4.10.2015

MILENIO, 2015, ¿Y AHORA QUÉ? Alejandro Mañes (LEVANTE-EMV)

En el año 2000, numerosos países firmaron la Declaración del Milenio de Naciones Unidas para reducir la pobreza en el mundo, propiciar la enseñanza primaria, la igualdad entre hombres y mujeres, detener las epidemias y garantizar el desarrollo sostenible en el año 2015. Y hoy, llegamos a 2015, ¿y cuál es la situación? ¿Cuál en nuestro país? 

En España, según los informes del Instituto Nacional de Estadística, la situación de la pobreza interior ha empeorado considerablemente, con dos millones de niños en situación precaria. En la Comunidad Valenciana, sólo el 16 por 100 de los hogares sin ingresos, 91.700, obtuvieron la renta garantizada por extrema pobreza de 400 euros mensuales, como media. En Valencia, según el IX Informe Anual de Casa de Caridad, la pobreza se está haciendo crónica, resultando cada vez más difícil salir de ella. Mujeres, procedentes de la población autóctona, antes salvaguardada por las propias familias, se encuentran en situación de indigencia, al igual que sucede con población procedente de la emigración, en general más desasistida. Recientemente, Joan Calabuig, en el Forum Europa, establecía como prioritario, en el programa ciudadano del PSPV-PSOE, la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Esta es la situación ante la que nos encontramos. En nuestro caso, las cifras económicas hablan de que estamos saliendo de la crisis, y, afortunadamente, así es, para algunos, pero lamentablemente no, para otros muchos, que tienen que recurrir a la solidaridad ajena. La desigualdad entre unos pocos y otros muchos debiera sonrojarnos a todos. Hoy, en las calles de los países desarrollados se agolpa la mendicidad, se rebusca entre los desperdicios de la basura, mientras en otros países, cada vez más próximos, las guerras llevan consigo multitud de exiliados, 2 millones sólo en Siria, sumidos en la más absoluta miseria. Junto a la pobreza invisible del tercer mundo, justo al lado la que no queremos ver.

En el exterior, la Unión Europea „en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Financiación del Desarrollo„ adoptó el acuerdo de alcanzar gradualmente el porcentaje del 0.7 por 100 de los presupuestos públicos en la lucha contra la pobreza. Pero hoy sólo cinco países cumplen con esta cifra. Ante esta situación, hay que exigir mayor cantidad de fondos públicos de los respectivos presupuestos públicos para acabar con la pobreza, interior y exterior, y no trasladar esta responsabilidad a la benéfica actuación de entidades privadas u organizaciones no gubernamentales. 

El Gobierno español se marcó el objetivo de alcanzar el porcentaje del 0.7, en 2012, pero las decisiones políticas hicieron que se incumpliera esta fecha. En España, nos movemos, en estos momentos, en un porcentaje declarado recientemente en Valencia, por el Secretario General de Cooperación Internacional, Gonzalo Robles, que se sitúa en el 0.17. Del 0.7 nos quedamos en el 0.17. Los presupuestos deben alcanzar cuanto antes la cifra prevista. La Tasa a las Transacciones Financieras (TFF) aprobada, tiempo atrás, por la Unión Europea, es una posible opción para facilitar a los países miembros, entre los cuales el nuestro, para que cumplan con el compromiso adquirido.