¿Y QUÉ QUIERO, SINO QUE ARDA?
Que arda un mundo donde las naciones civilizadas
fabrican y venden armas
a las naciones no civilizadas...
a las naciones no civilizadas...
Donde mientras unos niños van a la escuela,
otros van a la guerra, a la desnutrición y a la agonía...
otros van a la guerra, a la desnutrición y a la agonía...
Donde la gente trabaja en precario doce horas al día
para ganar un poco de dinero que les permita seguir trabajando...
para ganar un poco de dinero que les permita seguir trabajando...
Donde mueren hombres, mujeres y niños sin haber sabido
lo que era vivir.
Que arda con el fuego purificador de una conciencia
universal de hermandad, una espiritualidad profunda y descarnada,
una apuesta por lo sincero, lo justo, lo bello, lo bueno.
una apuesta por lo sincero, lo justo, lo bello, lo bueno.
Que arda y arda sin merma y sin desánimo, de
generación en generación.
Y para eso, ¿qué puedo hacer yo?
En primer lugar arder.
Un cristiano arde con el fuego de Cristo: leyendo el
Evangelio, meditándolo, emocionándose con él... hasta transformar poco a poco
su corazón (su mente,
sus entrañas) en el corazón de Jesús.
José Luis Cortés
Texto: Lucas 12, 49-53 . Tiempo Ordinario 20 C.
Comentarios y presentación: Asun Gutiérrez.
Música: Veracini. Sonata 3. Largo.
2
He venido a prender fuego a
la tierra; y ¡cómo desearía que ya estuviese ardiendo! Tengo que pasar por la
prueba de un bautismo, y estoy angustiado hasta que se cumpla.
Jesús presenta su Palabra y su misión –y la nuestra- como un
fuego que tiene que hacer arder, purificar, el mundo entero. Expresa un deseo
cuya realización anhela vivamente y que le llevará a verse constantemente
acechado y obstaculizado por sus muchos detractores.
Jesús ha venido a transformar,
cambiar, purificar el mundo con el fuego de un amor decidido, de una entrega
apasionada. Es el fuego del Espíritu, el fuego que ilumina la Buena Noticia.
Ser cristian@ es actuar como
Jesús, continuar su proyecto, en las situaciones y acontecimientos de cada día.
3
¿Creéis que he venido a traer paz a la tierra?
Pues no, sino división.
Pues no, sino división.
Sí, si creemos que Jesús trae la paz, que anuncia y ofrece
la Paz y que el Evangelio es una constante invitación y estímulo hacia la Paz.
Jesús cuestiona la falsa paz de quienes quieren vivir tranquil@s sin implicarse
en la defensa de la justicia y el respeto de los derechos de las personas más
necesitadas. Proclamar la auténtica Paz, fruto del amor y de la justicia,
origina la oposición de quienes promueven y se benefician del orden social
injusto.
4
Porque de ahora en adelante
estarán divididos los cinco miembros de una familia, tres contra dos, y dos
contra tres. El padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre
contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera, y la
nuera contra la suegra.
Ya no es la sangre, los
privilegios heredados o los hábitos sociales lo que cuenta, sino la fe, el compromiso, el amor sin limitaciones familiares ni de ningún
tipo.
Denunciar las causas de la falta de fraternidad, de solidaridad y de justicia, puede provocar rechazo y
divisiones entre quienes prefieren no mirar ni preocuparse de lo que
cuestionaría su rutina, su egoísmo, su poder, sus intereses, sus costumbres,
sus privilegios...
El mensaje de Jesús no es
compatible con los “valores” de nuestra sociedad. Por eso quien sigue de verdad
a Jesús, cuestiona y molesta.
Ante las situaciones de
injusticia e insolidaridad, Jesús nos enseña el fuego que hemos de emplear: el
amor total, concreto y comprometido. Como el suyo.
5 PRENDER FUEGO
He venido a prender fuego:
a encender las conciencias
apagadas,
a despejar las mentes
embotadas,
a levantar los ánimos
decaídos,
a infundir energía a los
abatidos.
A eso he venido, a eso os
envío:
a alentar, a estimular,
a reconfortar a los esforzados,
a avivar las mechas
humeantes,
a prender fuego.
He venido a prender fuego:
el mío es el fuego que arde
sin consumirse,
el fuego que ilumina a todo
hombre y mujer,
el fuego que incendia los
corazones,
el fuego que alumbra en la
oscuridad,
el fuego que brilla en las
tinieblas.
A eso he venido, a eso os
envío:
a arder e incendiar, a
brillar e iluminar,
a prender fuego.
Joaquín Suárez
PRÉNDEME, SEÑOR, CON TU FUEGO
PD: La imatge és de: http://elvirasmuliterno.blogspot.com.es/
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