11.25.2008

Una correcció i un article


La correcció és que l'article d'Alfons Cervera que vaig penjar en l'anterior post no es referia a Juan Costa (com, equivocadament, vaig afirmar) sinó al seu germà Ricardito Costa. Demane disculpes...

I l'article que us penge és del meu exprofessor de la Facultat de Filologia, Àngel López Garcia-Molins, A las duras y a las maduras, EL PAÍS. Ací el teniu...

Día a día crece el número de parados en el
mundo. Y en España. Y en la Comunidad
Valenciana. Es una tragedia que afecta más
a unas familias que a otras y que, por lo
general, queda fuera de los medios de comunicación.
No me refiero al paro, me refiero
al drama personal del paro, que no es lo
mismo. Te dan las cifras, la noticia de las
mesas sectoriales, alguna vez las manifestaciones
de parados, los políticos hasta aprovechan
para echarse la culpa unos a otros.
Pero lo que le ocurre al desempleado, cómo
de repente se vuelve un apestado social, eso
que con implacable frialdad de estirpe anglosajona
llamamos “un perdedor”, eso no
interesa. Los medios tienen que mantener
la atención y sólo lo pueden lograr a base de
catástrofes o de victorias deportivas, difícilmente
con una situación permanente, aunque
cada vez más deteriorada. Es como las
enfermedades. Todo el mundo acude solícito
cuando alguien ha tenido un accidente y
está espectacularmente enyesado en el hospital.
Pocos son capaces de visitar con regularidad
al que padece una enfermedad terminal.
En realidad, los propios parados se
salen del sistema y la gente acaba pensando
con crueldad inconsciente que por algo será:
se vuelven irritables o tristones, ya no se
puede hablar con ellos de nada más que de
su desesperada situación y, como a nadie le
gusta oír hablar de un problema que podría
llegar a ser el suyo propio, hacemos como
que no los vemos y seguimos adelante.
La cuestión es: ¿tiene que ser así? ¿De
verdad se cumple siempre a rajatabla el aforismo
latino homo homini lupus? Una cosa
que llama mucho la atención en los países
subdesarrollados es la cantidad de gente
que hace falta para llevar a cabo cualquier
tarea. Vas al bar, pides una Coca-Cola y entonces
un camarero te toma nota, otro la
recibe detrás de la barra, un tercero pone el
vaso y la botella en la bandeja, un cuarto la
abre y escancia la bebida, un quinto te la
trae y un sexto te la cobra. Total que el
trabajo de uno lo hacen seis, con lo que
cada uno gana la sexta parte de lo que podría
ganar, pero, eso sí, malcome media docena
de familias en vez de sobrevivir una y
morir de hambre las restantes. ¿Son unos
vagos? En absoluto: contra lo que sostiene
el habitual prejuicio etnocéntrico, este proceder
lo impone la necesidad y no la cultura,
según ponen de manifiesto los cambios
acelerados que están experimentando los
países emergentes. Hace años estas prácticas
eran habituales en China, en la India o
en Brasil (también en la España de los años
cuarenta), pero, desde luego, ya no lo son.
Sin embargo, nuestro individualismo jamásaceptaría
una cosa así. Se nos ha educado
en la creencia de que cada uno debe
labrarse su propio camino —lo que está
bien—, sin requerir ayudas ajenas —lo que
ya parece excesivo— y aplastando a quien se
nos ponga por delante —lo que resulta moralmente
impresentable—. Estos han sido
los argumentos en los que se ha apoyado el
éxito (?) de Occidente y estas podrían ser las
razones de su hundimiento. Es verdad que
la alternativa occidental a dicha solución, el
colectivismo estalinista, todavía fue mucho
peor. Mas alguna salida tiene que haber,
pues nuestra sociedad no podrá digerir varios
años con un índice de paro que, según
previsiones, alcanzará a uno de cada seis
trabajadores. Es preciso crear redes sociales,
es preciso distribuir el trabajo y es preciso
adoptar algo más que las clásicas medidas
financieras para reactivar la economía,
aunque estas sean igualmente imprescindibles.
Para ello urge reunir a las instancias
políticas, económicas y sindicales exigiéndoles
que, por una vez, se desentiendan del
Ibex y se preocupen por las personas antes
que de hacerse la foto. Vamos, que estén a
las duras y a las maduras.

