5.30.2008

MÉS ARTICLES


En consonància, un poquet, amb el que escric a l'altre bloc (de vilaweb.cat) us vull penjar dos articles que, al meu entendre, retraten molt bé el que passa, ja ara, a la ciutat de la Fórmula 1... llegiu, llegiu...

Una nueva posguerra


JULIO A. MÁÑEZ
EL PAÍS - 29-05-2008

Basta con darse un paseo por las calles más o menos periféricas de Valencia para darse de bruces con multitud de demandas de empleo pegadas a troncos de árbol, farolas y fachadas de edificios. Las hay de todas clases, desde universitarios en paro que se ofrecen para todo tipo de clases particulares hasta de albañiles prejubilados que se postulan para realizar con habilidad y a bajo coste cualquier chapuza doméstica. Abundan las peticiones orientadas hacia el servicio doméstico, firmadas casi siempre por mujeres, que abarcan desde tareas de limpieza hasta cuidado de niños o de personas dependientes. Es en este bloque de ofertas callejeras donde cada vez con mayor frecuencia se insiste, muchas veces echando mano de las mayúsculas, en que la persona demandante es española (escrito en mayúsculas), de lo que puede deducirse sin exagerar que ese territorio ha ampliado su geografía de origen y que hace algunos meses esa especie de mercado de mercadillo era frecuentado casi exclusivamente por inmigrantes. También sugiere una cierta carga de xenofobia, porque es como si el o la demandante arguyera la nacionalidad como uno de los méritos a la hora de conseguir el trabajo. Todo esto recuerda, y no muy vagamente, a esos cartelitos que hace años se pegaban en la puerta de entrada de pequeñas mercerías para animar a la depauperada clientela: "Se cogen puntos de media".

Esa impresión desalentada del paseante se complementa con la proliferación de avisos del mismo formato en los que se informa de que "mujer decente alquila habitación a caballero", donde se supone que en ocasiones se sugiere una oferta implícita de otra clase de servicios, en una sintaxis en la que tal vez se da por supuesto que es el caballero quien se queda sin domicilio una vez consumada la separación de su esposa, aunque en la mayoría de los casos parece indicar sencillamente, que no pudiendo subvenir a los gastos que origina la propiedad o el alquiler de la vivienda, se subarrienda una parte de ella a otras personas que, a su vez, no se encuentran en situación de sufragar los gastos corrientes de una vivienda entera. Hasta es posible que el número de pisos compartidos por estudiantes de paso sea menor o esté a la par del de las viviendas no ya realquiladas sino troceadas por habitaciones con derecho o no a cocina y a otros espacios comunes. Nada que ver con los hábitos de miles de inmigrantes, que alquilan (cuando les dejan) una vivienda en la que pernoctarán 30 personas en 50 metros cuadrados, porque ésa es una necesidad más o menos reciente, sino más bien con los años de la posguerra, donde proliferaron las pensiones de medio pelo y la legión de realquilados que casi cubrían el coste del alquiler por el derecho ilegal a ocupar una habitación con su fogoncillo. En ese contexto, se va imponiendo la cultura de la deportación, como decía el siempre espléndido Josep Ramoneda en estas páginas hace unos días. Lo que se teme de la inmigración es que los que han tenido la suerte o la desdicha de arribar no son nada al lado de los que esperan conseguirlo, tal es la miseria mundial que les lleva a dejarlo todo para llegar a la nada, y muchos Ulises sin más pedigrí que su miseria serán cancelados sin que ninguna Penélope los espere al final de una singladura de muerte. La pregunta es qué pasará con los nuestros que no llegan a fin de mes, que no tienen más remedio que realquilar o ser realquilados, que miran un euro como si fuera el último que albergará su bolsillo. Y a qué se debe esta herrumbre de posguerra innominada cuando la guerra, como con tanto salero guionizó Jorge Semprún, est finie.

A reclamar, al maestro armero


JOAN MARTÍNEZ Y ANTONI MONTESINOS
EL PAÍS - 28-05-2008

El coste económico de afrontar los desafíos del cambio climático es mucho menor que el de la inacción y la pasividad de los gobiernos ante un fenómeno que está agravando la extinción de especies, la escasez de agua, la proliferación de enfermedades y los impactos sobre la agricultura y el turismo, entre otros efectos dañinos en el ámbito planetario.

Estas advertencias están contenidas en innumerables documentos de instancias internacionales, como el estudio Perspectivas ambientales para 2030, elaborado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el Informe Stern, elaborado por el prestigioso economista británico Nicholas Stern en octubre de 2006 y los sucesivos informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la Naciones Unidas. Cada nuevo informe agrava las previsiones del anterior, y todos coinciden en hacer un firme llamamiento para la reducción de las emisiones, modificando radicalmente las políticas energéticas, de transporte y sobre el territorio. El reciente informe del Instituto Español de Oceanografía estima la subida del nivel del Mediterráneo en 50 centímetros para los próximos 50 años. Las costas bajas valencianas entrarían en crisis al desaparecer las playas que sustentan el turismo e importantes recursos agrícolas, como las huertas litorales de La Vega Baja y l'Horta de Valencia, dos enclaves de nuestro territorio que deberían ser estrictamente protegidos en su calidad de reservas alimentarias. Nadie en su sano juicio debería pensar que escapará a las consecuencias de estas drásticas y veloces modificaciones del clima. Las economías de los países pobres van a ser, a medio y largo plazo, las que sufran con más virulencia los desequilibrios ambientales, como ya están sufriendo las consecuencias de las guerras, por la apropiación (el robo deberíamos decir) de los recursos naturales y energéticos. La inestabilidad económica, la inseguridad y el incremento de las migraciones, también van a pasar factura, y no pequeña, a las economías del mundo desarrollado. Si el cambio climático no es el único problema del mundo, sin lugar a dudas es uno de los más graves, sobre el que urge actuar, modificando profundamente, y por este orden, las políticas de los gobiernos, las formas de producir de las empresas y los malos hábitos de la ciudadanía. Sin lugar a dudas, las orientaciones económicas de los gobiernos, a través de sus presupuestos e inversiones, son un claro indicador del grado de implicación en el cumplimiento de objetivos inherentes a la reducción de emisiones y la protección del territorio. Frente a energías sucias urge la implantación de energías renovables; frente a despilfarro energético, ahorro y eficiencia; frente a la carretera, ferrocarril para desplazar mercancías y personas; frente a la proliferación del vehículo privado, transporte público; frente a la destrucción del territorio, preservación del suelo y los ecosistemas agrarios y naturales, como los incalculables tesoros que son. Estos son los objetivos básicos que pocos gobiernos afrontan con decisión, y algunos, como el Gobierno valenciano, ignoran irresponsablemente. Los presupuestos de la Generalitat valenciana para 2008 ha sido una nueva ocasión perdida para poner los recursos públicos económicos al servicio de afrontar este grave problema. Alejados de este objetivo, los presupuestos son continuistas en lo ambiental, es decir, inútiles y dañinos para mitigar el cambio climático y sus destructivos efectos sobre la economía, la sociedad y el territorio valencianos, expuesto a sufrir sus graves consecuencias. Reinciden en las cuantiosas inversiones en carreteras frente a las raquíticas en ferrocarril. Más coches, más emisiones, más cemento y asfalto, más destrucción del territorio, abundando en un modelo depredador y desfasado. Ése es su modelo. Sin estrategia que los coarte, sin recursos económicos para mitigar las consecuencias de los cambios en el clima. Nada que ver con el publicitado combate contra el cambio climático. La foto de Camps con Rajendra Pachauli presidente del IPCC y Premio Nobel de la Paz, queda en eso, una foto para acompañar el titular de turno y seguir a lo suyo, la grandeza del asfalto. Adaptar nuestro medio natural y nuestros sectores productivos a los efectos de la modificación del clima, y a la escasez y carestía del petróleo, debería constituir uno de los ejes económicos claves para un Gobierno responsable. Mirar más allá de su corto mandato, del espejismo de los grandes eventos como la Fórmula 1, y de las grandes obras públicas limitadas a las nuevas autovías proyectadas y los macro edificios contenedores culturales de lujo. El modelo de cemento y ladrillo, de un crecimiento exponencial en la ocupación de suelo está agotado, y está arrastrando en su caída, como consecuencia inmediata, al empleo precario que generó. Lo que queda son sectores industriales en riesgo de crisis, abandonados a su suerte, que requieren, no es nada nuevo, políticas industriales modernas, en sintonía con los retos ambientales actualmente planteados. Ninguna medida de calado se encamina por este sendero. Al contrario. Los poderes públicos valencianos, en manos del Partido Popular, solo reaccionan ante el negocio rentable y el beneficio privado rápido. Aun a sabiendas de que así ahondan en las causas del problema, asientan las bases de profundas crisis venideras, donde los sectores sociales más débiles y empobrecidos van a ser los primeros perjudicados. Pero esto poco importa al presidente Camps y su entorno, el empobrecimiento, bañados en glamour como están, no va con ellos y para cuando la crisis apriete de verdad, la ciudadanía, a reclamar al maestro armero.

