondos, en una línea de experiencia mística. Por eso hace falta alguien que traduzca el contenido, como ocurría en Corinto. (Creo que este fenómeno, curiosamente atestiguado en Grecia, podría ponerse en relación con la tradición del oráculo de Delfos, donde la Pitia habla un lenguaje ininteligible que es interpretado por el “profeta”).
Sin embargo, no es claro que esta interpretación tan teológica y profunda sea la única posible. En ciertos grupos carismáticos actuales hay personas que siguen «hablando en lenguas»; un observador imparcial me comunica que lo interpretan como pura emisión de sonidos extraños, sin ningún contenido. Esto se presta a convertirse en un auténtico galimatías, como indica Pablo a los Corintios. No sirve de nada a los presentes, y si viene algún no creyente, pensará que todos están locos.

José Luis Sicre


[1] Es lo que sugiere el texto litúrgico, que traduce ruido en los dos casos. El texto griego usa dos palabras distintas: “ruido” (h=coj) y “voz” (fwnh,). Cabe pensar que el ruido del viento se escucha solo en la casa, y lo que hace que la gente se reúna es la voz de la comunidad cristiana que alaba a Dios.

EL ESPÍRITU ES DE TODOS(Jn 20,19-23) Pentecostés 2019-06-09 (d'un correu)


EL ESPÍRITU ES DE TODOS(Jn 20,19-23)
Pentecostés 2019-06-09

Nuestra vida está hecha de múltiples experiencias. Gozos y sinsabores, logros y fracasos, luces y sombras van entretejiendo nuestro vivir diario llenándonos de vida o agobiando nuestro corazón.

Pero con frecuencia no somos capaces de percibir todo lo que hay en nosotros mismos. Lo que captamos con nuestra conciencia es solo una pequeña isla en el mar mucho más amplio y profundo de nuestra vida. A veces, se nos escapa, incluso, lo más esencial y decisivo.

En su precioso libro Experiencia espiritual, K. Rahner nos ha recordado con vigor esa «experiencia» radicalmente diferente que se da siempre en nosotros, aunque pase muchas veces desapercibida: la presencia viva del Espíritu de Dios que trabaja desde dentro nuestro ser.

Una experiencia que queda, casi siempre, como encubierta por otras muchas que ocupan nuestro tiempo y nuestra atención. Una presencia que queda como reprimida y oculta bajo otras impresiones y preocupaciones que se apoderan de nuestro corazón.

Casi siempre nos parece que lo grande y gratuito tiene que ser siempre algo poco frecuente, pero, cuando se trata de Dios, no es así. Ha habido en ciertos sectores del cristianismo una tendencia a considerar esa presencia viva del Espíritu como algo reservado más bien a personas elegidas y selectas. Una experiencia propia de creyentes privilegiados.

Rahner nos ha recordado que el Espíritu de Dios está siempre vivo en el corazón del ser humano pues el Espíritu es sencillamente la comunicación del mismo Dios en lo más íntimo de nuestra existencia. Ese Espíritu de Dios se comunica y regala, incluso, allí donde aparentemente no pasa nada. Allí donde se acepta la vida y se cumple con sencillez la obligación pesada de cada día.

El Espíritu de Dios sigue trabajando silenciosamente en el corazón de la gente normal y sencilla, en contraste con el orgullo y las pretensiones de quienes se sienten en posesión del Espíritu.

La fiesta de Pentecostés es una invitación a buscar esa presencia del Espíritu de Dios en todos nosotros, no para presentarla como un trofeo que poseemos frente a otros que no han sido elegidos, sino para acoger a ese Dios que está en la fuente de toda vida, por muy pequeña y pobre que nos pueda parecer a nosotros.

El Espíritu de Dios es de todos, porque el Amor inmenso de Dios no puede olvidar ninguna lágrima, ningún gemido ni anhelo que brota del corazón de sus hijos e hijas.