11.21.2008

Juan Costa... o COSTABOND


Del LEVANTE-EMV,diumenge 16 de novembre d'enguany...


Costabond

Alfons
Cervera

ALGUNA vez he visto su retrato
en los periódicos.
En la tele no lo he visto
nunca porque tengo desenchufado
Canal 9. Escucho lo que
dice en algún informativo radiofónico
y su voz huele a perfumada,
como si hubiera hecho
gárgaras con una colonia de
marca. Es voz de pijillo, de antiguo
y anacrónico estudiante de
Preu, de aquellos que salían en
las películas protagonizadas por
jóvenes ricos del franquismo. En
aquellas películas siempre salía
un chico pobre, encorvado por
el peso de la exclusión, para que
pudiera resaltarse con tintes de
obscena compasión el perfil paternalista
de aquel oprobio que
fue la dictadura. El jovencito Ricardo
Costa nunca sería el chico
pobre de la película. No sabría.
Lo suyo es más de pose tiesa,
estirada, como si llevara una
barra de hierro en la espalda o
uno de esos collarines invisibles
que se usan para enderezar las
cervicales. Me llama la atención
en ese chico que no tenga ningún
sentido del pudor, ni problema
alguno para resultar cursi. No se
da cuenta de que la política es
algo más serio que saltar a la arena
del servicio público como
quien, llegado el verano, se disfraza
de marinero y se pega unos
voltios por la farra pecadora de
la noche mediterránea. Para él la
política es como un guateque de
adolescentes en que los chicos y
las chicas se cogen de la mano y
dan saltitos como aquellos de la
yenka más viejos que la tos. Porque
en realidad se trata de personajes
antiguos, reciclado su
atavismo en una falsa encarnadura
de jóvenes emprendedores,
como cuando a un muerto le
pone el doctor Frankenstein el
cerebro de otro muerto y lo devuelve
a la vida lleno de sentimientos
contradictorios. Pero en
toda esa armadura moral que lo
caracteriza como ejemplar clónico
de la clase a la que pertenece
hay algo fantástico: el muchacho,
de vez en cuando, añade
a su gamberra verborrea contra
la izquierda y sobre todo contra
los socialistas un puntito de
ironía que lo encumbra a las cimas
más esplendorosas del delirio.
La ironía. Nada menos. Pues
no es difícil eso. Si no eres un
crack en el dominio de la retórica
te conviertes cuando haces
uso del lenguaje de doble filo en
un perfecto idiota. El otro día le
preguntaban por su jefe Carlos
Fabra, por los mil delitos que se
le imputan, por los motivos de
que no dimita o por los que tiene
el PP para no apartarlo del
partido. Y el joven portento dijo
que Fabra tenía patente de corso
para no pasar por los mismos
filtros éticos de los demás militantes.
Lo que no dijo el jovenzuelo
es que seguramente, y visto
lo visto en los cinco largos
años que dura el proceso a su admirado
maestro, también la justicia
está mirando a Carlos Fabra
con un filtro ético distinto a
como mira a otros que con menos
motivos —al menos aparentemente—
entran en la cárcel
con la rapidez del rayo. Y echando
mano de la ironía imposible,
añadió que se iba a ver la nueva
película de James Bond y después
ya se ocuparía de esa minucia
que son las acusaciones a
un personaje que, no lo dice él
pero yo sí, es uno de los que más
acusaciones delictivas acumula
de la política mundial. A lo mejor
el que más. Se iba, pues, el
niño perfumado a disfrutar del
jolgorio que a bombo y platillo
y con nuestros dineros se había
montado su partido con el estreno
del filme. Igual el chico
Bond puede ser la nueva imagen
de marca del joven Costa. Aunque
siempre será un chico Bond
de celofán. Porque qué quieren
que les diga: no me lo imagino
seduciendo, con la mirada cínica
de Sean Connery, a la espía
bellísima en las lujuriosas madrugadas
del despendole. Me lo
imagino con otro cinismo, sí,
aquél fielmente heredado de
Acebes y Zaplana. Pero no seduciendo
a la espía bellísima en
plan duro a lo Bogart, sino dando
saltitos tontorrones con ella
y sus colegas de guateque al ritmo
de la yenka. Ahí sí que me
imagino al joven Costabond.
Ahí sí.