La educación como problema


ADELA CORTINA
EL PAÍS - Opinión - 28-05-2008

El problema número uno de cualquier país es la educación. Y en el nuestro el asunto anda revuelto desde instancias diversas que afectan a todos los niveles educativos, incluida la Universidad. Es tiempo de pensar la educación y pensarla a fondo.

La LOE deja la puerta abierta para que las comunidades autónomas recorten horas de materias como la Filosofía, apertura que aprovechan algunas comunidades como la valenciana para reducir su horario; los enfrentamientos por la Educación para la Ciudadanía recuerdan el Motín de Esquilache; Bolonia va a traer una Universidad adocenada, en la que, por mucho que se diga, la calidad acaba midiéndose por la cantidad. El número de alumnos se ha convertido en decisivo para determinar la calidad de una materia o un postgrado, con lo cual no hay lugar para la especialización. Una cosa es saber mucho de poco, saber cada vez más de menos y acabar sabiéndolo todo de nada; otra cosa muy distinta, saber sólo generalidades, porque eso -se dice- es lo que prepara para adaptarse a cualquier necesidad del mercado. Éste es el mensaje de Bolonia, asumido con inusitado fervor por carcas y progres, y después nos quejaremos del neoliberalismo salvaje. Los nuevos aires insisten en preparar a los alumnos para desarrollar competencias tanto en los estudios técnicos como en las ciencias y las humanidades. El viejo debate sobre si educar consiste en formar o en informar ha pasado de moda, porque ya sabe cualquier maestro o profesor que lo suyo es preparar chicos y chicas competentes. ¿Competentes, para qué? Para desempeñar ocupaciones asignadas por el mercado laboral, claro está. Por eso, si usted tiene que diseñar un plan de estudios de cualquier nivel educativo o un postgrado, el apartado más largo y complicado será, no el que se refiere a los contenidos de las materias, sino el que se relaciona con las "competencias". ¿Para qué ha de ser competente el egresado? Competencia es, al parecer, un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes, necesarios para desempeñar una ocupación dada y producir un resultado definido. Consulté a un compañero de Pedagogía, excelente profesional, y, con una buena dosis de ironía, me puso un ejemplo muy ilustrativo: alguien es competente para hacer una cama cuando sabe lo que es un somier, un colchón, lo que son las sábanas, se da cuenta de cómo es mejor colocarlas y además le parece algo lo suficientemente importante como para intentar dejarlas bien, sin arrugas y sin que el embozo quede desigual. Era sólo un ejemplo, por supuesto, pero extensible a actividades más complejas, como construir puentes y carreteras, elaborar productos transgénicos, hacer frente a una denuncia, plantear un pleito, curar una enfermedad y tantas otras actividades que corresponden a quien tiene un puesto de trabajo. Preparar gentes para que ocupen puestos de trabajo parece urgente. Sin embargo, sigue pendiente aquella pregunta de Ortega sobre si la preocupación por lo urgente no nos está haciendo perder la pasión por lo importante. Si en la escuela hay que enseñar a hacer tareas como manejar el ordenador o conocer las señales de tráfico, cosa que los estudiantes van a aprender de todos modos por su cuenta y riesgo, o si hay que incluir en el currículum materias de Humanidades, que preparan para tener sentido de la historia, dominio de la lengua, capacidad de criticar, reflexionar y argumentar. Que no son competencias para desempeñar una ocupación, sino capacidades del carácter para dirigir la propia vida. Nada más y nada menos. Por otra parte, se insiste, con razón, en que el conjunto de la educación se dirige a formar buenos ciudadanos, y hete aquí que eso no es ninguna ocupación, sino una dimensión de la persona, aquella que le permite convivir con justicia en una comunidad política. No tanto vivir en paz, que puede ser la de los cementerios o la de los amordazados, sino convivir desde la justicia como valor irrenunciable. Y para eso hace falta aprender a enfrentar la vida común desde el conocimiento de la historia compartida, la degustación de la lengua, el ejercicio de la crítica, la reflexión, el arte de apropiarse de sí mismo para llevar adelante la vida, la capacidad de apreciar los mejores valores. Cosas, sobre todo estas últimas, que no pertenecen al dominio de las competencias, sino a la formación del carácter. No es una buena noticia entonces que se quiera reducir la Filosofía en el Bachillerato, ni lo es tampoco que se pretenda eludir la ética cívica o esa Educación para la Ciudadanía que debería ayudar a educar en la justicia, no sólo a memorizar listas de derechos, constituciones y estatutos de autonomía, que son por definición variables, sino a protagonizar con otros la vida común. Por fas o por nefas, acabamos limitando la escuela y la Universidad a preparar presuntamente para lo urgente, no para lo importante, para desempeñar tareas y no para asumir con agallas la vida personal y compartida.

PD: La il.lustració és d'AIXOTOCA.CAT


5.29.2008

AL VOLTANT DE L'IRPF


Els que em coneixeu i em seguiu sabreu que l'Església em preocupa (i més al PV). Per què? Molt senzill. Un poble ha de poder pregar a Déu en la seua llengua, i al nostre País això no és possible encara, tret d'uns quants capellans, monges, frares i grups de cristians de base que sí ho fan. Mireu, n'estic convençut, el nostre País, pel que fa al sentiment de sentir-se i ser valencià, aniria molt millor si l'Església ens acompanyara. I això val per a la resta d'àmbits socials: sanitat, ensenyament, justícia, etc. N'hi ha uns en què hem avançat més i altres que podem dir que ens són "CLARAMENT" enemics: i un d'aquests (I HO LAMENTE PROFUNDAMENT) és l'Església. En fi... ací teniu un text d'una carta escrita per un capellà (català, cosa que encara intensifica més el seu significat) al voltant de la declaració de la renda i la creueta a l'Església. Bona vesprada.


Un capellà català, Francesc Vergés i Tuset, ha demanat, en una carta publicada a l'AVUI, que els feligresos catalans deixin de marcar la casella a la declaració de renda que dóna diners a l'església espanyola.


El mossèn de la parròquia de Santa Dorotea ha cridat al boicot a la Conferència Episcopal per tal de negar-los el suport, apel·lant a que les "persones de bona fe" pensin en la COPE i en l'actitud dels bisbes espanyols.


Aquesta és la carta del capellà català:


"A la Conferència Episcopal Espanyola, a semblança del PP en el seu ordre, li manca l’encaix de Catalunya a la seva concepció i govern de l’Església i de l’Estat. Ara, en ocasió de la creueta en la declaració de l’IRPF, s’han llançat al que podríem dir-ne operación Cataluña, que té dos objectius. El més aparent i obvi és recaptar diners per a l’Església d’Espanya. El segon és un plebiscit emboscat: demanant el seu sosteniment, l’Església està demanant una adhesió personal a la CEE, expressada de manera inequívoca per aquesta donació. Perquè la creueta no és un vot secret sinó que es fa i es signa en un document oficial que serà comptabilitzat i podrà ser i serà utilitzat. Enfortits amb els vots dolosos de tants contribuents podran dialogar de poder a poder amb qualsevol autoritat civil o eclesiàstica, i fins arribar a delicades qüestions de fe, amb una força moral innegable i no subjecta a revisions. Si aconsegueixen el suport dels catalans ho tenim negre per molts anys. Persones de bona fe: no badeu. Penseu en la COPE i d’altres coses més"

(DIRECTE.CAT)

5.28.2008

SEGUINT AMB LA VISIÓ DE L'ESGLÉSIA


i relacionat amb el govern de JLRZapatero, he llegit aquests dos articles que us deixe tot seguit. Vénen a incidir una miqueta més en la realitat de l'Església avui dia i com haurien de ser les relacions entre Jerarquia Catòlica i Estat.