Jose Antonio Pagola

6.03.2019

Carta al Gobierno Valenciano, de Josep Miquel Bausset, OSB (RELIGIÓN DIGITAL, 31/05/2019)

Muy Honorable Presidente o Presidenta de la Generalitat del País Valenciano

Muy Honorables Consellers y Conselleres

En esta nueva etapa en el autogobierno que comenzará en el País Valenciano quiero dirigirme a ustedes para animarlos a trabajar por un País Valenciano basado en la justicia, en la libertad y en la fraternidad. Un País donde nunca los más fuertes no abusen ni pisoteen a los más débiles y donde por medio de la justicia, reine la libertad y el entendimiento entre los valencianos.

Querría que su trabajo estuviese encaminado a acabar con el hambre, sobre todo el de nuestros niños. Quiero que se esfuercen más y más para que nuestros pequeños puedan crecer en libertad y de esta manera puedan llegar a ser hombres y mujeres libres.

Quiero que ustedes sean sensibles al grito, muchas veces desesperado de los desamparados y también a las necesidades de las personas más vulnerables de  nuestra sociedad.
El govern valenciano
Quiero que trabajen para que la naturaleza sea respetada y protegida, que cuiden el medio ambiente, y que sean sensibles a los problemas de los agricultores, siempre los últimos en todo.

Quiero que trabajen para acabar con el paro y para que nuestros jóvenes, que están fuera de nuestro País, con un trabajo precario, puedan volver a nuestra tierra.

Quiero también que intenten acabar con los desahucios y que el derecho a la vivienda y a un hogar digno, sea un derecho respetado por todos, como manda la Constitución.

Quiero que trabajen para hacer posible un diálogo entre el Gobierno y los bancos y demás entidades financieras. Que comprendan los bancos que, en medio de una crisis brutal, ellos que han sido rescatados con el dinero de todos, ahora es el momento de ayudar a los más desvalidos, que no les pisoteen.

Quiero que ustedes, como nuevo gobierno del País Valenciano, en su noble servicio a los ciudadanos, como hombres y mujeres llamados a desempeñar un cargo público, sean honrados, que rechacen cualquier tentación para no caer en la corrupción y en el soborno, que no se dejen llevar nunca por el fraude y por la mentira. Y que se preocupen, de verdad, por el bien de los ciudadanos.
Ximo Puig y Mónica Oltra
Quiero que trabajen para normalizar nuestra lengua. Que sea respetada y que se acabe la discriminación lingüística que padecemos los valencianos. Que nuestro niños y jóvenes puedan estudiar en valenciano, sin las barreras y las dificultades que ponían otros gobiernos.

Quiero que sean sensibles a los inmigrantes y a los refugiados que huyen del hambre y de la muerte, alejando de la sociedad valenciana la intolerancia y el fundamentalismo, que son contrarios al mandamiento del amor fraterno.

Quiero también que trabajen incansablemente por una sanidad universal y de calidad y por unos servicios sociales y una enseñanza al alcance de todos, sin los recortes inmorales que sufrimos anteriormente, sin las listas de espera escandalosas en los hospitales.

Quiero que tengan una especial sensibilidad por los más desvalidos, que los enfermos dependientes sean atendidos con eficacia y que los pensionistas puedan vivir con dignidad y no con la pensión de miseria que cobran muchos de ellos.

Quiero que los niños (sobre todo los más necesitados) tengan más becas para libros y para comedores y que nadie se vea excluido de la enseñanza por carecer de medios económicos.
Quiero que trabajen por acabar con el racismo, la xenofobia y cualquier tipo de ideología totalitaria, que no hacen sino degradar la humanidad.
Quiero que ustedes tengan un sueldo digno, sí, pero que no sea abusivo y que sean ejemplos de sobriedad, de austeridad y de solicitud por las personas que más padecen.

Quiero que el Gobierno Valenciano tenga una administración más sencilla y más austera, y a la vez, funcional, eficaz y más práctica, sin tantos asesores, ni aduladores. 

También quiero que el Gobierno del País Valenciano que pronto se formará, esté bien cohesionado, sin recelos ni desconfianzas entre sus miembros, dispuestos a trabajar conjuntamente y con generosidad, sin insultos ni zancadillas.

Seguro que si trabajan por todo eso y por muchas otras cosas que me he dejado en el tintero, los valencianos agradeceremos el esfuerzo de nuestro gobierno, que ha de servir, más que mandar.