11.16.2008

AHIR PODÍEM LLEGIR AQUESTA INFORMACIÓ A EL PAÍS

Educación multiplica las vías para repescar a los jóvenes sin la ESO

Gobierno y comunidades acuerdan un plan contra el abandono escolar

J. A. AUNIÓN - Madrid
EL PAÍS - Sociedad - 15-11-2008


El abandono educativo temprano en España es de los más altos de Europa: lo dejan después de la enseñanza obligatoria el 31% de los jóvenes, la mayoría porque no consiguió el título más básico, el de ESO. Las administraciones están de acuerdo en que es un problema de Estado -que está estancado, según el PSOE, y que crece, según el PP- y en que las soluciones pasan por medidas para prevenir el fracaso, pero también por flexibilizar y multiplicar las alternativas al sistema ordinario para reenganchar a los jóvenes que acaban de tirar la toalla. El empeño es que las alternativas no se vean como puertas falsas para conseguir los títulos, sino que quede claro que se mantiene la exigencia en cada escalón del sistema, independientemente del camino seguido para alcanzarlo.

Así, entre las propuestas y recomendaciones del plan contra el abandono educativo temprano que están elaborando las comunidades y el Ministerio de Educación, y que será discutido en una reunión el próximo jueves, está la de aumentar notablemente los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) o la oferta de programas intensivos, con clases extra y de refuerzo, para sacarse la ESO en la educación de adultos en menos tiempo del habitual (en la mayoría de las comunidades son dos cursos). Cada comunidad autónoma tendrá que fijarse un objetivo concreto de reducción del abandono en su territorio. Éstas son algunas de las principales medidas:
- Iniciación profesional. La garantía social, los cursos que hacían los chavales de 16 años (y excepcionalmente los de 15) que estaba claro que no iban a graduarse en el instituto, era una vía muerta: se aprendían los rudimentos de un oficio, pero se acababa sin título ni certificado alguno. Desde este año, la revisión de estos cursos, los Programas de Cualificación Profesional Inicial, conducen a un certificado de profesionalidad expedido por Trabajo y, aprobando unos módulos extra y voluntarios, también al título de ESO. El objetivo del plan es alcanzar las 80.000 plazas dentro de dos cursos, para que estos programas se conviertan en una oferta normal en todos los centros de secundaria. Este año hay 48.300 alumnos en estos programas. Esas 80.000 plazas supondrían ofrecer esta alternativa a uno de cada 12 jóvenes de 15 y 16 años.
Si el alumno aprueba estos programas, aunque no se saque el módulo voluntario de la ESO, podrá acceder a la FP de grado medio a través de un examen. En la actualidad ya existe ese examen, pero con el PCPI aprobado se les eximirá, al menos, de una parte.
- Participación de los padres. Las propuestas y recomendaciones hablan de programas específicos para prevenir el abandono de los estudiantes con mayor riesgo de fracaso (inmigrantes, población gitana, zonas especialmente deprimidas), o de formación del profesorado para el diagnóstico precoz y la atención a estos chavales en riesgo. En el ámbito de las familias también se fomentarán distintas iniciativas, por ejemplo, las medidas que permitan la asistencia de los padres a las reuniones del colegio. Aunque no se cita explícitamente en el plan, la generalización de los permisos laborales para asistir a este tipo de reuniones es una vieja reivindicación de las asociaciones de padres.
- Cada uno a su ritmo. Una parte muy importante de las medidas van específicamente dirigidas a repescar a los jóvenes que dejaron de estudiar sin haber obtenido el título de ESO. En la actual situación de crisis económica, en la que las posibilidades de encontrar un empleo de baja cualificación serán cada vez menores, las administraciones esperan que las matriculaciones, a su vez, se multipliquen.
De lo que se trata es de multiplicar también los caminos de repesca. Por ejemplo, si un joven de 19 años, que lleva tres trabajando, se plantea obtener por fin el título de ESO, quizá le eche para atrás que le hagan falta dos cursos en la educación de adultos para obtenerlo. Así, una de las posibilidades que se contemplan es la de ofrecerles medidas de refuerzo y clases extra para que lo puedan hacer en menos tiempo.
Pero también se buscarán acuerdos con las empresas para el que quiera seguir trabajando mientras obtiene, quizá con más calma, el título, también el de FP. Y se fomentarán los programas semipresenciales, y a distancia o por Internet. Es decir, se propone utilizar todos los recursos al alcance de los centros y ponerlos a disposición de estos jóvenes, incluidos los programas de preparación para sacarse la ESO o acceder a FP.
- Informe y seguimiento. Además, se propone que los chavales que dejen el instituto sin el diploma de secundaria, sí se lleven consigo un informe sobre el grado de adquisición de competencias básicas que han adquirido. Este informe le puede servir al joven, por ejemplo, para que los centros sepan de donde parte si decide reengancharse en el sistema.
Otro incentivo para estos jóvenes es el reconocimiento oficial de lo aprendido durante sus años de experiencia, que se les puede convalidar en su regreso a la educación reglada. Esto ya lo llevan a cabo para los trabajadores de todas las edades seis comunidades, pero la regulación estatal lleva pendiente muchos años. El Gobierno ha anunciado su aprobación para principios de 2009.
- Revisión de la estadística. Se plantea asimismo la revisión de las fuentes estadísticas y su comparabilidad con los datos internacionales. El sistema actual mide el fracaso escolar a través del abandono educativo temprano, pero no está claro dónde y cómo se cuenta a los chavales que siguieron en el bachillerato o la FP y lo dejaron a medias, o los que se reengancharon en las escuelas de adultos y acabaron obteniendo el título. El INE calculó en 2005 que uno de cada tres jóvenes que abandona la ESO vuelve al sistema educativo en los cuatro años siguientes.