Obispos en cadena


MIGUEL ÁNGEL AGUILAR

EL PAÍS - España - 27-05-2008

Titulaba ayer en primera página EL PAÍS que "Los obispos radicales imponen la línea hostil con el Gobierno" y el domingo en La Vanguardia Enric Juliana contaba que "Rouco mueve pieza contra Rajoy" y señalaba cómo "el presidente del episcopado, desoyendo al nuncio y al cardenal de Toledo, propulsa a Jiménez Losantos". Parece que hace diez días, la cúpula episcopal estuvo a punto de decidir el despido de Federico, que Rajoy pidió sin éxito neutralidad eclesial en el proceso que está viviendo el PP y que el nuncio Monteiro de Castro, tachado de "masón" por la Cope, ha transmitido a Roma su indignación. Informaciones y comentarios de la más diversa procedencia coinciden en dar cuenta del hostigamiento a Mariano Rajoy desde la cadena radiofónica propiedad de la Conferencia Episcopal y suma y sigue.

Así las cosas doce obispos acaban de confesarse a propósito de su relación con el Gobierno y las cuestiones pendientes desde la Transición y concluyen que "no nos fiábamos los unos de los otros" en un libro de entrevistas que suscribe el jefe de prensa de todos ellos, Isidro Catela. Pero tiene aún mayor interés y aporta esclarecimientos más relevantes el volumen titulado Alto y claro publicado por la editorial Debate que recoge las conversaciones de José María Zavala con el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, quien acaba de ser elegido presidente por la Conferencia en la Asamblea Plenaria de marzo de 2008 frente al titular de la diócesis de Bilbao, Blázquez, que optaba a la reelección para un segundo trienio.

Algunos se han preguntado qué fue de la Iglesia de la Concordia, la que condujo por los senderos de la reconciliación el cardenal Vicente Enrique y Tarancón en las postrimerías del franquismo y los inicios de la Transición. Vuelve a comprobarse que de aquella Iglesia no queda ni rastro, que ahora la opción es la beligerancia política y mediática directa primero contra el Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y enseguida contra quienes como Mariano Rajoy se nieguen al seguidismo de meros falderos y reclamen la autonomía a que tienen derecho en cuestiones temporales, como suelen llamarse en la terminología vaticana los asuntos entregados a la libre disputa de la vida civil.

Asombra la insaciabilidad y la hipocresía de los obispos en cadena. Insaciabilidad porque el vicesecretario para asuntos económicos de la Conferencia Episcopal, profesor Fernando Giménez Barriocanal, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid, ha reconocido que bajo el Gobierno de Zapatero los obispos, para los que trabaja, han alcanzado sus últimos objetivos económicos en los que nada habían avanzado durante los ocho años anteriores del presidente Aznar. Logros que en absoluto han modificado su empeño en comparecer componiendo la falsa imagen de Iglesia perseguida.

Hipocresía porque se instalan en la queja permanente frente al trato que reciben de los medios de comunicación mientras utilizan aquellos de los que son propietarios para convertirlos en sembradores del odio, azuzar el enfrentamiento cainita y arremeter contra el prójimo, sin respeto al horario ni a las costumbres como dice la canción de Joan Manuel Serrat. Hipocresía porque una y otra vez señalan los deberes que han de cumplir los profesionales del periodismo y las empresas de medios de comunicación, sobre los que ponen pesadas cargas, y se consideran exentos de soportar las que a ellos atañen en primerísimo lugar.

Hipocresía porque son expertos en aplicar la ley del embudo, en mostrar puño de hierro y mandíbula de cristal, en ver la paja en el ojo ajeno sin atender a la viga en el propio por decirlo con palabras de Jesús en el evangelio. El secretario de la Conferencia, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, que acaba de ser elevado junto al sobrino de Rouco al orden episcopal, debería tener la decencia de distribuir ejemplares del compendio de la doctrina pontificia sobre los medios de comunicación que ha editado la Biblioteca de Autores Cristianos con el título Del Génesis @ internet para promover un análisis comparativo entre las prescripciones allí establecidas y lo que difunden las benditas antenas desde que amanecen con todos Losantos. Nada que objetar a cuanto pueda decir Federico pero sí a que lo diga desde la Cope.

Hipocresía porque piensan eximirse de toda responsabilidad aduciendo que nombraron un Consejo de Administración bajo la presidencia de un Alfonso Coronel de Palma, quien en su día fue sancionado por el Banco de España con la exclusión de formar parte de las instituciones financieras por la anomalía de su gestión como banquero, como si las reclamaciones sólo pudieran presentarse al maestro armero. Nuestro Rouco todavía respira rencor activo contra La Ilustración, en línea con aquella alocución del 20 de mayo de 1939 en la que su general en jefe convocaba al ejército vencedor a "desterrar hasta los últimos vestigios del fatal espíritu de la Enciclopedia". Atentos.

¿Es el Gobierno rehén de la jerarquía católica?



JUAN JOSÉ TAMAYO

EL PAÍS - Opinión - 27-05-2008

No se me hubiera ocurrido hacer esta pregunta durante el primer Gobierno socialista presidido por Felipe González en 1982. Y si la hubiera escuchado de labios de otras personas, hubiera respondido con contundencia: "¡Impensable, inimaginable!". Era la respuesta más acorde con el ideario laico fundacional del PSOE, con la gradual secularización de la sociedad española, con el principio de libertad religiosa y con el de diversidad de religiones entonces incipiente. Sin embargo, conforme iban sucediéndose los diferentes gobiernos socialistas en el poder, mi respuesta iba evolucionando del contundente "imposible" al más matizado "pensable y posible". Pero sin llegar a la respuesta afirmativa.

Mi percepción sobre el tema empezó a cambiar durante el primer Gobierno de Rodríguez Zapatero. Fue entonces cuando creí posible responder afirmativamente. Pero seguía sin decidirme. Y no faltaban razones para la indecisión. Durante la primera etapa de la legislatura se aprobaron leyes como la del matrimonio homosexual, la del divorcio exprés y la de Técnicas de Reproducción Asistida. Contaron con una resistencia numantina por parte de la jerarquía católica, que hizo todo lo posible por impedir su aprobación presionando de distintas formas: declarándolas contrarias a la ley natural, manifestándose en la calle del brazo del Partido Popular, acusando al Gobierno de "fundamentalista laicista", etcétera. Sin embargo, los legisladores de la mayoría progresista no sucumbieron a las presiones eclesiásticas.

Pasado el ecuador de la anterior legislatura, cambió el escenario de las relaciones Iglesia católica-Gobierno socialista. Se aprobó la Ley Orgánica de Educación, que mantenía la enseñanza de la religión confesional, incluso con alternativa. E incrementó la asignación tributaria para la Iglesia católica del 0,52% al 0,7%, a través de un acuerdo blindado entre la Santa Sede y el Gobierno español, con la exclusión de las demás religiones.

Tal situación de privilegio es aún más llamativa estos días en que asistimos, inermes, a la discriminatoria publicidad en los medios de comunicación, las vallas publicitarias y los templos católicos pidiendo a los contribuyentes que pongan la cruz en la casilla de la Iglesia católica en vez de hacerlo en la destinada a fines sociales. Campaña que cuenta con el apoyo explícito del embajador de España ante la Santa Sede, el socialista Francisco Vázquez.

Y si el Gobierno de Rodríguez Zapatero negoció con la jerarquía católica y con la FERE la Ley de Educación para la Ciudadanía, ahora está dispuesto a llegar a acuerdos sobre los contenidos de la nueva asignatura. ¡De nuevo la jerarquía católica colegisladora!

Tras estas actuaciones, ya no tengo ninguna duda: efectiva

mente, el Gobierno fue -y sigue siendo- rehén de la Iglesia católica. Cuanto más se manifestaban y gritaban las huestes episcopales en los espacios públicos -nuevos púlpitos del integrismo católico-, más privilegios recibían del Gobierno. Y todo ello en contra de los principios de laicidad, igualdad y no discriminación, y ante la incomprensión de los propios militantes socialistas y de no pocos creyentes de las distintas religiones. El PSOE renunciaba a su tradición laica y se lanzaba por la pendiente de las alianzas con la Iglesia católica, en detrimento de la laicidad del Estado. Y sin nada a cambio.

La vicepresidenta del Gobierno español ha expresado recientemente el compromiso del Ejecutivo de avanzar en la laicidad durante esta legislatura. Para ello ha anunciado la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, de 1980. Aun valorando positivamente el anuncio y reconociendo la necesidad de modificar dicha ley, que, casi 30 años después de su aprobación, ha quedado obsoleta, no puedo menos que expresar mi escepticismo, con tendencia a la incredulidad, teniendo en cuenta que fue la propia vicepresidenta la que obstaculizó cualquier avance en la dirección de la laicidad y la que, durante la legislatura anterior, más contribuyó a mantener, e incluso a ampliar, los privilegios de la Iglesia católica.

