5.22.2015

Si no votas al PP, votas a ETA Ignacio Escolar (d'El pulpito laico)

Esperanza Aguirre azuza a la desesperada el espantajo del terrorismo en un debate electoral de vergüenza.

Manuela Carmena fue una de las fundadoras del despacho de abogados laboralistas que sufrió la matanza de Atocha, es premio nacional de Derechos Humanos y cofundadora de Jueces para la Democracia; fue magistrada del Tribunal Supremo, jueza decana de Madrid y relatora de la ONU, entre otras muchas cosas. Cuando se jubiló, abrió una tienda social de ropa para niños hecha por reclusas en reinserción. Pero cuando la presentan en el debate de Telemadrid, la parte más importante de su currículum es que fue jueza y asesoró al Gobierno Vasco. 
Se entiende mejor el detalle biográfico vasco que recupera la ‘imparcial’ moderadora cuando al minuto Esperanza Aguirre acusa a Carmena de llevar “abertzales en sus listas”, de preocuparse por “el sufrimiento de los etarras”, de haber excarcelado a terroristas y, por supuesto, de “despreciar a las víctimas”. Jugada en equipo: la moderadora pasa y Aguirre chuta. TeleEspe funciona así. 
La estrategia de Esperanza Aguirre en ese aberrante formato de debate electoral que ella misma impuso en Telemadrid ha sido bastante clara: embarrar aún más campo, a ver si así consigue manchar la imagen de Manuela Carmena, su principal rival en estas elecciones, y que aparece como la candidata mejor valorada en las encuestas. 
Esperanza Aguirre estuvo maleducada, impertinente, hipócrita y exasperante en el debate electoral. Acusó a Carmena de estar en sintonía de ETA; ese es todo su programa –que a cinco días de las elecciones sigue sin presentar–: si no votas al PP, votas a ETA. La lideresa siguió la ola de una portada de El Mundo tan indigna que hasta el nuevo director del periódico –que aún no ha tomado posesión– se desvinculó de tan rastrera acusación

Relacionar con ETA a todo aquel que no sea del PP no es una estrategia nueva de la derecha, aunque ahora ese espantajo se use contra Podemos y Ahora Madrid; antes ya lo hicieron contra “zETAp” y esa “traición a los muertos” que indignamente acusó Rajoy. Utilizar el terrorismo de forma tan sucia e inmoral, banalizar sobre ETA de esta manera, sí es un insulto a las víctimas; una verdadera traición.