3.30.2017

Murcia, espejo de España Antón Losada El pulpito laico


  • Resultado de imagen de cartel d e la pelicula Ninette y un señor de murciaSánchez: El PP no esconde a sus candidatos detrás de una marca inocua

El PP, Rajoy y el presidente de Murcia tratan que veamos de nuevo normalidad en comportamientos que habíamos llegado a percibir como insoportables para una democracia de calidad



Cada nuevo acto de la tragicomedia protagonizada por el PP y el todavía presidente Pedro Antonio Sánchez convierte a Murcia en un espejo perfecto de cuanto está sucediendo en España y su política. Si el clásico de Miguel Mihura Ninette y un señor de Murcia retrató la miseria humana de la España franquista del desarrollismo y la emigración, esta versión 2.0, que bien podría titularse Rajoy y un señor de Murcia, ejemplifica con precisión milimétrica la miseria de todos los déficits mayores que arrastra la cultura democrática española.
Tras la sacudida provocada por la crisis y la indignación social ante el comportamiento de unas élites económicas y políticas que exigían e imponían sacrificios a la mayoría con la misma alegría y facilidad con que se eximían a sí mismas, muchos de los estándares y criterios que rigen los usos y costumbres de nuestra democracia e instituciones fueron sometidos a revisión. Hábitos y comportamientos que se había llegado a aceptar como normales durante los años de la burbuja fueron denunciados y señalados. Instituciones, cargos y organizaciones han tenido que modificar, aunque fuera sólo en apariencia, sus comportamientos y actitudes para tratar de sintonizar con esa demanda social de higiene y decencia democrática.
Con el discurso oficial de salida de la crisis parece venir de regalo el regreso sin complejos a los viejos usos y estándares de los años dorados de la corrupción. El PP, Rajoy y el presidente de Murcia se sitúan en la indiscutible vanguardia de este revival de la miseria, tratando que veamos de nuevo normalidad en comportamientos que habíamos llegado a percibir como insoportables para una democracia de calidad.
Así, en Murcia, su presidente, el PP y Rajoy pretenden que eximamos de cualquier culpa a Pedro Antonio Sánchez porque los seis millones de euros despilfarrados en un auditórium que no está ni terminado "están allí, en la obra y no se los ha llevado a su casa". Ahora que parecía ya estábamos de acuerdo en que no bastaba con no ser ladrón y teníamos derecho a exigir buenos gestores, va a resultar que no, que el despilfarro representa un derecho del gobernante que puede ejercer libremente y por el cual no debe rendir cuentas ni asumir responsabilidades. La incompetencia vuelve a ser un eximente político.
Así, en Murcia, su presidente, el PP y Rajoy pretenden que volvamos a aceptar que para dimitir no basta con que conspiren para delinquir, malversen, prevariquen, repartan dinero público a dedo o se lo gasten en su promoción personal. Además han de tener éxito y ejecutar el crimen. Si se queda en tentativa, no cuenta y lo justo y democrático es hacer como si no hubiera pasado nado. Que el plan falle vuelve a ser otro eximente político.
Así, en Murcia, su presidente, el PP y Rajoy pretenden que volvamos a aceptar que nadie debe asumir responsabilidades políticas hasta que hablen los jueces. Una falacia que ya habíamos descartado porque, cuando hablan los jueces, ya no quedan responsabilidades políticas que asumir, solo sentencias e inhabilitaciones que cumplir.
...tras haber escrito el artículo Losada, la escusa de Rajoy se ha venido al suelo, han aparecido contratos firmados y grabaciones avergonzantes que dejan al hipócrita Presidente de Murcia y a Rajoy con el culo al aire y sin puerta por donde escapar.