La profundización en la laicidad debe comenzar por la revisión del artículo 16.3 de la Constitución, que incurre en una clara contradicción al afirmar, en su primera parte, que "ninguna confesión tendrá carácter estatal" y, en la segunda, que "los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones religiosas". Es, por tanto, el propio texto constitucional el que está en el origen del trato de favor a la Iglesia católica y de la discriminación de las demás confesiones religiosas, y el que constituye el primer obstáculo para avanzar en la laicidad del Estado y de sus instituciones. Ésa es la raíz del problema. Y por ahí hay que empezar la reforma. De lo contrario, todo quedaría en un simple revoque de fachada.

Sorprende, sin embargo, que entre las materias de la Constitución a reformar se hable del Senado y de la sucesión a la Corona, y no se haga ninguna mención a las modificaciones en materia religiosa, cuando es una de las más urgentes para terminar con la alargada sombra del nacionalcatolicismo, que se extiende hasta las más altas instituciones del Estado. Dos ejemplos recientes: la promesa del presidente y de los ministros ante el crucifijo y la celebración del funeral católico de Estado por el recientemente fallecido ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo.

Alguien puede sentirse tentado a justificar la mención a la Iglesia católica en que es la religión mayoritaria en España. Este mismo razonamiento podría llevar, por ejemplo, a defender la inclusión de Comisiones Obreras y de la UGT en el texto constitucional al ser los sindicatos mayoritarios entre la clase trabajadora, hasta afirmar: "Ningún sindicato tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta la afiliación sindical de los trabajadores y mantendrá las consiguientes relaciones de cooperación con CC OO, UGT y los demás sindicatos". A nadie se le ocurre ni siquiera pensarlo, porque sería un despropósito.

Junto a la modificación del artículo 16.3 hay que acometer la reforma de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, que constituyen la plasmación jurídica del trato de favor a la Iglesia católica y son el punto de apoyo arquimédico de la jerarquía eclesiástica para reclamar unos derechos que, en realidad, son privilegios. Se trata de unos Acuerdos anacrónicos, más propios del nacionalcatolicismo que de un Estado que se declara no confesional y al que el Tribunal Constitucional denomina laico desde el 2001.

Estas reformas son condición necesaria para entrar definitivamente en un nuevo paradigma en las relaciones del Estado con las religiones, caracterizado por la separación y la independencia, sin hipotecas por ninguna de las partes, y por la colaboración en cuantos asuntos contribuyan al bienestar de los ciudadanos y ciudadanas. Eso sí, sin privilegios ni fáciles sumisiones. Mientras estas dos reformas no se acometan, seguirán las relaciones mercantiles y la dependencia mutua entre la Iglesia católica y los sucesivos Gobiernos, cualquiera que sea su color político.


5.27.2008

OPUS DEI


Tot el món haurà escoltat aquests dos mots llatins. I, crec, tot el món deu saber a quin tipus d'organització "religiosa" fa referència. Fa un temps vaig trobar un llarg article en què explicava molt bé qui són i de què van: Ací us el deixe... i que Déu ens agafe confessats.


La fuerza del Opus Dei


La 'obra' de Escrivá de Balaguer celebra 25 años como Prelatura Personal con Rouco como anfitrión y la conquista del Este que fue comunista como objetivo


JUAN G. BEDOYA - Madrid

EL PAÍS - Sociedad - 23-04-2008


El Opus Dei está aprovechando el 25 aniversario de su extraordinaria erección como Prelatura Personal para hacer recuento de su fuerza ante la opinión pública. No están en crisis, presumen sus dirigentes, el biólogo catalán Ramón Herrando Prat de la Riva y la economista madrileña Inocencia Fernández, ésta como dirigente de las mujeres de la fundación. Otras congregaciones clásicas no pueden decir lo mismo. Frente a la pérdida de vocaciones entre los jesuitas, por ejemplo -hoy apenas 19.000 en todo el mundo, frente a casi el doble hace poco más de medio siglo-, el Opus suma 87.000 miembros laicos, 10.000 más que en 1982. El 55% son mujeres. La Obra cuenta también con 1.900 sacerdotes. Su objetivo ahora es la conquista de los antiguos países comunistas del Este europeo.
La famosa y polémica fundación de Escrivá goza además de una situación especial en el seno de la siempre rígida Iglesia romana. En el último medio siglo nadie ha destacado tanto como la obra fundada en 1928 por san Josemaría Escrivá de Balaguer (Barbastro, Huesca, 1902-Roma, 1975) con el nombre de Opus Dei. Hace 25 años, Juan Pablo II, que llegó al cargo protegido e impulsado sobre todo por el Opus, concedió a esta fundación el carácter de Prelatura Personal, única todavía en el mundo.
El fundador, ya alzado a los altares, goza también de una predilección especial en la basílica de San Pedro en Roma, el primer templo de la cristiandad: desde hace tres años, una de las imponentes fachadas de este templo exhibe una escultura de Escrivá, de cinco metros de altura.
"Sin miedo ni vergüenza, con el objetivo no de adaptarse al mundo, sino de convertirlo y renovarlo". Éste es el reto que hace al Opus el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela.
El cardenal lamenta que los españoles no presuman en el exterior de la fuerza de su Iglesia. "Echo en falta que los representantes en el extranjero no hablen sobre las grandes aportaciones que la Iglesia española ha hecho a la Iglesia universal, entre ellas el Opus Dei", dijo ante los purpurados llegados del Vaticano a Madrid para celebrar el aniversario de la Prelatura, invitados por la Universidad de Navarra. Entre los presentes estaba el cardenal Julián Herranz, presidente emérito del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, y el secretario de la Pontificia Congregación para los Obispos, arzobispo Francesco Monterisi.
La ascensión del Opus Dei a la categoría de Prelatura Personal supuso la culminación del sueño del fundador Escrivá. Hombre de grandes ambiciones, quería librarse de ataduras episcopales porque su fundación, entonces con 70.000 miembros -la inmensa mayoría laicos, hombres y mujeres, célibes o casados-, tenía poco que ver, en su opinión y en la realidad, con los institutos y las congregaciones tradicionales.
"El Opus Dei no era ni podía ser una forma moderna o evolutiva de ese estado de vida consagrada", afirma el cardenal Herranz, él mismo del Opus. Escrivá pretendió incluso el máximo grado de independencia respecto a los obispos (prelatura nullius), pero debió de conformarse con la "prelatura personal", una especie de diócesis mundial, también excepcional en el orbe católico.
El Opus no gozó de trato especial con los papas Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI, pero fue el movimiento predilecto del polaco Juan Pablo II, más conservador que los anteriores. También gozó de las complacencias del dictador Francisco Franco, que tuvo en ocasiones como confesor a Josemaría Escrivá e hizo ministros a varios de sus seguidores.
Esas estrechas y polémicas relaciones con el poder dictatorial -Escrivá ya estuvo con Franco en los primeros días de la Guerra Civil, en Burgos- no impidió al Opus mantener una gran presencia social y política en los primeros años de la transición y en los Gobiernos de José María Aznar.
El empeño personal de Juan Pablo II por distinguirlo de manera especial tenía que ver con esa ofensiva de rehabilitación cuando ordenó en 1980 que se estudiara con cierta urgencia la posibilidad de subrayar el papel de la Obra con un estatus especial. Quería una decisión antes de viajar a España. Cuando llegó a Madrid el 31 de octubre de 1982, fresco aún el triunfo de la izquierda socialista en las elecciones celebradas tres días antes, el Papa traía bajo el brazo la constitución apostólica Ut sit (Que sea), que convertía al Opus Dei en la primera y todavía única Prelatura Personal de la Iglesia católica.
La última estatua del Vaticano


Juan Pablo II sostenía que, así como el Concilio de Trento se llevó a la práctica por el celo de la Compañía de Jesús -la otra gran fundación española, del vasco Ignacio de Loyola- más que por el celo de los obispos, ahora, aquel octubre de 1982 en que llegaba a una España gobernada con aplastante mayoría por Felipe González, eran los movimientos de laicos como el Opus Dei los nuevos apóstoles del Vaticano II.El Papa polaco dio más muestras de su predilección por Josemaría Escrivá. En un proceso rapidísimo -el segundo más breve en la historia de la Iglesia romana, después del llevado a cabo con Teresa de Calcuta-, lo beatificó el 17 de mayo de 1992, apenas 17 años después de su muerte, y lo canonizó 10 años después, el 6 de octubre de 2002.El Opus sigue siendo una fundación fundamentalmente española, pese a estar presente ya en 64 países. Españoles son 35.000 de sus 87.000 miembros (en EE UU hay apenas 3.000, por ejemplo, y pocos más en Italia o México); españoles, sus máximos prelados, después de la muerte de Escrivá (los monseñores Álvaro del Portillo y Javier Echevarría), y español, sobre todo, el primer impulso y poder, antes de que el fundador decidiera emprender su "romería" a finales de los cincuenta del siglo pasado ("Católico, Apostólico, ¡Romano! Me gusta que seas muy romano. Y que tengas deseos de hacer tu romería, videre Petrum, para ver a Pedro", escribe en Camino, máxima 520), donde se introdujo en los círculos papales hasta lograr el título de monseñor con el apoyo del régimen franquista.Pese al empuje de otras fundaciones, entre otras la del también español Kiko Argüello, los llamados Kikos, que suman cientos de miles de personas, el Opus mantiene la preeminencia del pasado también con el actual papa Benedicto XVI. Se demostró cuando éste acudió a bendecir la instalación de una imponente estatua de Escrivá en una centenaria hornacina de la fachada exterior izquierda de la basílica de San Pedro, un hecho de extraordinaria simbología. El permiso para ocupar tan excepcional lugar en el primer templo del catolicismo lo dio en persona, en 2004, Juan Pablo II, pero Benedicto XVI quiso subrayar con su presencia que aplaudía la idea.


