12.18.2014

El país multicolor del PP: “Si el consumo aumenta, debe ser que los salarios no son tan bajos” (D'El pulpito laico)


La portavoz de empleo del PP se suma al optimismo inaugurado por Rajoy, quien afirmó, la semana pasada que habíamos salido de la crisis. Un país del color de rosa, así ve la portavoz del PP en la Comisión de Empleo del Congreso, Carolina España, los datos económicos de nuestro país, en una entrevista realizada en ‘Los desayunos de TVE’.Dentro de ese optimismo ha asegurado que “una vez que estamos creciendo y ganamos competitividad, lo normal es que los salarios crezcan”.

“Los salarios no son tan bajos”
Para Carolina España los ‘minijobs’ no existen y ha asegurado que “si el consumo está aumentando, debe ser que los salarios no son tan bajos”.
La portavoz de Empleo del Partido Popular en el Congreso se ha congratulado del acuerdo firmado entre los sindicatos, la patronal y el Gobierno. “Lo esencial es que la gente encuentre empleo y a las personas se les va a ayudar”, ha aseverado.

   “La crisis ya ha pasado”
Al optimismo de Mariano Rajoy se le ha sumado ahora su portavoz de Empleo. “La crisis ya ha pasado, porque antes había recesión y ahora estamos creciendo”. Parece ser que Carolina España no es consciente de los mensajes de las ONG que trabajan con quienes menos tienen o quienes lo han perdido todo. La portavoz de empleo se queda con los datos macroeconómicos y asegura que “estamos exportando más que Estados Unidos, que Japón, que Francia, que Italia… tenemos credibilidad”.

¿Menos parados que en 2011?
Carolina España se ha adelantado y ha asegurado que “vamos a acabar la legislatura con un número de desempleados inferior al de 2011”.
En este sentido ha defendido que eso es posible gracias a la reforma laboral. “Creo que la reforma laboral que había que hacer es la que se ha hecho” además opina que “poder crear empleo con tasas de crecimiento inferiores al 2% es importantísimo”.
Se le ha colado una contradicción, Carolina España ha dicho que los salarios no son tan bajos porque el consumo ha aumentado pero que es hora de ir subiendo los salarios, “porque no pueden estar siempre contenidos”.

12.15.2014

Bonig insta a los militantes a "salir a la calle y contar lo bien que lo ha hecho el PP". (D'El pulpito laico)


...parece decidido que la canción de la campaña sea "ahora que vamos despacio, vamos a contar mentiras..." 
 
La coordinadora general del Partido Popular en la Comunitat Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, animó ayer a los militantes de la formación a salir a la calle y contar «sin ningún complejo lo mucho y bien que ha hecho el Gobierno de la Generalitat y el PP para que en España y en la Comunitat se deje de hablar en términos de rescate y hoy se hable de futuro, de oportunidades, de buena gestión y de mejora de la situación a todos los niveles».
Tras atacar la gestión pasada y prever la futura de sus contrincantes políticos, la dirigente presentó al PP como la mejor opción para la estabilidad del país y de la Comunitat Valenciana indicando que «es de nuevo el Partido Popular el que está aportando soluciones eficaces para recuperar la economía y el empleo a todos los niveles, y lo está haciendo al tiempo que garantiza los servicios sociales, la sanidad y la educación». 
...real (?) como la vida misma.
 

12.13.2014

Navidades de pobreza y desigualdad, agravadas por el cinismo de Rajoy (D'El pulpito laico)

Para Rajoy, “la crisis es historia del pasado” y éstas “serán las primeras Navidades de la recuperación”. Feliz él, si es que se lo cree, pero la gran mayoría de los que han padecido estos tres años de su Gobierno podrán celebrar bien poco en estas fiestas, sobre todo si son mujeres, parados, pobres, desahuciados, dependientes…

Al parecer, sólo el presidente desconoce que ha gobernado (y sigue haciéndolo) a favor de los más acaudalados, multiplicando a cambio la desigualdad y las dificultades económicas de la población trabajadora. Porque mientras él se felicita de lo bien que van las cosas (quizá para él y los suyos), su propio Consejo de Ministros aprueba más ayudas a Cáritas y Cruz Roja y asume la alerta europea ante el aumento del número de españoles que no pueden pagarse la calefacción.