3.18.2017

Javier Cercas blanquea de nuevo el fascismo El pulpito laico

Una de las claves de la última novela de Cercas es la ambigüedad: no es de extrañar si pensamos en la dificultad de convertir a su tío abuelo, un fascista común que encuentra la muerte en una batalla, nada menos que en Aquiles
Llevan un tiempo los medios de comunicación, especialmente los del grupo PRISA, bombardeándonos con el último producto de Javier Cercas Mena, El monarca de las sombras, que para variar vuelve a la guerra civil para seguir hablándonos de Falange. Ya lo hizo una vez sobre un personaje tan relacionado con Cáceres como Rafael Sánchez Mazas y ahora lo hace sobre su tío abuelo Manuel Mena Martínez. Y si en el caso de otra de sus novelas, El impostor, su protagonista Enric Marco venía a ser el Quijote ahora Cercas ha decidido asociar al fascista de su tío abuelo con el mítico Aquiles. Supongo que igual que en El impostor debió creerse Cervantes ahora se verá como Homero. Da igual que la novela sea plana, insulsa e incluso un tanto tediosa o que una vez más quiera convencernos de que sus novelas no son de ficción. Estamos ante la obsesión de un profesor de literatura por aparecer en sus novelas y querer hacerlas pasar por algo más que un mero relato con voluntad de ser literario.
Algunos llaman a esto novela de no ficción, relato real, novela antigénero, metaliteratura, género degenerado, posliteratura o como les venga en gana, pero quizás pertenezca de lleno al territorio de la egoficción. Lo curioso es que en sus declaraciones a los medios Cercas no habla como un novelista sino como un historiador, lo cual no deja de llamar la atención en alguien que está convencido de que la historia nunca es objetiva. Aunque cuando dice esto no se sabe cuál de sus muchos "yo" habla, si el personal, el literario, el pueblerino, el mentiroso, el cosmopolita, el  periodístico o el historiador. A saber.
De esta forma ocurre que, sean cuales sean sus intenciones y por muy literarias que parezcan, lo que sus lectores perciben es que lo que leen pretende pasar por Historia. Y así se produce la paradoja: los historiadores llevamos décadas intentando comprender las causas y consecuencias de la destrucción de la II República y por ahí en medio aparece Cercas disfrazado de historiador e inventándose lo que le viene en gana con el aplauso de los que nunca han querido que se conozca ese pasado.    
De entrada conviene situar tanto a Cercas como a su tío abuelo Manuel Mena, a quien considera "un niño inocente". No se cansa de decir allá por donde va que "murió por culpa de una panda de hijos de puta que envenenaban el cerebro de los niños y los mandaban al matadero". No es una reflexión muy elaborada, pero a él le basta, ya que debe pensar que así se le considerará un hombre de izquierdas, un antifranquista. Pero al decir esto olvida que tanto entre los golpistas como entre los defensores de la República hubo gente muy joven, de la misma edad que Mena, y que muchos de ellos sabían perfectamente, al igual que él, por qué y contra qué luchaban.
Así que ni niños ni inocentes ni pandas de hijos de puta. Manuel Mena pudo elegir entre respetar las leyes o actuar al margen de ellas y decidió lo segundo, lo cual no es mal principio para alguien que pensaba iniciar los estudios de Derecho ese mismo año. Se asombraría Cercas si supiera el papel que tuvieron muchos de esos "niños inocentes" en los pueblos que cayeron pronto, como el suyo, en poder de los sublevados.
Según nos cuenta el propio Cercas, uno de sus antepasados, Juan Mena, padre de Manuel, propietario de tierras y ganado, era el cacique del pueblo. Por otra parte su abuelo Francisco Cercas había sido concejal durante el Bienio Negro y fue destituido en febrero del 36. En fecha imprecisa, aunque supongo que sería en los meses del Frente Popular, ambos fueron detenidos y pasaron por la cárcel "acusados de almacenar armas en una finca". Javier Cercas, al que este hecho lleva a decir: "A estas alturas todo estaba preparado para que el país entero volase en mil pedazos", los justifica diciendo que, ante el rumor de que los jóvenes socialistas de la Casa del Pueblo fuesen a realizar una matanza de derechistas, la propia Guardia Civil les aconsejó que se protegieran. ¿Y quién se supone que debía defender a los socialistas de esa gente armada y conchabada con la Guardia Civil?
Además, con ello Cercas da crédito a ese tipo de rumores que circularon a posteriori por todos los pueblos con el único objeto de justificar el golpe y la represión. Lo cierto es que su abuelo Francisco Cercas, presidente de la Sociedad de Agricultores, fue igualmente el presidente de la gestora el 20 de julio del 36, jefe local de Falange y alcalde de Ibahernando entre 1937 y 1939. "Un período bastante breve", añade Cercas sin percatarse de la eternidad que representaron aquellos dos años. Por cierto que en dicha gestora también estaba su tío Juan Domingo Gómez Bulnes, yerno del cacique y que también llegaría a alcalde. Tampoco su bisabuela, la madre de Mena, se cubre de gloria cuando la vemos arremeter contra un vecino que ha luchado por la República con el que se cruza por el pueblo echándole en cara que él viva y su hijo no.
Para Javier Cercas su abuelo Francisco era un "labrador instruido", "hombre cabal" y "dotado de una autoridad congénita y de una congénita capacidad para ejercerla", don este muy extendido entre quienes accedieron al poder por vía militar. Añade que había simpatizado con el socialismo y que procedía de Unión Republicana, el partido de Manuel Azaña. Sirva esto de muestra de las mal digeridas lecturas que ha hecho Cercas, ya que no hace falta ser un experto en historia de la República para saber que Unión Republicana nació de una escisión del Partido Radical y que el Partido de Azaña era Izquierda Republicana y no el que él dice.
En cuanto a su abuelo, aparte del disparate de asociarlo al socialismo, más bien encaja en aquellos reaccionarios descolocados por la llegada de la República que se metieron en el Partido Radical para no quedar fuera de la vida política. Sería todo lo cabal y lo congénitamente capacitado que su nieto desee pero lo que debería haber hecho es presentarse a las elecciones. La forma en que llegó a la alcaldía no lo deja en muy buen lugar y sería curioso ver todos los informes políticos que llevaban su firma.
Cercas intenta mostrar la bondad de sus familiares contando cómo ayudaron a algunos izquierdistas. Parece no saber dos cuestiones básicas: que quien en esas situaciones puede salvar vidas es muy probable que también haya tenido la potestad de destruirlas y que raro fue el partidario del golpe que, por lo que pudiera pasar, no contaba en su haber con un rojo salvado. Y digo esto porque desde el desastre nazi en Stalingrado a fines de 1942 y la debacle del fascismo italiano en septiembre de 1943 más de uno empezó a pensar en el nuevo signo de los tiempos. Por suerte para ellos la censura franquista les libró de ver los cadáveres de Mussolini y otros afines colgados en una plaza de Milán en abril de 1945.
Para los que apoyaron el golpe militar y se unieron a fuerzas paramilitares como las banderas de Falange, caso de Francisco Cercas y Manuel Mena, su idea de lo que se traían entre manos era similar a la de un paseo triunfal. Tenían ante sí lo ocurrido en Cáceres, una provincia que había caído casi por completo en cuestión de días. Para esta gente su tarea consistía en ocupar el poder municipal, acabar con la vida de una serie de gente muy concreta, expulsar de todas las instancias locales a las personas relacionadas con la República y reajustar la vida local como poco a la situación existente antes del 14 de abril de 1931. La experiencia republicana debía ser destruida y borrada, como si no hubiera existido.
Pero ocurrió que la marcha triunfal terminó de manera abrupta el 7 de noviembre de 1936 en las puertas de Madrid. Contra todo pronóstico el ejército de la República paró en seco a las diferentes columnas que esperaban ocuparla en poco tiempo. Todos ansiaban celebrar la entrada en Madrid, unos con sus consejos de guerra listos para desinfectar la capital y otros con toda la parafernalia para la celebración de misas al aire libre, y resulta que no solo no lo consiguieron sino que el golpe devino en una guerra interminable, una guerra de verdad y no la escabechina que venían practicando desde julio. La decepción que sufrieron Francisco Cercas y Manuel Mena de la que habla Cercas no era otra cosa que el terrible choque que la guerra de verdad produjo incluso en aquellos que la provocaron. La guerra no era lo que les habían contado.
Nos cuenta Cercas –imposible saber qué hay de verdad en ello– que Manuel Mena, a la altura de 1938, estaba ya harto de la guerra y que si volvía a ella era por un sacrificio personal, para que no tuviera que ir otro de sus hermanos. Lo que le lleva a afirmar que era "un hombre de carne y hueso, un simple muchacho pundonoroso y desengañado de sus ideales y un soldado perdido en guerra ajena". También "había sido capaz de arriesgar su vida por valores que, (…), estaban para él por encima de la vida, aunque no lo estuvieran o aunque para nosotros no lo estuvieran".
Y añade: "… no murió por la patria…no murió por defenderla… murió por nada…". ¿Le parecerá poco a Cercas que su familia pasase a controlar el pueblo desde el 20 de julio de 1936? ¿No le choca que su abuelo Francisco Cercas, presidente de la primera gestora fascista y alcalde durante la guerra, considerara ya de mayor a los vencedores como una banda de arribistas y desaprensivos, cuando no maleantes, y que sintiera por ellos el mayor desprecio? ¿Acaso no estaban él y su familia entre ellos? Se trata de un fenómeno conocido y que pasó también a fascistas de toda Europa: con el paso de los años aquel pasado negro les empezó a estorbar.