5.26.2008

LLEGINT PREMSA


M'he trobat amb aquest reportatge sobre "El SEXE A L'ESO". Ha estat publicat a EL PAÍS SEMANAL i ací el podeu llegir. La foto és del guanyador d'Eurovisió d'enguany, de Rússia.

Sexo en la ESO

LUZ SÁNCHEZ-MELLADO

25-05-2008

"Sí, el porno sirve para cascártela y aprender, pero exagera que te cagas. En la realidad te corres rápido, las pibas no tienen esas tetas, y nunca te vas los dos a la vez".

No estamos en una despedida de soltero sino en un instituto de un barrio trabajador del sur de Madrid. Una docena de varones de tercero y cuarto de Educación Secundaria Obligatoria hablan sobre sus inicios sexuales. Tienen entre 14 y 16 años. Pablo, el pico de oro, cumplió 15 en Navidad. Es uno de los cuatro que levantan la mano cuando se les pregunta quiénes han mantenido relaciones sexuales con penetración. Los iniciados gozan del respeto de sus pares. Sólo ellos logran aplacar el guirigay de exabruptos, obscenidades y machadas de gallito en celo con que se recibe cada palabra de la reportera.

-¿Dónde y cómo veis el porno? ¿No os controlan vuestros padres?

-¿Y qué? En Internet, el móvil, la tele, en el MP4. Las guarradas rulan por todas partes.

"Oiga, ¿y no nos pregunta cuántas pajas nos hacemos al día?", se impacienta un crío con voz de pito y cara cuajada de espinillas.

- Ya que lo dices, contesta tú mismo.

- Una es lo mínimo, pero mejor tres, como cepillarte los dientes.

Y se parten de risa. Así hasta que uno se disculpa por él y por todos sus compañeros: "Es que venimos calentando desde primaria y tenemos las pelotas a punto de reventar".

La Encuesta de Hábitos Sexuales del Ministerio de Sanidad de 2003, la última a escala nacional, daba pistas sobre ese calentamiento global en los institutos. Si se preguntaba a los españoles de menos de 30 años sobre la edad de su primer coito, se obtenía una previsible media de 17,5 años en los varones y de 18,2 en las mujeres. Pero los menores de 19 confesaban costumbres más precoces e igualitarias. Ellos se estrenaban a los 16,4, y ellas, a los 16,6. Con un pie en secundaria y otro en bachillerato o el mercado laboral.

Desde 2003 ha pasado un lustro. Cinco años es una eternidad y más en la edad del pavo. Parece que la contabilidad oficial se ha quedado vieja. Un estudio realizado por el Centro Madrid Salud Joven y la Universidad de Granada presentado el pasado abril bajaba aún más el listón. Seiscientos alumnos de institutos de Madrid confesaron en un cuestionario confidencial. Las chicas, hoy, se inician por término medio a los 16,3. Los chicos, a los 15,8. Pablo es un hombre de su tiempo. Las medias son falaces por definición pero sirven para acotar el territorio. Para saber de quién estamos hablando. Un promedio de 16 años raspados no quiere decir que todos tengan su primer coito a esa edad. Significa nada más, o nada menos, que hay tantos que lo tienen a los 18 como a los 14.

El ojo clínico de quienes ven el panorama confirma los resultados del estudio madrileño. Pediatras, profesores, psicólogos y sexólogos especializados en proporcionar información sexual y afectiva a los adolescentes avalan una percepción generalizada entre los profesionales que tratan con menores. Los padres pueden ignorarlo. Negarlo. No querer enterarse. Pensar que sus hijos no son de ésos. Pero sus niños (y niñas) lo hacen. Cada vez más. Cada vez antes. Cada vez con más gente. Hay mucho sexo en la ESO.

"Llegan del cole con 12 y 13 años a un instituto con alumnos de hasta 18. Las chicas están más desarrolladas y espabiladas, ellos aún le dan al balón, pero son como lagartijas: se mueven mucho y no muerden. Es a partir de segundo cuando empezamos a tener en cada clase un tercio de lanzados/as que van a por todas, otro de interesados/as y a la expectativa, y otro de niños más infantiles en ese aspecto", ilustra Juan, director de un instituto del norte de Madrid. Pero volvamos al sur.

-Si un tío se tira a varias tías, es un crack, pero si tú tienes varios rollos, te llaman puta. Son unos machistas aunque es verdad que algunas van sólo a pillar cacho, como ellos.

-Encima, a nosotras nos duele y nos podemos quedar embarazadas. Nuestra única ventaja es que decidimos si hay rollo o no, porque ellos siempre están empalmados.

Cambio de género. He aquí 12 chicas de 14 a 16 años reunidas en otra clase del instituto de Pablo. El mismo tema a debate. Semejantes risas tontas, similar nivel de procacidad, desmadre por el estilo. Sólo una de las 12 "lo ha hecho del todo". Fue el pasado día de los Enamorados, a los 15 años, con el chico de 16 con el que lleva nueve meses saliendo. "Me dolió un poco. La segunda vez estuvo mejor". Otras seis tienen "novio fijo", pero no han pasado a mayores. Están "esperando a estar preparadas". "Nos besamos y nos tocamos hasta el final, pero él me respeta hasta que yo quiera hacerlo", dice una morena guapa de 16 novia de un chico de 18.

"Eso es como hacer petting, pero con tu chico", explica una pelirroja con ojos ahumados y dos centímetros de raíces azabache.

-¿Qué es eso del petting?

-Besarte y sobarte sin dejarte hacer más. Ve un sábado por la tarde a la discoteca Fabrik de Fuenlabrada y mira los sillones.

Los chicos han sido más gráficos. Petting? "Restregarse todo, pero con ropa". "Calentarte a tope pa luego na". "Todo menos meterla", zanja Pablo el enterado.

El pasado 11 de febrero, la emisión del segundo capítulo de la teleserie Física y Química en Antena 3 provocó un pequeño terremoto social. La entrega, titulada Sólo es sexo, recreaba una fiesta petting entre escolares del instituto de secundaria en el que transcurre la trama. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) denunció que la serie da una visión "perniciosa y estereotipada" de profesores y alumnos y echa al traste sus "esfuerzos por difundir los riesgos de las drogas y las enfermedades de transmisión sexual". Otro colectivo, COAPA, estimaba que la serie hace "un flaco favor a los padres que intentan educar a sus hijos en valores y virtudes que nada tienen que ver con eso". Ambos colectivos pidieron la retirada de un espacio al que acusaban de mostrar "un mundo irreal".

Antonio, el joven director del instituto de Pablo, discrepa. No se sorprende al escuchar un resumen anónimo de las intervenciones de sus pupilos. Reconoce el fondo, y las formas, y confirma que el vetusto anglicismo petting partys, de to pet, acariciar, se denominaban las fiestas de la liberación sexual de los sesenta- forma parte de su jerga. "Y eso que al ser una entrevista voluntaria se han autoseleccionado. Los chicos que has visto son quizá los más lanzados, y las chicas, las menos".

Antonio practica una política de puertas abiertas. Cualquiera puede hablar con el director sin entrar en su despacho. Don Antonio es Toño en el Messenger y allí está siempre disponible. "Internet es una vía fantástica para enterarte de qué van los tiros con los chavales. Lo utilizan todos, desde primero, y ahí me entero de los conflictos que laten en las clases. Hablan de su vida escolar, pero también de asuntos que jamás me dirían cara a cara y que nunca les cuentan a sus padres".