En el tercer aniversario de su mayoría absoluta, que le ha permitido imponer al Congreso cualesquiera medidas y recortes con el rodillo parlamentario de 186 escaños, Rajoy no debería alardear de descenso del desempleo porque se han destruido 508.278 empleos y ahora hay 91.654 parados más que cuando llegó al poder. Más aún, cuando él entró en La Moncloa, al menos dos de cada tres parados percibían alguna prestación por desempleo; hoy sólo la tiene uno de cada dos.

¿Va el presidente a felicitar las Pascuas con optimismo a los 3,3 millones de parados que llevan un año o más sin trabajo? ¿O se felicita de que gracias a su gestión sumen ya 716.000 desempleados de larga duración más que los que heredó de Zapatero?

También podría enviar christmas a los casi 13 millones de españoles que ahora corren el riesgo de caer en la pobreza, según la Encuesta sobre Condiciones de Vida del INE… o quizá, para ahorrar y como muestra de austeridad, remitirlos sólo a los 150.000 ciudadanos que han engrosado esa cifra durante su mandato. Ya que, en ese tiempo, las familias que subsisten con lo justo han subido del 56,3% al 65%, y la renta media por hogar ha bajado a niveles de hace una década.

Igualmente, debería pensar en donar juguetes ­–o, mejor, comida– a los 800.000 niños más que viven hoy en España bajo el umbral de la pobreza, según UNICEF, puesto que hacer regalos navideños al total de tres millones de menores que están hoy en situación precaria, tras ese incremento durante la crisis, sería poco consecuente con su política de austeridad y recortes. ¿Ignorará también Rajoy que la tasa de pobreza infantil en España se ha disparado del 28,2% al 36,3%, un incremento sólo superado por México y EEUU?

En las Navidades de la recuperación, más de uno de cada tres niños españoles pasarán las fiestas en la pobreza. Y el motivo es que la política económica neoliberal (impuesta por la Troika, pero abrazada con entusiasmo por Rajoy) ha conseguido que España no sólo sea el país con la mayor brecha entre ricos y pobres de la OCDE, sino que el incremento de esa tremenda desigualdad haya sido astronómico durante la crisis: el número de veces que la renta media del 10% más rico multiplica la del 10% más pobre casi se ha duplicado, pasando de 8,4 a 13,8 (+64,3%).

Y en esa ampliación del abismo entre ricos y pobres sí que arrollamos a todos los demás países de la OCDE, incluidos México (un aumento del 13,8%) y EEUU (+9,27%). Por supuesto, España también es la que más crece en Europa (como no cesa de repetir Rajoy, aunque refiriéndose a sus estadísticas macroeconómicas)… pero en desigualdad.



Así que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico está instando a todos los gobiernos a reducir la desigualdad como única forma de impulsar el crecimiento. Pero ¿cómo reducir esa brecha entre ricos y pobres que no cesa de crecer? Pues “asegurándose de que los más acaudalados contribuyen” a las arcas públicas, imponiendo “tributos sobre la riqueza y la propiedad, incluida la transferencia de activos”; así como proporcionando a la población “una educación de calidad, una buena cobertura sanitaria o formación laboral”.

¿Alguien puede creerse que Rajoy ha aplicado esas recetas para su milagro económico?

Su reforma fiscal aprobada en octubre hace importantes rebajas tributarias a las rentas más altas, que pasan del tipo máximo del 52% al 45%, reduce la ya bajísima tasa a las rentas del capital del 27% al 23%, y deja el impuesto de sociedades en sólo el 25% (pero los incentivos y deducciones ofrecidos a las grandes empresas hacen que en realidad coticen a una miserable media del 7%).

En resumen, los asalariados sufragan el 90% de los ingresos del Estado, mientras España es un paraíso fiscal para las corporaciones, multinacionales y grandes fortunas. De hecho, España es el segundo país de la OCDE –tras Israel– donde más ha caído la recaudación fiscal desde que comenzó la crisis.

La Relatora sobre Pobreza Extrema y Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Magdalena Sepúlveda Carmona, ha sido muy contundente en su informe sobre la reforma fiscal de Rajoy: el Gobierno español incumple su obligación de destinar el máximo de los recursos disponibles para garantizar los derechos humanos, económicos, sociales y culturales.

Eso sí, como “no hay dinero en las arcas para pagar los servicios públicos” (Montoro dixit), pues Rajoy había antes recortado brutalmente el gasto en educación y cobertura sanitaria, justo lo que la OCDE advierte que hay que garantizar, hasta que la misma Comisión Europea le ha avisado de que sus “ajustes” están golpeando tan duramente a los hogares más pobres que sale perjudicado el conjunto de la economía.