Otro problema es la terminología. Solo dos apuntes. Cercas y otros como él no se cansan de escribir y de hablar de cuándo estalló la guerra civil. Con ello lo que hacen es cubrir con el manto de la guerra unos meses en los que no cabe hablar de guerra alguna, sino simplemente de golpe militar y de represión. El 17 y 18 de julio no estalla guerra alguna, sino que se produce un golpe de estado contra la República, golpe que, como hoy sabemos, venía preparándose desde el mismo día de su proclamación. La guerra vino luego. Primero fue la sublevación, el trasvase a la península del ejército de África, sin el cual poco hubieran podido hacer, y el plan represivo que produjo en pocos meses un genocidio de proporciones desconocidas en nuestro país. En la zona controlada por los fascistas no hubo paseos, sino un plan de exterminio perfectamente organizado por los militares y civiles que movían los hilos de la maquinaria represiva.
Las personas asesinadas en Ibahernando, unas doce, dos de ellas mujeres, no fueron paseadas por un grupo de incontrolados sino que lo fueron por decisión de un comité local presidido por alguien en funciones de comandante militar, comité que, aunque conocido por todos –máxime en un pueblo de dos mil y pico de habitantes–, solía mantenerse en la sombra. Es posible que el comandante militar de Ibahernando fuese un guardia civil y que este estuviese asesorado en las tareas represivas por algunos  vecinos. Los componentes de dicho comité no solían mancharse las manos de sangre, para eso estaban el personal subalterno, ya fueran falangistas, guardias o simples voluntarios. Así pues hablar de paseos es ignorar la mecánica represiva puesta en marcha por los sublevados.
Una de las claves de la novela es la ambigüedad, lo cual no es de extrañar si pensamos en la dificultad de convertir a un fascista común que encuentra la muerte en una batalla nada menos que en Aquiles. Veamos un ejemplo. En un momento se puede leer que la Falange fue "la milicia armada de la reacción en el violento expediente de urgencia segregado por la oligarquía para terminar con una democracia que pretendía reducir sus privilegios…". Esto parece que procede de algún libro. Y en otro se asocia esa misma Falange al "idealismo romántico y antiliberal, la radicalidad juvenil, el vitalismo irracionalista y el entusiasmo por los liderazgos carismáticos y los poderes fuertes de aquella ideología de moda en Europa". Y aquí parece que transcribe a Sánchez Mazas.
Cercas prefiere hablar de falangistas y franquistas más que de fascistas y de fascismo, concepto que solo aparece en relación con Europa. Esta confusión sistemática está en la base de la novela y es continua y obligada, ya que si no existiera no habría forma de salvar al personaje. Parece que este es el destino de Cercas: salvar a fascistas y farsantes como Sánchez Mazas, Enric Marco o Manuel Mena.
El panfleto de Cercas se encuentra en la misma onda de aquella declaración que el gobierno de Felipe González y Alfonso Guerra realizó en 1986 con motivo del cincuenta aniversario del golpe militar. Según parece, pretendían "honrar y enaltecer la memoria de todos los que, en todo tiempo, contribuyeron con su esfuerzo, y muchos de ellos con su vida, a la defensa de la libertad y de la democracia en España". Y también manifestar "su respeto a quienes, desde posiciones distintas a las de la España democrática, lucharon por una sociedad diferente a la que también muchos sacrificaron su propia existencia".
Pues bien, este cinismo de calculada ambigüedad es exactamente el mismo que parece inspirar el escrito de Cercas. El PSOE lo hacía por satisfacer a todos, seguir obteniendo más votos que los demás y perpetuarse en el poder. Cercas lo hace para blanquear a través de su tío y de su familia el pasado del fascismo español. También para salvarse a sí mismo de tan negra memoria familiar, con la que no sabe qué hacer. Afirma que solo en la madurez ha dejado de sentir vergüenza por sus orígenes familiares, pero que ya se ha resignado a ellos. Y piensa, imbuido sin duda de la clarividencia histórica que lo caracteriza, que su familia "había sido franquista, o por lo menos había aceptado el franquismo con la misma mansedumbre acrítica que lo había aceptado la mayor parte del país".
Sin duda le hubiera venido bien un proyecto de investigación similar al que se llevó a cabo en Alemania en los años noventa, titulado "El abuelito no fue nazi. Nacionalsocialismo y holocausto en la memoria familiar".
Al recordar el entierro celebrado en el pueblo en honor de Manuel Mena Martínez viene a la memoria lo escrito por un vecino de Sanlúcar de Barrameda con motivo de un acontecimiento similar ocurrido allí durante la guerra. Decía: "Rodeada así la vida de este aparato militar y litúrgico, la vida parece una cosa despreciable. Dan ganas de convertirse en muerto". Eso debieron pensar algunos vecinos de Ibahernando, olvidando que ya había habido muertos.
Desgraciadamente Cercas aporta escasa información sobre los vecinos de su pueblo que fueron asesinados a partir del 20 de julio. Quizás la más citada sea la maestra Sara García, de 22 años, cuyo cadáver apareció en una finca. Como en otras muchas ocasiones el crimen se justifica por motivos externos: porque su novio, un izquierdista, había huido o, también, porque se trató de una venganza de un pretendiente anterior. Conocemos estas historias. Son ya muchos años intentando asociar la represión a cuestiones personales. Hay, sin embargo, otra opción que Cercas no tiene en cuenta: por lo general la gente dedicada a la enseñanza fue asesinada por ser de izquierdas y representar la apuesta más importante realizada en nuestra historia a favor de la educación pública. Por su edad, la maestra Sara García pudo ser una de esas maestras de la generación de la República que no encajaban de ninguna manera en los planes de enseñanza que los sectores más reaccionarios de la sociedad española, con la Iglesia en cabeza, impusieron de inmediato. También fue asesinado otro maestro.
Para justificar el terror que segó vidas en una pequeña localidad en la que hasta ese momento no se había derramado sangre, Cercas recurre a fórmulas que no cuadran con el caso. No se trata ya de dar pábulo a rumores como el de que jóvenes socialistas habían creado una lista con los nombres de los derechistas que había que eliminar, sino de hablar de "la situación explosiva" existente en el pueblo en los meses anteriores al golpe o aludir a los propietarios "asustados por la deriva revolucionaria de la República y sobre todo por la atmósfera de violencia que desde hace meses se respira en Ibahernando". Tampoco se priva de decirnos que sería raro que Manuel Mena "no respirase allí [Cáceres] la atmósfera de preguerra que se respiraba en todo el país" y que sintiese "la inminencia del estallido violento" que todo el mundo sentía. Cercas está preparando el terreno para el golpe y para su familia.  
Al poco tiempo de morir, el nombre de Manuel Mena pasó a denominar una calle del pueblo. Según la ley de memoria histórica esta calle debería desaparecer. Nadie que se sume a un golpe de estado merece una calle. La pregunta que surge ahora, tras la salida al mercado de la novela de Cercas, es quién se atreverá quitar del callejero de Ibahernando al héroe local que su sobrino nieto ha convertido en mito. ¿Qué más da que sirviese por voluntad propia en fuerzas paramilitares como Falange o a las órdenes de golpistas como Yagüe o Barrón? Es más, tal como van los tiempos es muy posible que Javier Cercas, además de dar nombre a la Casa de la Cultura de su pueblo, pase a denominar alguna de las calles cercanas a la de su tío abuelo. El día que eso ocurra se cerrará esta historia. Aquiles y Homero juntos.
La cuestión de fondo del libro de Cercas es dejar sentado que se puede ser "un joven noble y puro y al mismo tiempo luchar por una causa equivocada", es decir, ser un fascista. Como es lógico, la respuesta del sobrino nieto de Manuel Mena Martínez, en la estela de la declaración del gobierno de González y Guerra en 1986, es que sí.
Este mismo espíritu es el que ha llevado hace poco a un juez de Soria, Carlos Sánchez Sanz, a decidir que el nombre de Yagüe debe seguir unido al de San Leonardo, su pueblo. Esto y un acuerdo de pleno de 2016 en el mismo sentido firmado por PP, PSOE y Ciudadanos. El argumento es similar al de Cercas: una cosa es el Yagüe falangista, guerrero y represor, y otra muy diferente el Yagüe benefactor que convirtió a su pueblo en un oasis soriano. Naturalmente se deja a un lado que la decisión de denominar al pueblo San Leonardo de Yagüe es de enero de 1940, cuando el jefe de la columna de la muerte aún no había derramado su acción benéfica sobre su pueblo.
Y es que Yagüe, como Mena, también entra dentro de ese privilegiado grupo de hombres puros y cabales que dieron vida, cada uno desde su sitio, al fascismo español, igual que "el poeta" Pemán o "el aviador" Ruiz de Alda. ¿Para cuándo la reposición de las plazas y avenidas antaño dedicadas a Franco, el gran benefactor de España? Sería solo el principio. Al fin y al cabo hombres de tan gran corazón como el carnicero de Badajoz no hubo muchos, pero de héroes locales está el país lleno.