De la FP al campus sin Selectividad

Un claro objetivo que se desprende de las propuestas y recomendaciones recogidas en el plan contra el abandono escolar es que no haya vías muertas, es decir, que haya distintas entradas y salidas en cada escalón educativo. Por ejemplo, al recordar que hay que revisar el puente de los programas de cualificación profesional inicial a la FP de grado medio, y de ésta a la FP de grado superior.

Pero, además, la normativa de acceso a la Universidad aprobada ayer por el Consejo de Ministros dice que los titulados en formación profesional de grado superior podrán acceder a cualquier carrera universitaria sin necesidad de hacer el examen de Selectividad. Lo que les contará a estos alumnos -que para llegar a la FP de grado superior tenían que haber aprobado el bachillerato o un examen de acceso si venían desde el grado medio- es la nota en su título de técnico superior.

Hasta ahora, muchos de estos títulos daban acceso sin Selectividad a carreras directamente relacionadas con lo que se había estudiado. Por ejemplo, se podía entrar desde el ciclo de FP en Desarrollo de Productos Electrónicos a casi cualquier ingeniería técnica. La gran novedad es que ese titulado a partir de ahora podrá acceder, sin Selectividad, a carreras que no tengan nada que ver, como Administración y Dirección de Empresas o a Medicina. Eso sí, si le llega la nota.

El argumento de un portavoz del Gobierno es que todos han hecho el bachillerato (o han acreditado un nivel equivalente) y, mientras que unos hacen la Selectividad, los otros han cursado dos años de un título equiparado ya a la enseñanza superior. Sin embargo, una de las posibles objeciones es que estos últimos no pasan por un filtro de control de nivel de alumnos de centros públicos y privados, que es una de las funciones de la Selectividad.

En el curso 2006-2007, el 8,7% de los alumnos que entraron en las universidades presenciales españolas llegó procedente de la FP. Pero en Navarra el porcentaje superó el 17% y en Cataluña, el 12%, según el reciente informe de la Conferencia de Rectores La Universidad en cifras 2008.