Y no olvidemos a las familias desahuciadas de sus hogares: 82.680 el año pasado, más de 26.500 en los primeros seis meses de este año, y 13.341 en el pasado trimestre (un 7,3% más que en ese periodo de 2013).

¿A todas ellas les enviará también Rajoy sus felicitaciones navideñas?

Pocas veces ha sido tan cínico un gobernante como este presidente al hablar de “las primeras Navidades de la recuperación”.

12.09.2014

COMPASSIÓ PER FABRA?, de CARME MIQUEL (LEVANTE-EMV, 02/12/2014)

            Generalment, em fan pena les persones que van a la presó. Deu tractar-se d’una reminiscència infantil, de quan per allà pels anys cinquanta, havia vist algun xicon emmanillat amb un guàrdia civil a cada costat. “Van a tancar-lo a la presó” deia la gent. I a mi, el gest entre espantat i famolenc que feia els reu en qüestió, se’m ficava endins i durant un temps no el podia treure del meu pensament. També pot ser, que la pena em provinga d’haver assimilat una màxima de Concepción Arenal, que algú m’havia dit de menuda o que havia llegit en algun lloc: “odia el delito y compadece al delincuente”. I això, compaSsió, és el que m’inspiren, també ara, els qui van a la presó. Però aquest sentiment, que és inconscient, el meu pensament  adult, el matisa i el racionalitza quan del que es tracta és que es faça justícia respecte els crims i les actuacions criminals, respecte els abusos dels poderosos, respecte la corrupció.  Ara com ara, l’aplicació de la justícia –que ha de ser igual per a tots- exigeix la pena de presó en molts casos. Ara per ara, no en coneixem una fòrmula millor.

            Totes aquestes reflexions me les suscita l’empresonament de Carlos Fabra. Veure’l a la televisió amb el rostre envellit, intentant eixir del que suposa assetjament dels mitjans de comunicació, amb apariència –només en apariència- impotent, per uns instants va fer aflorar el meu sentiment infantil de compassió. Però només uns instants, el temps just per recordar moltes de les seues actuacions conegudes públicament. D’aquestes n’hi ha que pressumptament són delictives, aquelles que la justícia puga reconéixer com a tals i castigar-les. Però hi ha en Fabra altres actuacions que tal vegada no constitueixen delicte o no s’hi poden provar, però que també provoquen en nosaltres el rebuig i el desig que, més enllà de l’empresonament, aquest home les pague econòmicament, políticament i socialment  I no em referisc només a qüestions com l’enriquiment extraordinari, l’acumunació de diners per mitjans que, podran no ser il·legals però repugnen. Em referisc també a una manera d’actuar en política que és despòtica, prepotent i maleducadament desqualificadora. Entre tantes altres, recorde imatges de televisió on impedia parlar i menyspreava els diputats de l’oposició. I recorde també aquelles paraules de cacic, reproduídes pels mitjans, vanagloriant-se d’haver col·locat gent en l’hospital, en  el port, en l’escola taurina.... I recorde el seu sentit de la propietat respecte el patrimoni castellonenc i les obres públiques, en concret cap a l’aeroport que va promoure (el “aeropuerto del abuelito”) Un sentit de la propietat que no fa seu a l’hora d’assumir la inutilitat de l’esmentat aeroport i els enormes costos en diners de tots que suposa . Tot això serà o no delicte, però també ho hauria de pagar.
           




12.08.2014

La Constitución de 1978, un texto forzado que se hizo para salir del paso, de Fernando Silva (El pulpito laico)

El tiempo nos ha permitido saber que ha servido para algunas cosas, y que ha quedado coja, a medio construir e incompleta en otras
Nuestra Carta Magna cumple treinta y seis años de edad, la suficiente como para poder afirmar que una mayoría importante de los españoles no tuvieron la ocasión de votarla, y ni tan siquiera se les ha dado la oportunidad de refrendarla. La Constitución de 1978 fue un texto forzado por las circunstancias, en una coyuntura de cambio entre una dictadura y la llegada de la democracia a nuestro país, en cuya redacción participaron advenedizos llegados de un régimen dictatorial. Era una Constitución para salir del paso, con fecha de caducidad, asumible hasta que se produjese una consolidación definitiva de la democracia, que parece no llega nunca.
El tiempo nos ha permitido saber que ha servido para algunas cosas, y que ha quedado coja,  a medio construir e incompleta en otras. Y ahora ya es hora de decidir si la retocamos o comenzamos de cero para construir una nueva Carta Magna adaptada a los nuevos tiempos y a las nuevas generaciones. El viejo edificio tiene goteras, sus pilares se tambalean, y la calefacción -y esto no es ninguna metáfora-  ya no llega a todos; y es  el momento de dilucidar si lo derribamos para construir otro, más moderno y eficaz, en el mismo solar, o nos dedicamos a hacer algunas chapuzas para tapar agujeros, y así salir del paso.