Juan José Tamayo, director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Ignacio Ellacuría de la Universidad Carlos III. Juan José Tamayo "La democracia española es rehén de la jerarquía católica" "La reforma del papa Francisco no ha pasado los Pirineos", denuncia Juan José Tamayo sobre el alto clero español: "No estamos en una democracia laica, sino en un Estado que tiene una confesionalidad que no disimula" carlos del castillo "Puedes ponerlo, fui condiscípulo riguroso del cardenal Cañizares, nuestras tesis doctorales fueron dirigidas por el mismo profesor de Teología. Él nos decía que no había dirigido dos tesis con posiciones más contrarias". La tesis de Juan José Tamayo (Palencia,1946) versó sobre la Juventud Obrera Cristiana, mientras que la del cardenal Antonio Cañizares, sobre la vida, obra y milagros de un santo valenciano. Tamayo continuó sus estudios hasta convertirse en uno de los más reconocidos teólogos de la liberación. Ideología que, cuentan, inspiró el giro que el papa Francisco quiso dar a la Iglesia católica. Justo cuando se cumplen cuatro años de papado de Jorge Bergoglio, cuando la Conferencia Episcopal ha elegido a Cañizares vicepresidente, y cuando el laicismo del Estado español vuelve a ser foco de debate, Tamayo, director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones en la Universidad Carlos III, carga duramente contra el alto clero español y el papel de la Iglesia en la democracia. P: ¿Ha logrado la democracia española independizarse de la Iglesia católica? R: La democracia española, después de la muerte de Franco, desde la Transición hasta nuestros días, es rehén de la Iglesia católica. O mejor, de la jerarquía católica. Desde la Transición lo que han hecho los diferentes partidos que han estado en el Gobierno ha sido dotar a la Iglesia de cada vez más privilegios esperando una rentabilidad en apoyo político. No estamos en una democracia laica, sino en un Estado que dudo que sea siquiera no confesional, sino que tiene una confesionalidad que no disimula. Primero en los textos, ya que la Constitución reconoce el estatuto especial de la Iglesia católica, y segundo en la práctica política, ya que le concede todo tipo de privilegios: educativos, económicos, fiscales e incluso militares, ya que el Ejército español cuenta con un arzobispo con sacerdotes a su servicio, y que van ascendiendo en graduación al mismo nivel que el resto de los militares. Estas prebendas no solamente no se han reducido no solamente no se han reducido con el paso del tiempo y con los partidos de izquierda en el gobierno, sino que se han incrementado todavía más. El ejemplo más claro es la casilla de la declaración de la renta, que le supone un ingreso de 250 millones que concedido por el Estado generosa y gratuitamente, sin que haya una justificación para esa aportación. El trato que se da a la Iglesia católica en este tema es del mismo nivel que el trato que se le da a los asuntos sociales. Eso es una hipoteca gravísima y un ejemplo claro de que seguimos en un Estado confesional. ¿Y la moral del Estado? ¿Cree que también está demasiado influida por la Iglesia católica? Claro. La moral del Estado es una moral católica, pero además de los sectores más conservadores. Lo que está pasando es que afortunadamente la ciudadanía éticamente es mayor de edad, se rige por su propia conciencia, los derechos humanos y los principios de una ética cívica, y para nada tiene en cuenta ese trasvase desde la moral católica hacia la moral del Estado. El mejor antídoto frente a esa dependencia está en esa madurez y mayoría de edad de ciudadanos y ciudadanas españolas, que en muy poco tiempo han conseguido liberarse de la moralina represiva de la Iglesia católica. Buena parte de las leyes que se han elaborado en estos 40 años, que han rozado los principios doctrinales de la Iglesia católica, han tenido que salir con forceps. Y además con unas enormes limitaciones, porque la Iglesia católica se ha encargado de identificar pecado con delito, calificando de delitos aquellos comportamientos que en el interior de la Iglesia católica son pecado, cuando tenían que estar clara y netamente separados. Un ejemplo de esta falta de separación está en los juicios de personas que han expresado libremente una serie de actitudes en espacios religiosos que se consideran profanación dentro de la Iglesia católica y el Código Penal los traduce en culpabilidad penal. Yo creo que todavía la moral del Estado está hipotecada por la moral cristiana... Tradicional. Porque hay una ética del Evangelio, que es la ética de la Liberación, de la justicia, de la solidaridad, la ética de la opción por los excluidos, que no practican los jerarcas, no la ponen en práctica y tampoco se ha traspasado al Estado. Pero a la hora de identificar sus propios delitos... No se ha producido ninguna colaboración de la Iglesia católica en casos claramente delictivos de sacerdotes, de profesores de colegios, pederastas, que no han sido entregados a la justicia, ni tan siquiera han recibido un castigo dentro de la propia comunidad cristiana. La jerarquía católica, la Conferencia Episcopal, no se ha pronunciado ante el autobús de Hazte Oír. Tenía que haberse pronunciado, porque es un mensaje totalmente homófobo, pero sin embargo ha preferido callarse. ¿Por qué? Porque en el fondo está de acuerdo con esos mensajes ultraconservadores que fomentan el odio. Una Conferencia Episcopal que acaba de elegir como vicepresidente al cardenal Cañizares, conocido por sus declaraciones homófobas Cañizares es un cardenal que en sus declaraciones demuestra odio a todo lo que tenga que ver con las relaciones que no son heterosexuales. Que está en contra de la teoría de género, a la que desprecia llamándola ideología de género y diciendo que es una de las ideologías más funestas de la humanidad. Además, con motivo del fenómeno de la inmigración dijo que había que tener mucho cuidado con los inmigrantes porque podían ser como el caballo de Troya. Eligen por mayoría absoluta a un cardenal que es homófobo, que es xenófobo, que es machista, patriarcal y sexista. ¿No es esto un ejemplo claro de cómo está posicionada la Conferencia Episcopal? No es un obispo sin más, es que este obispo con estas declaraciones ha sido ratificado por mayoría absoluta como vicepresidente de la Conferencia Episcopal. ¿No es esto grave? ¿Es esto una prueba de la progresiva radicalización del discurso de la Conferencia Episcopal? En la medida en que avanzan las leyes críticas con la violencia de género, defensoras de la Igualdad entre hombres y mujeres, respetuosas con las diferentes identidades sexuales, ellos radicalizan todavía más sus posiciones reaccionarias e integristas. Se consideran los guardianes de la moral. Yo nunca he hecho declaraciones contra Cañizares, fue mi condiscípulo y fuimos buenos amigos. Él era un hombre… Nunca progresista, pero tampoco tan integrista como ahora, sino más centrista, del Vaticano II, de planteamientos más moderados. Nunca sacó los pies del estribo como lo está haciendo ahora. Que haga esas declaraciones me parece muy mal, aún cuando nunca le he criticado públicamente, las repruebo radicalmente. Pero que a esta persona la hayan nombrado vicepresidente de la Conferencia Episcopal me parece la mejor prueba, la verificación empírica de la deriva inmovilista que está siguiendo la jerarquía católica. ¿Podría estar Cañizares radicalizando su discurso precisamente para ascender en la jerarquía eclesiástica? Precisamente ahora con [el papa] Francisco, hacer esas declaraciones tan generadoras de odio debería generar todo lo contrario. Pero claro, la reforma de Francisco no ha pasado los Pirineos. Y por eso Cañizares, que se posiciona de manera clara y directa y sin ningún tipo de reparo contra las orientaciones renovadoras del papa, puede ascender. Si realmente los obispos españoles caminaran en la dirección del papa, a Cañizares nunca le habrían podido elegir vicepresidente. "La reforma del papa Francisco no ha pasado los Pirineos" Se ha impuesto la continuidad integrista y conservadora en contra de la orientación reformadora. Estas elecciones han sido una bofetada en contra del proyecto del papa Francisco. ¿Se ha quedado la Iglesia española anclada en el pasado? A la Conferencia Episcopal le falta sentido profético, están demasiados instalados en el sistema eclesiástico, son demasiado complacientes con el poder político del que reciben muchas prebendas, y en agradecimiento no demuestran esa crítica que por ejemplo hace Francisco al capitalismo por ser injusto de raíz. Estos obispos, a lo largo de la crisis no han hecho apenas declaraciones contra la responsabilidad que tiene el neoliberalismo al provocar todavía más desigualdad. "Contra el divorcio, contra el aborto, contra... Pero muy pocas veces, y de manera encubierta, han condenado la violencia de género" Es ingente la cantidad de documentos que han publicado los obispos españoles en estos últimos 40 años contra el divorcio, contra el aborto, contra la píldora del día después, contra las relaciones prematrimoniales, contra la fecundación in vitro, contra la ordenación de las mujeres, contra el matrimonio de los sacerdotes, contra y contra y contra todo aquello que supone una apertura en la sexualidad, en las relaciones de pareja, en los modelos de familia, etc. Yo he recogido hasta 14 noes de los obispos. Sin embargo muy pocas veces, y de manera encubierta, han condenado la violencia de género. Condenan la teoría de género descalificandola como ideología, incluso algunos obispos consideran que esta ideología de género es la responsable de que las mujeres se rebelen y luego los hombres ejerzan la violencia contra ellas. Es escandaloso. Tantos documentos contra la ideología de género y ni una sola manifestación, ni una solo documento público contra la violencia de género que se lleva por delante mujeres. ¿No es eso una falta de piedad, de misericordia, de sensibilidad hacia la violencia contra las mujeres? ¿No está también legitimando, al menos indirectamente, esa violencia? ¿Y no va eso contra su propio interés? ¿Cómo logrará la Iglesia llegar a la gente si adopta una postura tan reaccionaria? Son los peores propagandistas de su propio producto. Ellos mismos se están haciendo el harakiri. Con estas posiciones cada vez es mayor el número de apostatas explícitos que abandonan la Iglesia porque no pueden compartir estos planteamientos que no tienen ninguna sensibilidad hacia los sectores que sufren. Ellos van a decir que la causa de la falta de fe es de la secularización, de la pornografía, del libertinaje… Pero en el fondo la responsabilidad en la crisis que está sufriendo la Iglesia hoy es interior, están eligiendo el peor camino para poder defender la autenticidad y la verdad del mensaje que dicen anunciar. El pulpito laico