"Las relaciones sexuales se ocultan sistemáticamente a los padres, es el secreto por excelencia", confirma Javier Urra, psicólogo de la Fiscalía de Menores de Madrid. Urra tiene a punto de publicar un ensayo titulado Lo que callan los hijos, lo que ocultan los padre, donde exprime una encuesta entre 5.000 progenitores y vástagos. El sexo ocupa el primer lugar en el podio de tabúes mutuos. Los padres no hablan con sus hijos de su vida erótica ni los hijos con sus padres tampoco.

Menuda novedad. Para cualquier padre es difícil asumir que su hijo es un ser sexual. Con pulsiones. Con deseos. Que su niña de 12 o 13 años -edad media de la primera menstruación- lleva un par de ellos sintiendo ciertos calores en el cuerpo. Que su niño asiste fascinado -y puede que aterrado- a su propia metamorfosis y sus nuevas posibilidades. Por eso, más allá de la conversación sobre la regla, con ellas, y sobre el preservativo, con ellos, muchos padres de hoy, como siempre, miran a otro lado y ruegan que la naturaleza siga su curso... mejor cuanto más tarde. Pero sucede que sus niños han pasado a la acción.

En la pantalla del portátil de Toño emergen, codificadas en el trabalenguas SMS o ilustradas con fotos digitales, las andanzas de sus pupilos. Ahí están sus pasadas , sus niñerías, sus buenos y malos rollos. Su vida desde que se levantan hasta que se acuestan. "Son mucho más precoces que mi generación", dice este docente treintañero. "Muchas van a por chicos mayores. Los de su edad les vienen pequeños, y ellos, que flipan, se defienden haciéndose los malotes. Muchos, ellos y ellas, van al rollo por el rollo, sin pensar, sin sentir. Algunos tienen relaciones con una persona distinta cada fin de semana".

"El sexo se ha convertido en un objeto de consumo más. Los chicos son consumistas y notan la presión", confirma Iván Rotella. Los publicistas lo saben y van al grano. "Placer adulto" promete en la tele un chocolate con una niña mordiendo la tableta encerrada en su cuarto. "Siempre pensando en lo mismo", acusa una marca de gominolas a una adolescente que mira con gula a un coetáneo.

Rotella es sexólogo, coordina el Centro de Atención Sexual del Ayuntamiento de Avilés y lleva una década oyendo las cuitas de los adolescentes asturianos. Al teléfono, on line o a la cara, en las charlas que imparte en los institutos. "Los chavales viven en el mundo real y todo les empuja a iniciarse. Las revistas que leen las chicas. Los productos porno que consumen los chicos desde primaria. Los amigos que ya lo han hecho. Es una especie de carrera por ingresar en el mundo adulto. Ésta es la generación más informada de la historia, pero no la saben gestionar. No distinguen lo importante de lo banal. Les dejamos solos y hacen lo que pueden. Nunca es pronto ni tarde para el sexo siempre que se esté preparado, se haga porque se desee y se sepa qué se hace. Muchos ni lo saben".

La pediatra Nuria Culell lleva años viendo en su consulta de la Unidad de Adolescentes de la Clínica Dexeus a los cachorros de la burguesía de Barcelona. Hace tiempo decidió adelantar la "primera consulta confidencial" con las chicas. Fue después de que una niña de 13 años llegara con una infección urinaria y en la exploración surgiera la existencia de "un noviete de 15" con cartas en el asunto.

¿Demasiado precoz? Depende. "El Có­digo Penal establece en los 13 años la mayoría de edad sexual", deplora Javier Urra, que considera este hecho un gravísimo error. Mantener relaciones sexuales "consentidas" con niños y niñas de esa edad no es delito.

"Desde aquello", dice Culell, "a partir de los 12 ó 13 pido a los padres que salgan y les pregunto a ellas por sus amigas, sus profesores, sus amores. Te lo cuentan. Todo. Están deseando hablar, que les escuchen". La doctora cifra "entre los 15 y los 16" la edad media en que sus pacientes se inician en las relaciones sexuales con penetración. "Y va a menos: los de 16 me dicen que los de 13 van a saco". Mientras, los padres, con dos carreras, dos coches y dos casas, "están a por uvas".

"Los padres siempre creen que los otros puede, pero que ni su niño ni, sobre todo, su niña lo hacen", dice Culell. "Piensan que sus hijos tienen un par de años menos de los que dice su partida de nacimiento", corrobora Rotella. Ambos aconsejan a los padres que hablen de sexo con sus hijos. Desde pequeños. Desde que empiezan a plantear preguntas embarazosas: ¿cómo saldrá mi hermanito de la barriga de mamá?, ¿cómo ha entrado ahí?, ¿para qué sirve mi pilila? Que contesten a esas cuestiones, pero no sólo a ésas.

"Darles un preservativo a los chicos es como dar un casco a un motorista sin enseñarle seguridad vial. El sexo no es sólo vagina, pene y coito", explica Rotella. "Es conocer tu cuerpo y el del otro. Son emociones y sentimientos. Placer y bienestar. No se puede zanjar con lo de papá puso su semillita en mamá. Ni limitarse a amedrentarles con embarazos. Hay que darles las armas y la autoestima necesaria para decidir cuándo, cómo y con quién quieren hacerlo. Para exigir que se use condón. Para decir no, o sí, sin sentirse mal. Para que sean dueños de sí mismos".

Culell tiene sobre su mesa un ejemplar de A mí también me pasa, ¿y a ti? El folleto, promovido por la Generalitat, fue repartido a los escolares catalanes de 10 y 11 años el pasado trimestre con gran escándalo de algunas asociaciones de padres. En él se habla de la masturbación como fuente de placer y bienestar. "Me parece estupendo", dice Culell, "si educáramos a los niños en el conocimiento y estima de su cuerpo, no sólo evitaríamos embarazos adolescentes, sino también trastornos de autopercepción, como la anorexia". "Las chicas, con la regla, aún saben algo. Pero a los niños nadie les dice nada. Que se les va a poner dura, que tendrán poluciones. Están como cestos, abandonados a su suerte".

Tarde de entrenamiento en el campo de fútbol del Club Unión Adarve del barrio del Pilar, pura clase media madrileña. Dos equipos de cadetes de entre 14 y 16 años se desploman en el vestuario. Veinte púberes varones en distinto grado de evolución. Del niño de metro y medio al gigante repentino que no puede con su cuerpo. Huele a sudor, a pies, a hombre joven. Si hubiera un detector de testosterona, habría estallado a su paso. Les han dicho que les van a preguntar sobre sexo y están, cómo no, muertos de la risa. La primera pregunta pone las cosas en su sitio. ¿Cuántos se han estrenado? "¿Vale follarse a la almohada con el condón puesto?", consulta un tirillas de 14 que insiste en enseñar el preservativo Durex Love talla XL que atesora hace meses en su cartera "por si acaso". No. Salen cuatro iniciados frente a 16 "locos por hacerlo del todo". Un 20%. El resto tiene grandes proyectos para el verano. "En vacaciones mojamos todos", corean. "O mejor este puente, en la excursión a Almería".

-¿Qué tal os fue la primera vez?

-Bien, pero no era para tanto, me esperaba algo más fuerte -salta un rubio de 16 que se estrenó el verano pasado y no ha repetido-. Prefiero que me la chupen. Perdón, es que no me acuerdo de la palabra técnica.

-Mamada -aporta un espontáneo.

-Que no, tío, que se dice felación -puntualiza un tercero-. Y a ti lo que te pasa es que lo has probado poco. Cuando le coges el tranquillo sólo piensas en hacerlo otra vez.

-¿Dónde lo hacéis?

-En el parque, en el sótano del portal o cuando tus padres salen a comprar. Te arriesgas a que te pillen, pero vale la pena.

Que se lo digan a Tomás y a Isabel. Algunos sábados, este matrimonio de profesionales en la cuarentena se siente como Cenicienta, pero al revés. Tienen prohibido llegar a casa antes de medianoche. Es la hora en que Adrián, su hijo de 16 años, despide "a la de turno" y les da vía libre para acceder a su propio domicilio. "Cuando entramos, nos recibe con una sonrisa de oreja a oreja, claro. Luego me encuentro las pruebas del delito en la papelera del baño", relata el papá con un tonito de perplejidad y orgullo en la voz.

O que se lo cuenten a Diana, una madre divorciada que va "dando portazos" cuando llega a casa. Se trata de que su primogénita, de 16 años, y su novio, de 17 -año y medio de amor-, la oigan. Pasan la tarde "estudiando" en la buhardilla del adosado. Se cansan, pobres, y abren el sofá cama para estar cómodos. Diana no duda de su aplicación, pero prefiere anunciar su llegada a bombo y platillo. Un día apareció un preservativo intacto en casa. Diana fue derecha a comprar En tu casa o en la mía, de Lorena Berdún, y le dio el libro a la niña. "Si tienes dudas, pregunta. La puerta está abierta", le dijo. Ya tuvieron la conversación de la regla -"a los 12"- y la de las precauciones -"a los 15"-, y Diana no cree oportuno entrar en detalles no solicitados. "Es su intimidad. Yo tampoco hablaba de eso con mis padres. Ojos que no ven, corazón que no siente, pero no me chupo el dedo".