La recién aprobada normativa de acceso a la Universidad también da la posibilidad de que los mayores de 40 años que no tengan el título de bachillerato o equivalente, pero sí una gran experiencia laboral, puedan entrar en una carrera directamente relacionada con esa experiencia. Los requisitos de acceso por esta vía los establecerá cada universidad.


11.08.2008

CARTA DE SANT FRANCESC ALS GOVERNANTS DELS POBLES


Leonardo Boff*, 31.10.2008
(Font: Koinonia)

Gairebé al final de la seva vida, Francesc d'Assís va escriure una carta oberta als governants dels pobles. Més de mil franciscans, vinguts de tot el món, reunits a mitjans d'octubre a Brasília van intentar reescriure-la. Vaig aportar la meva col•laboració —prohibida pel bisbe local— en aquests termes:

«A tots els caps d'Estat i portadors de poder d'aquest món, jo fra Francesc d'Assís, el vostre xicotiu i humil serf, desitjo Pau i Bé.

Us escric aquest missatge amb el cor a la mà i els ulls dirigits a l'alt en súplica.
Sento, venint de totes parts, dos clamors que pugen fins al cel. Un és el crit de la Mare Terra, terriblement devastada. L'altre és la queixa aguda de milions i milions de germanes i germans nostres famolencs, malalts i exclosos, els éssers més amenaçats de la creació.
És el clam de la injustícia ecològica i de la injustícia social que implora ser escoltat urgentment.

Germans i germanes meus constituïts en poder: en nom d'aquell que es va anunciar com el «sobirà amant de la vida» (Saviesa 11,26) us suplico: fem una aliança global en pro de la Terra i de la vida.

Tenim poc de temps, i ens falta saviesa. La roda de l'escalfament global del Planeta està girant i ja no podem aturar-la. Però podem disminuir la seva velocitat i impedir els seus efectes catastròfics.

No volem que la nostra Mare Terra, per salvar altres vides amenaçades per nosaltres, es vegi obligada a excloure'ns del seu propi cos i de la comunitat dels éssers vius.

Durant massa temps ens hem comportat com un Satan, explotant i devastant els ecosistemes, quan la nostra vocació és esser l’Àngel Bo, el Curador i el Guardià de tot el que existeix i viu.

Per això, les senyores meves i els senyors meus, us aconsello fermament que penseu no sols en el desenvolupament sostenible de les vostres regions, us aconsello que penseu en el Planeta com un tot, com l'única Casa Comuna que tenim per viure, perquè continuï tenint vitalitat i integritat i preservi les condicions per a la nostra existència i per a la de tota la comunitat terrenal.

La tecnociència que va ajudar a destruir, pot ajudar-nos a rescatar. I serà salvadora si la raó ve acompanyada de sensibilitat, de cor, de compassió i de reverència.

Us adverteixo humilment, germanes i germans meus, que si no feu aquesta aliança sagrada de tenir cura i germanor universal, haureu de retre comptes davant el tribunal de la humanitat i enfrontar-vos al Judici del Senyor de la història.

Volem que el nostre temps sigui recordat com un temps de responsabilitat col•lectiva i de cura amorosa amb la Mare Terra i amb tota la vida.

Finalment, germans i germanes, que modeleu el nostre futur comú: recordeu que la Terra no ens pertany. Nosaltres li pertanyem a ella, que ens va gestar com a filles i fills volguts. Es fa difícil d’acceptar que després de tants milions i milions d'anys sobre aquest planeta esplendorós, hàgim de ser expulsats d'ell.

Per la il•luminació que em ve de Dalt, pressento que no estem davant una tragèdia de final desastrós. Estem dins una crisi que ens purificarà, ens purificarà i ens farà millors. La vida està cridada a la vida. Nascuts de la pols de les estrelles, el Senyor de l'univers ens va crear per brillar i cantar la bellesa, la majestat i la grandesa de la Creació que és l'espai de l'Esperit i el temple de la Santíssima Trinitat, del Pare, Fill i Esperit Sant.

Si observeu tot això que Déu m'ha inspirat i us he comunicat en breus paraules, us asseguro que la Terra tornarà novament a ser el Jardí de l'Edèn i nosaltres els seus dedicats jardiners i curadors».

Signat: F. d'Assís.