Juan José Tamayo, director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Ignacio Ellacuría de la Universidad Carlos III.

Juan José Tamayo "La democracia española es rehén de la jerarquía católica"

"La reforma del papa Francisco no ha pasado los Pirineos", denuncia Juan José Tamayo sobre el alto clero español: "No estamos en una democracia laica, sino en un Estado que tiene una confesionalidad que no disimula"


carlos del castillo
"Puedes ponerlo, fui condiscípulo riguroso del cardenal Cañizares, nuestras tesis doctorales fueron dirigidas por el mismo profesor de Teología. Él nos decía que no había dirigido dos tesis con posiciones más contrarias".
La tesis de Juan José Tamayo (Palencia,1946) versó sobre la Juventud Obrera Cristiana, mientras que la del cardenal Antonio Cañizares, sobre la vida, obra y milagros de un santo valenciano. Tamayo continuó sus estudios hasta convertirse en uno de los más reconocidos teólogos de la liberación. Ideología que, cuentan, inspiró el giro que el papa Francisco quiso dar a la Iglesia católica.
Justo cuando se cumplen cuatro años de papado de Jorge Bergoglio, cuando la Conferencia Episcopal ha elegido a Cañizares vicepresidente, y cuando el laicismo del Estado español vuelve a ser foco de debate, Tamayo, director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones en la Universidad Carlos III, carga duramente contra el alto clero español y el papel de la Iglesia en la democracia. 

P: ¿Ha logrado la democracia española independizarse de la Iglesia católica?

R: La democracia española, después de la muerte de Franco, desde la Transición hasta nuestros días, es rehén de la Iglesia católica. O mejor, de la jerarquía católica. Desde la Transición lo que han hecho los diferentes partidos que han estado en el Gobierno ha sido dotar a la Iglesia de cada vez más privilegios esperando una rentabilidad en apoyo político.
No estamos en una democracia laica, sino en un Estado que dudo que sea siquiera no confesional, sino que tiene una confesionalidad que no disimula. Primero en los textos, ya que la Constitución reconoce el estatuto especial de la Iglesia católica, y segundo en la práctica política, ya que le concede todo tipo de privilegios: educativos, económicos, fiscales e incluso militares, ya que el Ejército español cuenta con un arzobispo con sacerdotes a su servicio, y que van ascendiendo en graduación al mismo nivel que el resto de los militares.
Estas prebendas no solamente no se han reducido no solamente no se han reducido con el paso del tiempo y con los partidos de izquierda en el gobierno, sino que se han incrementado todavía más. El ejemplo más claro es la casilla de la declaración de la renta, que le supone un ingreso de 250 millones que concedido por el Estado generosa y gratuitamente, sin que haya una justificación para esa aportación.
El trato que se da a la Iglesia católica en este tema es del mismo nivel que el trato que se le da a los asuntos sociales. Eso es una hipoteca gravísima y un ejemplo claro de que seguimos en un Estado confesional.

¿Y la moral del Estado? ¿Cree que también está demasiado influida por la Iglesia católica?

