Sonó
la voz de Elpidio Silva al otro lado de mi teléfono y compartimos la
noticia de la muerte de Miguel Blesa de un disparo. No sentí rencor en
esa llamada. Con
el juez apartado de su carrera tras meter al banquero en la cárcel
comentamos que era el momento de respetar a la familia. Ellos deben
tener su momento de duelo. Aunque sea el que no tuvieron los familiares
de muchos preferentistas que murieron sin recuperar
sus ahorros. Elpidio
recordó conmigo a ese Blesa muerto de miedo. Al acusado que se agarraba
fuertemente al asiento cuando temía que el juez lo enviara a prisión.
Fue entonces cuando Silva
vio ante él a alguien que se había creído el más grande, pero quedaba
reducido prácticamente a la nada. Tanto para esto. El estirado cazador
se encogía, porque deseaba escapar y no haber estado nunca allí.
Hoy,
ni Elpidio ejerce como juez, ni Blesa de la Parra tiene el
poder de librarse de la cárcel en cuestión de días. Uno ha muerto y
otro sufre la muerte de su carrera judicial en vida. El pánico de Blesa
lo ha fulminado un disparo y evita definitivamente la cárcel. Silva
comparte como abogado el sentimiento de los que
no quieren morir sin ver que se hace justicia. Una
caja quebrada, un rescate bancario, preferentes, sobresueldos, saqueo,
derroche, vicios pagados por todos... La carrera iniciada porque
Blesa era amigo de Aznar termina con la muerte violenta de un banquero
en España. Otro sobresalto. Uno más. Hace unas horas daba la vuelta al
mundo la detención del presidente de la Federación Española de Fútbol y
ahora queda ensombrecida por la trágica muerte
de uno de los principales banqueros españoles. Se comenta fuera de
nuestras fronteras y se recuerda su vínculo con la corrupción en España.
El
disparo que termina con Blesa es, en definitiva, otro triste episodio
en lo más negro de la historia reciente de nuestro país. El
protagonista, condenado y a la espera de más penas, desaparece
trágicamente marcado por la corrupción. Esa que a muchos nos avergüenza
como españoles y otros aún aparentan vivir como si fueran casos
aislados.
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