Compromís, la única formación
que ha mostrado su apoyo incondicional a la moción de censura de Podemos
contra el Gobierno del PP, va a pedir a la formación de Pablo Iglesias
que negocien con el PSOE la moción de censura para que pueda ser
viable. Compromís tiene intención de hacer pública esa petición este
jueves en rueda de prensa a las 12.00.
Fuentes de la formación en el
Congreso señalan que no se pedirá la retirada formal, sino abrir un
proceso de diálogo. Mónica Oltra, vicepresidenta de la Comunidad
valenciana, ha aludido en una entrevista en Onda Cero esta mañana al
"pragmatismo"
como la causa. Oltra ha adelantado que su estrategia sería la de
posponer la moción de censura para poder sentarse con el PSOE y que
tenga posibilidades de prosperar.
"La idea es que se aplace,
presentarla en otro momento, cuando las partes se hayan sentado a hablar
y haya probabilidad de que salga adelante", ha explicado. Aunque
todavía no le ha trasladado al líder de Podemos esta petición, lo harán
este
jueves.
La dirigente de Compromís ha
insistido en que hay motivos para la moción y la van a apoyar, pero
quieren "que tenga viabilidad"a través del diálogo con el resto de
formaciones. "Hay que poner un poco de serenidad en todo esto (...) A
veces
la política es un poco trepidante", ha apuntado.
Su portavoz en el Congreso, Joan
Baldoví, también ha apuntado que la posibilidad de conseguir un
Gobierno alternativo está más cerca tras la victoria de Pedro Sánchez
frente a Susana Díaz en las primarias: "Se puede pasar de la abstención
a la moción, porque evidentemente Mariano Rajoy no va a dimitir".
Compromís dirige su invitación
tanto a los socialistas como a Podemos. Al PSOE de Pedro Sánchez le
piden "un gesto de estar por la labor de echar a Rajoy de la Moncloa" y a
Podemos que, "de producirse ese paso" de los socialistas, se planteen
retirar la moción de censura que ya han registrado y que la aparquen
hasta que el PSOE tenga "una dirección que trabaje en este tema".
La petición de Compromìs se
produce después de que Podemos haya ofrecido a Pedro Sánchez retirar su
moción de censura si el PSOE presenta la suya propia, si bien han
exigido "hechos" y no palabras para hacer efectiva esa retirada.
13 de junio, día para el debate de la moción
Entretanto, la presidenta del
Congreso, Ana Pastor, ha fijado ya la fecha del martes 13 de junio para
el debate de la moción de censura a Rajoy de Unidos Podemos, aunque el
grupo parlamentario de Iglesias puede retirarla hasta el último momento.
No hay obstáculos
reglamentarios, por tanto, que impidan a Unidos Podemos atender la
petición de Compromís y retirar la moción de censura a la espera de que
el PSOE elija a su nueva ejecutiva en el Congreso del 17 y 18 de junio,
un fin de
semana después.
Los socialistas ya han dejado
claro que no apoyarán la moción de Unidos Podemos, que no prosperará
porque necesita ser aprobada por mayoría absoluta (176 diputados).
Así las cosas, Unidos Podemos
sólo cuenta seguro con el apoyo de Compromís (4 parlamentarios); el de
ERC (9), que pide a cambio un compromiso explícito con el referéndum, y
quizás el del PDeCAT (8), que todavía está estudiando si la apoya.
A esos escaños habría que sumar
los 2 de EH-BILDU y los 67 de Unidos Podemos. En total, 90 diputados que
votarían a favor y a falta de 86 de la mayoría absoluta; ya que además
del rechazo de los 134 escaños del PP, no cuenta con el respaldo
de PSOE (84), Ciudadanos (32), PNV (5), UPN (2), Coalición Canaria (1),
Nueva Canarias (1) y Foro Asturias (1).