Claro. La moral del Estado es una moral católica, pero además de los sectores más conservadores. Lo que está pasando es que afortunadamente la ciudadanía éticamente es mayor de edad, se rige por su propia conciencia, los derechos humanos y los principios de una ética cívica, y para nada tiene en cuenta ese trasvase desde la moral católica hacia la moral del Estado. El mejor antídoto frente a esa dependencia está en esa madurez y mayoría de edad de ciudadanos y ciudadanas españolas, que en muy poco tiempo han conseguido liberarse de la moralina represiva de la Iglesia católica.
Buena parte de las leyes que se han elaborado en estos 40 años, que han rozado los principios doctrinales de la Iglesia católica, han tenido que salir con forceps. Y además con unas enormes limitaciones, porque la Iglesia católica se ha encargado de identificar pecado con delito, calificando de delitos aquellos comportamientos que en el interior de la Iglesia católica son pecado, cuando tenían que estar clara y netamente separados. Un ejemplo de esta falta de separación está en los juicios de personas que han expresado libremente una serie de actitudes en espacios religiosos que se consideran profanación dentro de la Iglesia católica y el Código Penal los traduce en culpabilidad penal.
Yo creo que todavía la moral del Estado está hipotecada por la moral cristiana... Tradicional. Porque hay una ética del Evangelio, que es la ética de la Liberación, de la justicia, de la solidaridad, la ética de la opción por los excluidos, que no practican los jerarcas, no la ponen en práctica y tampoco se ha traspasado al Estado.

Pero a la hora de identificar sus propios delitos...

No se ha producido ninguna colaboración de la Iglesia católica en casos claramente delictivos de sacerdotes, de profesores de colegios, pederastas, que no han sido entregados a la justicia, ni tan siquiera han recibido un castigo dentro de la propia comunidad cristiana.
La jerarquía católica, la Conferencia Episcopal, no se ha pronunciado ante el autobús de Hazte Oír. Tenía que haberse pronunciado, porque es un mensaje totalmente homófobo, pero sin embargo ha preferido callarse. ¿Por qué? Porque en el fondo está de acuerdo con esos mensajes ultraconservadores que fomentan el odio.

Una Conferencia Episcopal que acaba de elegir como vicepresidente al cardenal Cañizares, conocido por sus declaraciones homófobas

Cañizares es un cardenal que en sus declaraciones demuestra odio a todo lo que tenga que ver con las relaciones que no son heterosexuales. Que está en contra de la teoría de género, a la que desprecia llamándola ideología de género y diciendo que es una de las ideologías más funestas de la humanidad. Además, con motivo del fenómeno de la inmigración dijo que había que tener mucho cuidado con los inmigrantes porque podían ser como el caballo de Troya.
Eligen por mayoría absoluta a un cardenal que es homófobo, que es xenófobo, que es machista, patriarcal y sexista. ¿No es esto un ejemplo claro de cómo está posicionada la Conferencia Episcopal? No es un obispo sin más, es que este obispo con estas declaraciones ha sido ratificado por mayoría absoluta como vicepresidente de la Conferencia Episcopal. ¿No es esto grave?

¿Es esto una prueba de la progresiva radicalización del discurso de la Conferencia Episcopal?

En la medida en que avanzan las leyes críticas con la violencia de género, defensoras de la Igualdad entre hombres y mujeres, respetuosas con las diferentes identidades sexuales, ellos radicalizan todavía más sus posiciones reaccionarias e integristas. Se consideran los guardianes de la moral.
Yo nunca he hecho declaraciones contra Cañizares, fue mi condiscípulo y fuimos buenos amigos. Él era un hombre… Nunca progresista, pero tampoco tan integrista como ahora, sino más centrista, del Vaticano II, de planteamientos más moderados. Nunca sacó los pies del estribo como lo está haciendo ahora.
Que haga esas declaraciones me parece muy mal, aún cuando nunca le he criticado públicamente, las repruebo radicalmente. Pero que a esta persona la hayan nombrado vicepresidente de la Conferencia Episcopal me parece la mejor prueba, la verificación empírica de la deriva inmovilista que está siguiendo la jerarquía católica.

¿Podría estar Cañizares radicalizando su discurso precisamente para ascender en la jerarquía eclesiástica?


Precisamente ahora con [el papa] Francisco, hacer esas declaraciones tan generadoras de odio debería generar todo lo contrario. Pero claro, la reforma de Francisco no ha pasado los Pirineos. Y por eso Cañizares, que se posiciona de manera clara y directa y sin ningún tipo de reparo contra las orientaciones renovadoras del papa, puede ascender. Si realmente los obispos españoles caminaran en la dirección del papa, a Cañizares nunca le habrían podido elegir vicepresidente.
"La reforma del papa Francisco no ha pasado los Pirineos"
Se ha impuesto la continuidad integrista y conservadora en contra de la orientación reformadora. Estas elecciones han sido una bofetada en contra del proyecto del papa Francisco.

¿Se ha quedado la Iglesia española anclada en el pasado?


A la Conferencia Episcopal le falta sentido profético, están demasiados instalados en el sistema eclesiástico, son demasiado complacientes con el poder político del que reciben muchas prebendas, y en agradecimiento no demuestran esa crítica que por ejemplo hace Francisco al capitalismo por ser injusto de raíz. Estos obispos, a lo largo de la crisis no han hecho apenas declaraciones contra la responsabilidad que tiene el neoliberalismo al provocar todavía más desigualdad.
"Contra el divorcio, contra el aborto, contra... Pero muy pocas veces, y de manera encubierta, han condenado la violencia de género"
Es ingente la cantidad de documentos que han publicado los obispos españoles en estos últimos 40 años contra el divorcio, contra el aborto, contra la píldora del día después, contra las relaciones prematrimoniales, contra la fecundación in vitro, contra la ordenación de las mujeres, contra el matrimonio de los sacerdotes, contra y contra y contra todo aquello que supone una apertura en la sexualidad, en las relaciones de pareja, en los modelos de familia, etc. Yo he recogido hasta 14 noes de los obispos. Sin embargo muy pocas veces, y de manera encubierta, han condenado la violencia de género. Condenan la teoría de género descalificandola como ideología, incluso algunos obispos consideran que esta ideología de género es la responsable de que las mujeres se rebelen y luego los hombres ejerzan la violencia contra ellas. Es escandaloso.

Tantos documentos contra la ideología de género y ni una sola manifestación, ni una solo documento público contra la violencia de género que se lleva por delante mujeres. ¿No es eso una falta de piedad, de misericordia, de sensibilidad hacia la violencia contra las mujeres? ¿No está también legitimando, al menos indirectamente, esa violencia?

¿Y no va eso contra su propio interés? ¿Cómo logrará la Iglesia llegar a la gente si adopta una postura tan reaccionaria?


Son los peores propagandistas de su propio producto. Ellos mismos se están haciendo el harakiri. Con estas posiciones cada vez es mayor el número de apostatas explícitos que abandonan la Iglesia porque no pueden compartir estos planteamientos que no tienen ninguna sensibilidad hacia los sectores que sufren.

Ellos van a decir que la causa de la falta de fe es de la secularización, de la pornografía, del libertinaje… Pero en el fondo la responsabilidad en la crisis que está sufriendo la Iglesia hoy es interior, están eligiendo el peor camino para poder defender la autenticidad y la verdad del mensaje que dicen anunciar.

Quiero comer tranquilo Conéctate Conéctate José Vicente Rodríguez Conejo El País

Yo solo quiero comer tranquilo, de verdad. Llega uno del trabajo y parece que todas las empresas saben a qué hora entro en casa: interrupciones constantes para ofrecer un cambio en mi compañía del gas o en la comercializadora de la luz, o el Banco ofreciendo el último chollo, o una compañía telefónica con su paquete total casi gratuito. Y uno, que no quiere ser maleducado e interrumpir bruscamente la conversación, al final vuelve al plato con todo frío. Esto no puede ser. ¡Déjennos comer tranquilos!— José Vicente Rodríguez Conejo. Monforte de Lemos (Lugo).