Llevamos años escuchando de los políticos de siempre, de esos que viven en otro mundo y no se han enterado de que los años pasan para todos, afirmar que es preciso hacer cambios en la Constitución, para después decir que “no es el momento”. Pertenecen a los mismos partidos que fueron capaces de cambiar, sin preguntar a nadie, el artículo 135, con el único objetivo de dar prioridad al pago de la deuda por delante de las necesidades vitales de los ciudadanos; y desde entonces han conseguido que los ricos sean más ricos y los especuladores financieros tengan garantizados sus beneficios, a costa de crear unos índices de pobreza inimaginables en un país lo suficientemente rico como para que todos podamos vivir dignamente. Y con esa modificaciòn constitucional, realizada con nocturnidad y alevosía, hemos conseguido ser pioneros en Europa en desnutrición infantil, que a eso de ser los primeros en algo no nos gana nadie.

¿De qué nos sirve tener una Constitución que establece en su articulo 47 el derecho de todos los españoles a a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, si estamos viendo cómo cientos de miles de familias pierden la suya afectadas directamente por ser víctimas de una crisis económica de la que no son responsables, a costa de que las recuperen los bancos que la han motivado con sus delirios de grandeza?

¿Para qué queremos que se diga en el artículo 14  que todos somos iguales ante la ley, cuando hemos construido una justicia para ricos y otra para pobres, y más de diez mil intocables gozan del derecho al aforamiento, que en los últimos años les ha servido de escudo para disfrutar de una vergonzosa impunidad ante la corrupción?

¿Por qué no blindamos el derecho en nuestra Carta Magna el derecho a una sanidad pública, universal y gratuita, que hubiese impedido los recortes salvajes que se han llevado a cabo en los últimos años,  que están poniendo en peligro el estado de salud y la integridad física de muchos ciudadanos?

Y así podríamos seguir con ejemplos claros que demuestran que nuestra Constitución ha fracasado en muchos aspectos, no se ha desarrollado debidamente en otros, y ha dejado de incluir derechos que merecen una protección especial. Los antisistema no son quienes proponen una nueva Carta Magna, sino quienes son incapaces de reconocer sus fracasos y no admiten que es una exigencia de los nuevos tiempos.

Si hubiesemos afrontado la crisis económica con una Constitución diferente, que defendiese de verdad los derechos y la dignidad de los ciudadanos, nuestra actual situación social sería muy distinta, porque hubiese sido diferente la manera de enfrentarla. Quizás ahora los ricos seguirían siendo ricos, pero no tanto,  la pobreza y la marginación social no se hubiese extendido por el país como la espuma, y veríamos  el futuro con más esperanza para todos. Las cosas pueden hacerse de otra manera, y ha llegado el momento de ponerse a trabajar.
Fernando de Silva es abogado y autor del blog SInLaVeniA

12.05.2014

NOVA ETAPA DE L’ESGLÉSIA DIOCESANA (Grup de seglars i rectors del dissabte (València, novembre de 2014)


Simultàniament i inesperada s’ha produït el cessament d’en Carlos Osoro com arquebisbe de València i el nomenament del seu successor, n’Antonio Cañizares, seguint el costum “secretista” vaticà. Aquesta forma d’actuar impossibilita la participació de tot el Poble de Déu i contradiu la doctrina del Concili Vaticà II. No podem deixar de pronunciar-nos davant aquest fet tan rellevant en la nostra Església particular. Així doncs, exposem els nostres desigs i les nostres exigències atenent a la particular situació del Poble Valencià i al disseny pastoral del papaFrancesc.