El lunes es día punta en el Centro de Salud Joven de Rivas-Vaciamadrid, una localidad del este de Madrid. Después del fin de semana vienen las prisas. Parejitas de quinceañeros y chicas solas o con amigas acuden aterrorizados a este espacio atendido por un equipo de médicas, psicólogas y enfermeras en torno a la treintena. Vienen porque se les ha roto el condón. O porque con el calentón no se lo han puesto. O, como estaban pedo, no recuerdan si se lo pusieron o no. Piden la píldora del día siguiente. Esto es un centro de atención integral para jóvenes, pero ellas sólo saben que aquí "la dan".

"Vienen cabizbajos, como pillados en falta. La teoría se la saben de maravilla. Pero les falta seguridad en sí mismos. Habilidades para relacionarse entre ellos y herramientas para gestionar su sexualidad", dice la psicóloga Raquel Martín. Lo corroboran las enfermeras, que se encargan también de dar charlas en institutos: "Tienen esa sensación de inmortalidad de los adolescentes, de que nunca les va a pasar nada". "¿De qué estamos hablando?", inquiere una de las doctoras. "Los adolescentes son una caricatura de los adultos. Nos imitan. En todo. Cómo vamos a sermonearles si muchas separadas cuarentonas piden la píldora poscoital tras una noche loca porque iban borrachas o porque, para una vez que ligan, no le van a pedir al otro que se ponga condón. Esto no es culpa de los padres. No es culpa de nadie. Es lo que hay".

Los adolescentes españoles se inician en el consumo de alcohol a los 13 años. En el cannabis a los 14,6. En el éxtasis a los 15,5. No todos, por supuesto. Pero en torno a un 15% de los escolares que contestaron al cuestionario del Centro Madrid Salud Joven (CMSJ) dijeron haber mantenido "su último contacto sexual bajo el efecto de las drogas". Más datos: los abortos entre menores se han cuadruplicado en los últimos 20 años. Un total de 5.740 menores de 18 años interrumpieron su embarazo en 2006. Muchas por segunda vez.

Suena el teléfono en el despacho de Carmelo González, psicólogo responsable del programa de información sexual de Coslada. Gladys, una niña ecuatoriana de 15 años, quiere abortar. Van dos veces en un año. "Eso evidencia que todos estamos metiendo la pata", dice este profesional con décadas de trato con menores. Sabe bien que la mitad de los embarazos adolescentes son de chicas inmigrantes. Que, como recoge el estudio del CMSJ, las niñas de origen latino comienzan a copular "antes que los chicos". A los 14,3. Que, a veces, lo de embarazo no deseado no es del todo cierto: "En su círculo es una forma de atar a su pareja, de emanciparse". Pero vive cada caso como un fracaso personal.

A José Martínez Olmos, secretario de Estado de Sanidad, le ocurre algo parecido. "El problema no es cuántos. Un solo embarazo no deseado es un desastre. Llevamos siglos hablando de prevención, pero no hay que dejar de dar la batalla". El reciente acuerdo de la Comisión de Salud Pública en el que las comunidades autónomas se comprometieron a administrar gratuitamente la vacuna contra el virus del papiloma humano a todas las niñas de hasta 14 años antes de 2010 es sólo un paso. "La vacuna sólo previene el cáncer de cuello de útero, pero no otras enfermedades de transmisión sexual ni por supuesto el embarazo".

González y Rotella, bregados en cientos de institutos, del más pijo al más marginal, alertan sobre algunos síntomas preocupantes. El porno, se ha visto, es moneda corriente en los colegios. "Eso no es bueno ni malo, nosotros teníamos el Penthouse en el somier, pero propaga un modelo machista y falso del sexo". Las chicas, en su afán igualitario, están emulando lo peor de los chicos: "beber, drogarse, follar como ellos". Todos son celosos: "se controlan el móvil en prueba de confianza". Y, atención, emerge una homofobia que parecía en vías de extinción en los adultos.

"Puede que ser gay sea guay en la tele, pero en el instituto no. Eres el rarito, y lo último que desea un adolescente es ser distinto". Álex tiene 19 años. Hace uno que dejó el instituto Duque de Rivas de Rivas-Vaciamadrid para estudiar psicología en la UNED. A los 17 salió del armario ante sus compañeros. "Tenía el apoyo de mi familia y me atreví a dar el paso. Aun así, pasaré a la historia como el gay de mi promoción". Álex habla en presencia de Joaquín Álvarez. Este profesor de dirección de empresas puso en marcha hace tres años la primera tutoría GLTB -Gays, Lesbianas, Transexuales, Bisexuales- de España. Se trataba de "ofrecer apoyo y atención personalizada" a los alumnos con dudas o conflictos sobre su orientación, difundir una imagen positiva de la diversidad sexual y fomentar la sexualidad responsable entre los alumnos. Su blog (tutorgltb.blogspot.com) recibe cientos de visitas de chavales de toda España.

Los colectivos gays calculan que uno de cada dos adolescentes homosexuales sufre acoso escolar. Álex no ha pasado por eso. El idílico paraje de su instituto -chalés, parterres, profusión de jardineros municipales- no explica del todo su suerte. "No te fíes, esto es como Wisteria Lane. Todo muy civilizado, pero los prejuicios van por dentro".

"Las niñas ya no comen chuches, / ahora comen pollas. / Van a la moda. / 12 años y ya follan. / Algunas dicen que soy machista. / Salid un finde, / veréis que soy realista". Porta, un rapero de 19 años que triunfa entre la chiquillería, rima en el MP4 de Pablo. El rap, una especie de duelo de sexos a lo Pimpinela, sigue: "Los tíos son unos cerdos, / lo que nos falta de falda les falta de cerebro. / Cuenta a tus colegas cuántas tías te has tirado, / divídelo por tres y tendrás el resultado".

Antes se les había preguntado a los chicos y chicas del instituto por sus temores.

-A no aguantar lo suficiente, a que no se empine, a no saber por qué agujero meterla.

-A que me duela, a quedar embarazada, a que me tomen por una chica fácil, a dejar de ser la niña de mis padres, a hacerme mujer.

Antes. Más veces. Con más gente. Vale. Pero parece que hablamos de lo de siempre.

Los futbolistas han vuelto de Almería. Coincidieron en el hotel con una pandilla de adolescentes británicas de vacaciones. Quién sabe si el Durex Love XL del asaltador de almohadas seguirá en su cartera.

5.25.2008

CAL FER-NE DIFUSIÓ

Web del Parlament Europeu
www.europarl.cat
Aquest lloc web és una traducció calcada, perfecta i impecable de la web del Parlament Europeu feta per un jove de Lleida. Ho sembla, però no és el web oficial. Malgrat que el web autèntic est¦à traduït a més de vint llengües europees, moltes de les quals amb molt menys parlants que el català (*), el Parlament Europeu ha denunciat el plagi i vol fer tancar la versió catalana. Si fins ara no s'ha tancat és simplement perquè s'han quedat sorpresos de les moltes visites que ha rebut. Per tant, passeu -si us plau- aquesta informació als vostres contactes: com més visites més possibilitats hi ha que s'ho repensin!

* Llengües com el letó, l'estonià, el finès o l'eslovè, així com el maltès -amb només uns 300.000 parlants- tenen estatus de llengua oficial a Europa. En canvi el català amb uns 9.500.000 parlants i sent la desena llengua europea en importància, no té cap reconeixement en l'àmbit europeu.

5.24.2008

Més articles


Llegint la premsa he trobat uns articles que poden ser-vos d'utilitat: el primer és d'Antoni Lozano, portaveu d'agricultura del PSOE a les Corts Valencianes. Diu coses molts clares, i no acabe d'entendre com hi ha gent que no ho veu així.