3.15.2017

¿Quieres saber qué es la trama?

Caravaggio a Montserrat (del Museu de Montserrat)



Jornades d'estudi · 2 i 3 de juny de 2017
Caravaggio a Montserrat
Centenari de l'arribada del Sant Jeroni penitent a Montserrat
El Museu de Montserrat organitza un curs obert a tothom per celebrar el centenari de l’arribada a Montserrat del quadre Sant Jeroni penitent, l’única obra de Caravaggio que hi ha a Catalunya. Les jornades seran els dies 2 i 3 de juny i reuniran alguns dels millors especialistes en Caravaggio a nivell internacional. 
Descarrega el programa
Informació i inscripcions: 938 777 745 / museu@larsa-montserrat.com

3.09.2017

El Congreso investigará a partir de esta semana la guerra sucia de Interior (El pulpito laico)

El Congreso investigará a partir de esta semana la guerra sucia de Interior

El Congreso constituirá esta semana la comisión de investigación sobre la actuación de Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior. Aunque no se ha tratado en la reunión de la Mesa de este martes, la intención de la presidenta de la cámara baja, Ana Pastor, es que se ponga en marcha el próximo jueves, al finalizar el pleno.
La comisión se aprobó a finales de septiembre con la única oposición de los diputados del PP, pero se ha retrasado su constitución por el estado de salud de Fernández Díaz. A mediados de febrero, el PSOE pidió que se retomase su puesta en marcha por la "mejoría en el estado de salud" del exministro.
En principio, estaba previsto que la Mesa del Congreso acordase este martes la fecha para constituir la comisión, una vez que los grupos ya han acordado su composición:  estará compuesta por tres representantes del PP, tres del PSOE, dos de Unidos Podemos, y uno de Ciudadanos, ERC, PNV y el Grupo Mixto (PDeCAT).
Finalmente no se ha tratado en la reunión de este martes, aunque fuentes de la Presidencia del Congreso afirman que Pastor ha fijado el jueves como el día para su constitución. Esta decisión no tiene que ser avalada por el resto de miembros de la mesa, ya que es una decisión exclusiva de la presidenta de la cámara baja.

Las maniobras de la 'policía política'

El PSOE registró la petición en julio de 2016 y aseguró que debía analizar la "estructura policial convenientemente destinada a cumplir una doble estrategia dirigida, de una parte, a obstaculizar la investigación de los escándalos de corrupción que afectaban al Partido Popular (Gürtel, papeles de Bárcenas, tramas de financiación ilegal, espionaje político en la Comunidad de Madrid,…); y de otra, al seguimiento, la investigación y, en su caso, la persecución de adversarios políticos y miembros del propio Cuerpo de Policía Nacional".
Los nacionalistas catalanes registraron unas semanas después una solicitud similar con el objetivo de analizar las grabaciones reveladas por Público entre Fernández Díaz y director de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso, en las vísperas del 9-N.
En las grabaciones se escucha una larga conversación en la que De Alfonso explica que está investigando el entorno familiar de Junqueras en busca de escándalos que puedan ser publicados en medios del grupo Planeta. "Nosotros estamos investigando cosas de Esquerra, pero son muy débiles. Esa es la verdad, ministro", asegura el director de Antifrau.
Los trabajos de la estructura policial creada por Fernández Díaz -conocida como 'policía política'- durante su etapa en Interior siguen coleando. Este martes el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha denunciado al comisario que creó esa brigada, Eugenio Pino, por acusarle sin prueba de tener una cuenta en Suiza.

3.08.2017

Día Internacional de la Mujer del 8 de Marzo (AI)


Com tots els anys, Amnistia Internacional es suma a la Manifestació del Dia Internacional de la Dona del 8 de Març convocada per la Coordinadora Feminista.


Començarà a les 19,30 hores amb el següent recorregut:
Jardins del Parterre, Palau de Justícia, Colón, Xàtiva, Av. Marquès de Sotelo, Plaza de l'Ajuntament, Sant Vicent, Plaza de la Reina, Micalet i finalitza en la Plaça de la Mare de Deu.


Us convidem a participar i al fet que us uniu a nosaltres i nosaltres en aquesta jornada reivindicativa.


        Amnistia Internacional, que actualment desenvolupa la campanya global de Refugi, vol visibilizar la situació de les dones i xiquetes refugiades i desfilarà amb la pancarta “Jo acull dones refugiades”.

        De les recerques que AI ha realitzat últimament es pot dir que les dones fugen dels seus països d'origen per les mateixes raons que els homes. Les causes estan en els conflictes armats, però també en les situacions de pobresa en moltes regions del món, o per la persecució deguda a idees polítiques o religioses, o per pertànyer a una determinada ètnia o raça, o per manifestar la pròpia identitat sexual. Però el que és diferent en el cas de les dones i de les xiquetes, són les formes i les conseqüències en què es vulneren els seus drets humans en aqueixes situacions.

En el cas de les refugiades, pel fet de ser dones, estan exposades a explotació sexual, a violència de gènere i a discriminació. I açò succeeix, tant en els països dels quals fugen, en el trànsit cap als llocs on cerquen refugi, i en els països d'acolliment, inclosos els europeus, en el que es podria cridar la cadena dels abusos.


El món pot canviar, però no va a canviar solament. Necessita persones com tu. T'esperem.

3.06.2017

LA NOSTRA GRAN TEMPTACIÓ José Antonio Pagola. Traductor: Francesc Bragulat

LA NOSTRA GRAN TEMPTACIÓ

José Antonio Pagola. Traductor: Francesc Bragulat

L'escena de «les temptacions de Jesús» és un relat que no hem d'interpretar lleugerament. Les temptacions que se'ns descriuen no són pròpiament d'ordre moral. El relat ens està advertint que podem arruïnar la nostra vida, si ens desviem del camí que segueix Jesús.
La primera temptació és d'importància decisiva, ja que pot pervertir i corrompre la nostra vida d'arrel. Aparentment, a Jesús se li ofereix quelcom ben innocent i bo: posar Déu al servei de la seva gana. «Si ets Fill de Déu, digues que aquestes pedres es tornin pans».
No obstant això, Jesús reacciona de manera ràpida i sorprenent: «L'home no viu només de pa; viu de tota paraula que surt de la boca de Déu». No farà del seu propi pa un absolut. No posarà Déu al servei del seu propi interès, oblidant el projecte del Pare. Sempre cercarà primer el Regne de Déu i la seva justícia. En tot moment escoltarà la seva Paraula.
Les nostres necessitats no queden satisfetes només amb tenir assegurat el nostre pa. L'ésser humà necessita i anhela molt més. Fins i tot, per rescatar de la fam i la misèria els qui no tenen pa, hem d'escoltar Déu, el nostre Pare, i despertar en la nostra consciència la fam de justícia, la compassió i la solidaritat.
La nostra gran temptació és avui convertir-ho tot en pa. Reduir cada vegada més l'horitzó de la nostra vida a la mera satisfacció dels nostres desitjos, fer de l'obsessió per un benestar sempre major o del consumisme indiscriminat i sense límits, l'ideal gairebé únic de les nostres vides.
Ens enganyem si pensem que aquest és el camí a seguir cap al progrés i l'alliberament. No ens adonem que una societat que arrossega les persones cap al consumisme sense límits i cap a la autosatisfacció, no fa sinó generar buidor i superficialitat en les persones, i egoisme, insolidaritat i irresponsabilitat en la convivència?
Per què ens fa esgarrifar que vagi augmentant de manera tràgica el nombre de persones que se suïciden cada dia? Per què continuem tancats en el nostre fals benestar, aixecant barreres cada vegada més inhumanes perquè els famolencs no entrin en els nostres països, no arribin fins a les nostres residències ni truquin a la nostra porta?
La crida de Jesús ens pot ajudar a prendre més consciència que no només de benestar viu l'home. L'ésser humà necessita també cultivar l'esperit, conèixer l'amor i l'amistat, desenvolupar la solidaritat amb els que pateixen, escoltar la nostra consciència amb responsabilitat, obrir-se al Misteri últim de la vida amb esperança.