Hem de manifestar-nos clarament com “l’Església de Jesús”. Per això necessitem que el bisbe done testimoniatge de solidaritat i compromís amb la gent que més pateix les conseqüències de la crisi i les dificultats econòmiques i ens anime a fer-ho nosaltres també, tot alçant la nostra veu en la defensa dels drets humans amb actituds clares de proximitat, senzillesa, solidaritat, valentia i decisió. Cal que el bisbe promoga el tarannà acollidor i servicial, obert i dialogant, misericordiós i auster que el papa Francesc manifesta i demana.

La missió alliberadora i humanitzadora de l’Església al servei del món exigeix que el nostre bisbe evite tota mena de coalició amb el poder econòmic, polític o mediàtic i de posicionament ideològic i partidista des d’opcions polítiques determinades (com ara, la unitat d’Espanya o la independència d’alguna part). És important revisar les relacions entre Arquebisbat i Generalitat i els privilegis fiscals de l’Església des d’una perspectiva democràtica i laica. El bisbe ha de promoure, amb decisió, el respecte i la valoració de les diverses iniciatives i organitzacions que busquen la solidaritat eficaç amb els grups socials exclosos i els pobles del Sud. És fonamental que anime al compromís profètic i ferm per la justícia, que denuncie sense tebiesa les corrupcions i els fraus, i que manifeste una opció clara per la gent més empobrida i per “les perifèries” i una sensibilitat especial davant tot sofriment humà.

Això s’ha de traduir en gests significatius, com ara denunciar el tractament inhumà a les persones immigrants en les fronteres o les platges i demanar el tancament dels CIEs i també una sanitat, un ensenyament i uns serveis socials públics i de qualitat per a tothom.

L’Església de València, com Església particular, s’ha d’encarnar al nostre Poble Valencià. El bisbe diocesà ha de fer, doncs, un esforç real d’encarnació en la llengua i la cultura pròpies del nostre Poble. Això s’ha de concretar en conéixer i fer servir el valencià, afavorir l’ús de la nostra llengua en tota la vida eclesial, especialment en la celebració comunitària de la fe, i publicar, amb caràcter d’urgència, els llibres litúrgics oficials en valencià i segons la normativa filològica universal i oficialment vigent en el nostre País. Cal declarar obligatòria l’ensenyança del valencià al seminari i enviar a les parròquies de parla valenciana capellans que s’expressen en valencià.

Enfortir la consciència comunitària, sinodal i collegial de la nostra Església diocesana exigeix que el bisbe, seguint la pràctica del papa Francesc, impulse una organització diocesana que siga el més sinodal possible i que assegure la participació real de tothom des de la riquesa del pluralisme existent. Això implica escoltar respectant les diferents sensibilitats, promoure les diverses opcions cristianes acceptant i valorant la crítica i la dissensió, i fer palesa en tota activitat diocesana la igual dignitat de les dones i dels homes. És necessari garantir la presència de dones amb responsabilitats de decisió en els diferents àmbits de la vida diocesana i tenir cura del llenguatge per tal d’evitar que siga discriminatori de cap persona. És urgent renovar l’organització parroquial des dels reptes del món d’avui i promoure la co-responsabilitat eclesial, afavorint el protagonisme seglar, en tot el funcionament diocesà (fins i tot pel que fa al nomenament de bisbes auxiliars).

Com a comunitat eclesial hem d’estar presents en tots els àmbits que preocupen la ciutadania. Per tant, el nostre bisbe ha d’impulsar el diàleg i la trobada amb els homes i les dones del nostre temps, qualsevol que siga el seu pensament, la seua condició, tradició cristiana o religió. També, com fa el papa Francesc, ha d’afavorir la collaboració inter-religiosa per la pau, la justícia i la defensa de la naturalesa i, especialment, promoure i donar suport a les experiències de diàleg ecumènic i de celebració entre creients de diferents confessions cristianes, per tal d’anar fent camí vers la unitat volguda pel nostre Senyor. Cal que promoga en les institucions docents de l’Església, també als seminaris, el diàleg sincer amb el món secularitzat i científic, la cohesió social i la igualtat real d’oportunitats, restant al servei de la gent més empobrida. És important revisar la funció social de la Universitat Catòlica per possibilitar-hi l’accés a persones que, per manca de recursos, no poden estudiar a la pública.

En la tasca de renovació de la nostra Església diocesana amb aquests trets, el nou arquebisbe trobarà tot el nostre suport i la nostra collaboració.

Grup de seglars i rectors del dissabte (València, novembre de 2014) 

Bon dia

Fent una prova.