ANTONI LOZANO


URBANISMO Y AGUA VS. AGRICULTURA (LEVANTE-EMV)


Hace aproximadamente un año, después de que el PP ganara las elecciones autonómicas, y el president Camps hiciera su nuevo gobierno, la Consellería de Agricultura perdió las competencias en materia de regadío. Se creó una Consellería de Urbanismo, Vivienda, Medio Ambiente y Agua. Perdónenme si desapruebo esa decisión, y si veo extraño que la misma persona que un día se deja ver poniendo la primera piedra de un edificio destinado a no se qué, sea quien al día siguiente se haga una foto soltando las tortugas bobas en la playa. O peor aún, que no sea la Consellera de Agricultura quien acuda al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino a hablar sobre los temas referentes al agua para regar los campos, al agua para los agricultores, sino que sea esa misma persona que veíamos con la pala poniendo una piedra, o en la playa con tres tortugas en las manos, quien acuda al ministerio a hablar del agua. Digo esto porque llama muchísimo la atención que ahora, después de cuatro años, el Partido Popular vuelva a usar el agua como herramienta de confrontación, ya no entre partidos ni entre comunidades, sino entre vecinos valencianos. Y me llama la atención muchísimo que el Gobierno de Camps pida el agua con el argumento de que esa supuesta agua es para la agricultura. Quien tiene la potestad de hablar del agua dentro del Consell no es la consellera de Agricultura, sino el conseller de Urbanismo. El Partido Popular se contradice porque el tema del agua no es para el PP un interés hacia el agricultor, sino un interés puramente político de desgaste hacia el Gobierno de Zapatero, intentando aprovecharse del sentimiento de los valencianos. La estrategia que sigue Camps es muy clara: primero desune a los colectivos, los hace vulnerables y, una vez consigue eso, los manipula con mensajes falaces, sencillos y nada racionales, únicamente emocionales. Esto pa-sa ahora con los agricultores, a los que el PP no se ha preocupado nunca de unir, porque sería contraproducente para sus intereses. Si la agricultura se supone que es la beneficiaria de esa supuesta agua que pide el PP, hablemos entonces de los agricultores. En 1995, cuando el PP entró a gobernar la Generalitat, existían 154.000 agricultores, ahora hay poco más de 70.000. Con el PP se han retirado del sector más de la mitad de los agricultores. ¿Qué pasaría en Valencia si la mitad de los médicos hubiera abandonado su trabajo porque no les permitía vivir? ¿Qué pasaría si la mitad de los maestros hubiera dejado el trabajo? Pues eso ha pasado en la agricultura, y no nos queda otra que agradecer a los 70.000 agricultores que aún tienen fuerzas para trabajar, a pesar del PP. De los agricultores que aún se resisten a abandonar, el 3% tiene menos de 35 años y el 90% tiene más de 55. Gracias señores del PP, gracias por su preocupación por el agricultor. Gracias, señor Camps, gracias por prometer en campaña electoral ayudas de 55.000 euros a los jóvenes que se incorporaran al sector, y luego no cumplir esas promesas. Gracias señora consellera doña Maritina Hernández; gracias por prometer ayudas a los agricultores mayores de 55 años y dejar que se convierta en papel mojado. Y mientras tanto, dicen que el agua es para el agricultor, pero la consellera de Agricultura no puede hablar sobre el agua. Discúlpenme si no lo entiendo. Como agricultor, me gustaría que mi Consell no permitiera que el sector desapareciera. Como agricultor, no me puedo creer que ustedes pidan el trasvase del Ebro ahora que no gobiernan en Madrid, cuando tuvieron años para hacerlo, y no lo hicieron. ¿Por qué lo piden ahora? ¿Por qué no lo hicieron? Porque sabían que no se podía hacer, que era imposible, igual que lo saben ahora. Para ustedes el agua no es una posibilidad de riqueza, ni es la solución de problemas, sino que es un problema que les conviene que se mantenga vivo, del que se aprovechan para sacar votos. Y mientras ustedes no hacen otra cosa que gastar palabras y más palabras, mientras no hacen más que usar sus energías en criticar, desde 2004 el gobierno de Zapatero usa las energías para trabajar. Y gracias a las actuaciones y obras que ha realizado el Gobierno de España no ha faltado agua para que la gente pueda beber, ni en Castellón, ni en Valencia, ni en Alicante. Ustedes no pueden hablar en nombre del agricultor, no tienen derecho a eso, lo han perdido, porque ya hemos visto que no les importa el bienestar del agricultor, no les importa trabajar por el agricultor. Si les importara el agua para el agricultor, el regadío lo gestionaría la Consellería de Agricultura, pero eso no ocurre. Ustedes sólo se preocupan por estar bien sentados en su escaño azul, aunque para eso sea necesario crear cizaña entre vecinos, entre paisanos. A ustedes eso no les importa lo más mínimo. No les importa que el agricultor cobre ahora menos que hace diez años por su fruta. Eso les da igual. Les da igual que aún exista el mismo minifundismo que hace años, les da igual que desaparezcan agricultores, no se preocupan por concentrar la oferta, no les importa hacer elecciones en el campo. Todo eso les da igual, de la misma manera que no les importa ni lo más mínimo que el agricultor tenga agua o no, preferirían que los agricultores dejaran de molestar con su trabajo, porque para ustedes el agricultor no es más que una molestia. Si van a hablar del agua, por favor no lo hagan nombrando al agricultor, porque estarán mintiendo. Con o sin trasvase, con o sin desaladoras, la agricultura desaparecerá si ustedes siguen ignorándola como lo han venido haciendo. Si quieren ayudar a la agricultura, pónganse de una vez a ello, que hay mucho por hacer, y ya llevan trece años de retraso.

*Portavoz de agricultura del PSPV-PSOE en las Corts.


El segon és de na Rosa Solbes, immillorable. M'agrada molt llegir el que escriu. Llàstima que no arribe al poble senzill (simplement, perquè el poble senzill no sol llegir premsa, o sí?)




ROSA SOLBES


EL PAÍS - 23-05-2008


Escribo estas líneas aún boquiabierta, recién expulsada del paraíso prometido. Siempre que aceptemos como gloria ese gallinero que recorre lo más alto del hemiciclo de las Cortes, tribuna de invitados la llaman, páramo desierto habitualmente del público desinteresado por la cosa parlamentaria.Pero hoy (jueves) era un día especial. Hoy nos habíamos convoyado un grupo de abajofirmantes por la democratización de la RTVV para reafirmar de cuerpo presente nuestra preocupación.
A las 10 en punto, mientras guardamos fila para entrar, podemos observar las prisas con que un alto cargo gubernamental va haciendo entrar a otras gentes que desde luego no son miembros del Parlamento. Pronto entenderemos la argucia: la clac tenía que pillar sitio, como en los cines de barrio. "Con credencial blanca, a la tribuna. Con amarilla, a la Sala Vinatea". Fatalidad. La nuestra tiene el color de la estrella que identificaba a los judíos durante el nazismo. Una empleada nos conduce al salón de las ceremonias donde la pantalla gigante "mostrará" lo que ocurre en la sesión de control. Lo que la cámara de circuito interno quiera enseñar. Indignación y protestas entre las fuerzas del trabajo y la cultura. "No cabéis, ya están sentados 40 altos cargos". Alguien, pocas horas antes y ya aprobadas las invitaciones que solicitara el PSPV, había decidido que vale más la posadera de una directora general, ex fallera o no, que la de una catedrática de Arqueología, un representante laboral de RTVV, una componente del Consell Valencià de Cultura, un senador territorial o un vicepresidente del consejo de administración. A las atónitas visitantes de la Universidad de Mallorca también las han hecho levantar. Hasta uno de los altos cargos se ha quedado sin asiento. "Yo estoy aquí porque me lo ha mandado el director del gabinete, pero me vuelvo a la consejería, que tengo mucho que hacer".
Allí, inmersos en las tinieblas a las que son arrojados los supermalos, escuchamos a Costa que venid y vamos todos con flores a María. Luna dice que la RTVV es un instrumento propagandístico; Camps (María en su trono de nubes) que la más transparente; Luna que la más derrochadora; Camps (ebrio de votos) pide agua y en la negritud de nuestro destierro escuchamos una voz joven que se acuerda de su pobre madre (la del presidente). Sarriá reprocha que caiga la audiencia, Rambla habla de un niño y Espí pone el dedo en la llaga matizando que ni siquiera se trata de un problema económico, sino de cumplir un objetivo social.
Ha sido todo muy rápido y en las catacumbas no podemos ver cómo los corifeos levantan sus culitos de diseño y abandonan la privilegiada atalaya desde la que tan bien han servido al pueblo valenciano. Las cámaras internas (también las pagamos todos) no han tenido a bien dedicar un plano a la astuta Operación Tapón. Las de Canal 9, como si no estuvieran: su informativo demostrará que solo algunos ciudadanos tienen derecho a ser amplificables y hacerse audibles.
En las Cortes se sigue almorzando bueno, bonito y barato. Aunque no estoy segura de que esto tenga relación con la calidad de nuestra democracia.