El Valencià mai s'apagarà

Coca-Cola | Pool Boy

3.01.2017

Encara que l’Estat negui la realitat SUSO DE TORO Actualitzada el 17/02/2017 ARA.CAT

Els mitjans de comunicació construeixen i ordenen la vida social d’un país. Buscant informació en mitjans espanyols -és a dir, madrilenys- i catalans, constato cada dia que informen i retraten dos països diferents.
Els mitjans espanyols estan molt preocupats per Amèrica, Trump i Veneçuela fonamentalment i, pel que fa al més proper, per la infanta Cristina, encara que en cap moment qüestionen la monarquia, inqüestionable com el fred a l’hivern. Als mitjans catalans, particularment els que són en català, el tema principal és l’estat del conflicte polític entre la Generalitat i l’Estat. Per al futur, si es vol acceptar la realitat, cal partir d’aquesta evidència que retraten i construeixen diàriament els mitjans de comunicació: es tracta de dos països diferents i amb interessos enfrontats. 

Precisament, els mitjans són part d’aquest enfrontament. Fa anys polítics bascos van qualificar els mitjans de comunicació madrilenys de “Brunete mediàtica” per referir-se al seu caràcter d’armes polítiques partidàries, i això han sigut i són en aquest conflicte. Tant els mitjans públics com els privats han compartit agenda i directrius, competint entre ells en bel·ligerància i guanyant-se a pols el seu descrèdit com a mitjans informatius. 

Tancant-se a informar sobre les diferents versions en aquest conflicte, no permetent que s’expressi el punt de vista majoritari a la societat catalana però, en canvi, atacant-lo diàriament de totes les maneres, van mostrar el que han sigut sempre: defensors i instruments dels interessos de la cort madrilenya. Sigui el que sigui Espanya en el futur, no té veritables mitjans de comunicació; els que mostren l’altra cara d’aquesta realitat impostada són minoritaris. 

Aquests mitjans expressen una estratègia dirigida per la dreta espanyola -el PP-, però a la qual va junyit el Partit Socialista a causa de la seva crisi històrica, d’interessos particulars dels seus dirigents actuals i, també, de la mateixa ideologia espanyolista. A més de l’ocultació de les raons i arguments del Parlament català, aquesta estratègia educa la població espanyola en l’estigmatització d’aquesta ciutadania catalana mobilitzada. 

Diàriament escamotegen que milions de persones demanen decidir el seu futur com a nació i ho transformen en un plet d’uns polítics catalans contra l’Estat. El següent pas és participar en una guerra bruta per desacreditar aquests polítics. De les clavegueres de l’Estat apareix un compte a Suïssa d’un alcalde, i si no ja apareixerà un pen drive o el que sigui en el moment oportú. I, el més greu: participar a desacreditar les institucions catalanes. Per a això s’al·lega que estan dirigides per aquests polítics als quals s’ha difamat prèviament i als quals se’ls nega reconeixement. Això fa el president del govern Rajoy, responsable i executor a tots els nivells d’aquesta estratègia, quan parla de “recuperar les institucions catalanes”. Es refereix a substituir els actuals representants escollits per la ciutadania que les governen per altres de submisos a la seva estratègia. 

Per no reconèixer la legitimitat de la Generalitat cal amagar a la població espanyola que aquesta institució de govern existia abans de la sagrada Constitució vigent, i que no se’n deriva. Aquesta ocultació permet reduir l’autogovern català a una mera descentralització de l’administració de l’Estat i, com a conseqüència, fa creure a la ciutadania que és legítim que el govern espanyol, servit per un Tribunal Constitucional modelat ad hoc, pugui suspendre l’autonomia. 

Naturalment, com en tot conflicte, es combat dins i fora, i a l’estratègia de descrèdit de la Generalitat hi contribueixen les forces econòmiques i polítiques tant de dretes com d’esquerres que són partidàries de l’ statu quo a Espanya. Les institucions de l’estat espanyol, des del govern fins a la justícia usada sectàriament, mereixen tot el descrèdit, però això no els resta poder, ja que l’Estat existent no es veu qüestionat, però el Parlament i la Generalitat catalans sí que són explícitament amenaçats en la seva existència cada dia.
No obstant això, ja res no serà igual i en aquest conflicte tots ens retratem. Un conflicte que afecta l’Estat concerneix tota la seva població, per això l’Estat centralista, amb els seus poders, actua per enfrontar l’opinió espanyola contra la catalana, degradant-nos a tots, i per això és realment preocupant i trista la resposta dels intel·lectuals espanyols a aquest dilema democràtic. Excepte veus minoritàries, en conjunt la intel·lectualitat espanyola o bé calla o bé subscriu la postura de l’Estat. La convenient invocació a Pujol o al famós tres per cent serveix per justificar el que resultarà complicitat quan l’Estat actuï contra Catalunya. La intel·lectualitat espanyola està arribant molt tard a comprendre que el que es juga no és que els catalans puguin decidir o no, sinó l’existència de la democràcia a Espanya. I no comprèn que es fa còmplice de l’estigmatització de la majoria dels catalans sota l’argument infamant que “volen separar-se per viure millor”, com raonava fa uns dies un polític socialista espanyol. Tant és que l’autogovern català no doni per pagar la renovació de mobiliari a les famílies d’aquesta comunitat o comprar un ordinador a tot el seu alumnat.
Des del punt de vista democràtic, tant en el pla dels sentiments com en el de les conviccions, Espanya ja ha perdut Catalunya, només pot sotmetre-la per la força. No sé com es desenvoluparà aquest procés en marxa, és evident que Espanya és una societat anèmica d’energia cívica i seguirà sent un regne subjectat des de la cort sense veritable capacitat de regenerar-se. I no sé quina forma juridicopolítica tindrà Catalunya en el futur ni quina serà la seva relació amb aquest Estat, dins o fora. Però el que és evident és que ja no és Espanya, és un altre país per voluntat pròpia a gairebé tots els efectes, i això no té marxa enrere.
El Regne d’Espanya podrà creure que pot seguir sent el mateix de fa set anys, però Catalunya ja no és la mateixa des que va emergir un subjecte polític de milions de ciutadans i ciutadanes. Tot i que Espanya negui la realitat, Catalunya està empoderada i és una nació. I això sí que ho sé segur.