Compromís no descarta que ese
escenario pueda cambiar si se espera a que el PSOE nombre a su nueva
ejecutiva, que podría ya empezar a trabajar en esa dirección. El
portavoz de la formación valenciana en el Congreso, Joan Baldoví, ha
insistido
en numerosas ocasiones en que también darían un sí sin condiciones a
una moción de censura que presentaran los socialistas.
"La presente Podemos, el PSOE o
quien sea", y tanto si Pablo Iglesias es el candidato alternativo a la
Presidencia o si se opta por otro, decía Baldoví en una reciente
entrevista en la Agencia EFE.
No obstante, también defendió su
preferencia por un candidato de consenso, que pudiera "concitar mayores
simpatías" que Iglesias en el resto de las fuerzas políticas y entre
los ciudadanos. Lo importante para Compromís es que la moción sea
efectiva y sirva para sacar a Rajoy y al PP del Gobierno.
Jesús Cintora
Rajoy
no saca tiempo para felicitar al recién elegido líder del PSOE, ni para
declarar ante la justicia; cambia la victoria del Madrid por su
responsabilidad de mostrarse
siempre como el jefe del Gobierno de todos.
Rajoy predica la "unidad" y "dar ejemplo",
al mismo tiempo que no felicita inmediatamente al recién elegido líder del PSOE, que sí
lo
hace con el Real Madrid, que tampoco tiene un hueco para ir a declarar
ante
la justicia, ni dar la cara en una moción de censura en la que podría
explicar detenidamente en el Parlamento por qué considera que sigue
legitimado, a pesar de la sucesión de escándalos de corrupción que le
rodean.
El presidente del Gobierno no saca tiempo
para estos temas, pero, de repente,
de nuevo se muestra "muy preocupado por Cataluña", sin hacer gran cosa,
igual que hace unos días manifestaba su "gran preocupación" por el "país
hermano Venezuela". Es una cuestión de prioridades,
de a qué dedica el tiempo libre y, sobre todo, de dónde quiere que
ponga su mirada la opinión pública. "A veces lo más urgente es no hacer
nada", reza el teorema del marianismo, o "hay que mirar hacia otro lado
cuando hay que hacerlo", como les decía recientemente
a unos jóvenes.
Claro que, entonces, cuesta aceptar esas advertencias sobre una izquierda radical y rencorosa, si el presidente no levanta
ipso facto
el teléfono y deja pasar los días hasta felicitar al que una parte de
los españoles han elegido como secretario general de otro partido.
Difícilmente es
creíble el discurso de la fraternidad y de remar todos juntos, si Rajoy
cambia la victoria del Madrid por su responsabilidad de mostrarse
siempre como el jefe del Gobierno de todos.
Solo
el escozor por la victoria de Sánchez y que le hagan dar explicaciones
ante el juez o en una moción de censura por los innumerables casos de
corrupción explica esta actitud del presidente. Ojo, no es infantilismo.
Rajoy marca sus tiempos y repite estrategia. Sigue fiando buena parte
de su permanencia en el poder a la división de la considerada izquierda.
Pretende esperar, esconderse y observar a hurtadillas si el PSOE sigue a
mamporros o si la moción de Unidos Podemos
acaba en una pelea de gallos entre unos y otros.
La estrategia voyeur
del presidente también llega a los tribunales. Mientras se alargan los
plazos de la justicia, Rajoy
espera ver por videoconferencia a quienes le interroguen por el saqueo
de dinero público en su partido. Sería avanzado el verano y por plasma,
"para ahorrarnos recursos públicos y por seguridad". Como si lo inseguro
no fuera que los que han robado esos recursos
sigan en libertad.
Y es
que los escándalos de corrupción parece que se capean ganando tiempo.
Que después de unos días de tormenta, llegue la calma. En otro país, con
semejante saga de corruptos, un sistema judicial en entredicho y
un presidente que no da la cara, se habría liado parda. Aquí, Rajoy le
tiene muy bien tomada la medida a la opinión pública y presume de que "a
veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión y esa también es
una decisión".
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