Juan José Tamayo, director de la cátedra de
Teología y Ciencias de las Religiones Ignacio Ellacuría de la Universidad Carlos III.
Juan José Tamayo "La democracia española es rehén de la jerarquía católica"
"La
reforma del papa Francisco no ha pasado los Pirineos", denuncia Juan
José Tamayo sobre el alto clero español: "No estamos en una democracia
laica, sino en un Estado que tiene una confesionalidad
que no disimula"
carlos del castillo
"Puedes
ponerlo, fui condiscípulo riguroso del cardenal Cañizares, nuestras
tesis doctorales fueron dirigidas por el mismo profesor de Teología. Él
nos decía que
no había dirigido dos tesis con posiciones más contrarias".
La tesis de
Juan José Tamayo (Palencia,1946) versó sobre la
Juventud Obrera Cristiana,
mientras que la del cardenal Antonio Cañizares, sobre la vida, obra y milagros de un santo valenciano.
Tamayo continuó sus estudios hasta convertirse en uno de los más reconocidos teólogos
de la liberación. Ideología que, cuentan, inspiró el giro que el papa Francisco quiso dar a la Iglesia católica.
Justo
cuando se cumplen cuatro años de papado de Jorge Bergoglio, cuando la
Conferencia Episcopal ha elegido a Cañizares vicepresidente, y cuando el
laicismo del
Estado español vuelve a ser foco de debate, Tamayo, director de la
cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones en la Universidad
Carlos III, carga duramente contra el alto clero español y el papel de
la Iglesia en la democracia.
P: ¿Ha logrado la democracia española independizarse de la Iglesia católica?
R: La
democracia española, después de la muerte de Franco, desde la
Transición hasta nuestros días, es rehén de la Iglesia católica. O
mejor, de la jerarquía católica.
Desde la Transición lo que han hecho los diferentes partidos que han
estado en el Gobierno ha sido dotar a la Iglesia de cada vez más
privilegios esperando una rentabilidad en apoyo político.
No
estamos en una democracia laica, sino en un Estado que dudo que sea
siquiera no confesional, sino que tiene una confesionalidad que no
disimula. Primero en los
textos, ya que la Constitución reconoce el estatuto especial de la
Iglesia católica, y segundo en la práctica política, ya que le concede
todo tipo de privilegios: educativos, económicos, fiscales e incluso
militares, ya que el Ejército español cuenta con
un arzobispo con sacerdotes a su servicio, y que van ascendiendo en
graduación al mismo nivel que el resto de los militares.
Estas
prebendas no solamente no se han reducido no solamente no se han
reducido con el paso del tiempo y con los partidos de izquierda en el
gobierno, sino que se
han incrementado todavía más. El ejemplo más claro es la casilla de la
declaración de la renta, que le supone un ingreso de 250 millones que
concedido por el Estado generosa y gratuitamente, sin que haya una
justificación para esa aportación.
El
trato que se da a la Iglesia católica en este tema es del mismo nivel
que el trato que se le da a los asuntos sociales. Eso es una hipoteca
gravísima y un ejemplo
claro de que seguimos en un Estado confesional.
¿Y la moral del Estado? ¿Cree que también está demasiado influida por la Iglesia católica?
Claro.
La moral del Estado es una moral católica, pero además de los sectores
más conservadores. Lo que está pasando es que afortunadamente la
ciudadanía éticamente
es mayor de edad, se rige por su propia conciencia, los derechos
humanos y los principios de una ética cívica, y para nada tiene en
cuenta ese trasvase desde la moral católica hacia la moral del Estado.
El mejor antídoto frente a esa dependencia está en esa
madurez y mayoría de edad de ciudadanos y ciudadanas españolas, que en
muy poco tiempo han conseguido liberarse de la moralina represiva de la
Iglesia católica.
Buena
parte de las leyes que se han elaborado en estos 40 años, que han
rozado los principios doctrinales de la Iglesia católica, han tenido que
salir con forceps.
Y además con unas enormes limitaciones, porque la Iglesia católica se
ha encargado de identificar pecado con delito, calificando de delitos
aquellos comportamientos que en el interior de la Iglesia católica son
pecado, cuando tenían que estar clara y netamente
separados. Un ejemplo de esta falta de separación está en los juicios
de personas que han expresado libremente una serie de actitudes en
espacios religiosos que se consideran profanación dentro de la Iglesia
católica y el Código Penal los traduce en culpabilidad
penal.
Yo
creo que todavía la moral del Estado está hipotecada por la moral
cristiana... Tradicional. Porque hay una ética del Evangelio, que es la
ética de la Liberación,
de la justicia, de la solidaridad, la ética de la opción por los
excluidos, que no practican los jerarcas, no la ponen en práctica y
tampoco se ha traspasado al Estado.
Pero a la hora de identificar sus propios delitos...
No
se ha producido ninguna colaboración de la Iglesia católica en casos
claramente delictivos de sacerdotes, de profesores de colegios,
pederastas, que no han sido
entregados a la justicia, ni tan siquiera han recibido un castigo
dentro de la propia comunidad cristiana.
La
jerarquía católica, la Conferencia Episcopal, no se ha pronunciado ante
el autobús de Hazte Oír. Tenía que haberse pronunciado, porque es un
mensaje totalmente
homófobo, pero sin embargo ha preferido callarse. ¿Por qué? Porque en
el fondo está de acuerdo con esos mensajes ultraconservadores que
fomentan el odio.
Una Conferencia Episcopal que acaba de elegir como vicepresidente al cardenal Cañizares, conocido por sus declaraciones homófobas
Cañizares
es un cardenal que en sus declaraciones demuestra odio a todo lo que
tenga que ver con las relaciones que no son heterosexuales. Que está en
contra de
la teoría de género, a la que desprecia llamándola ideología de género y
diciendo que es una de las ideologías más funestas de la humanidad.
Además, con motivo del fenómeno de la inmigración dijo que había que
tener mucho cuidado con los inmigrantes porque
podían ser como el caballo de Troya.
Eligen
por mayoría absoluta a un cardenal que es homófobo, que es xenófobo,
que es machista, patriarcal y sexista. ¿No es esto un ejemplo claro de
cómo está posicionada
la Conferencia Episcopal? No es un obispo sin más, es que este obispo
con estas declaraciones ha sido ratificado por mayoría absoluta como
vicepresidente de la Conferencia Episcopal. ¿No es esto grave?
¿Es esto una prueba de la progresiva radicalización del discurso de la Conferencia Episcopal?
En
la medida en que avanzan las leyes críticas con la violencia de género,
defensoras de la Igualdad entre hombres y mujeres, respetuosas con las
diferentes identidades
sexuales, ellos radicalizan todavía más sus posiciones reaccionarias e
integristas. Se consideran los guardianes de la moral.
Yo
nunca he hecho declaraciones contra Cañizares, fue mi condiscípulo y
fuimos buenos amigos. Él era un hombre… Nunca progresista, pero tampoco
tan integrista como
ahora, sino más centrista, del Vaticano II, de planteamientos más
moderados. Nunca sacó los pies del estribo como lo está haciendo ahora.
Que
haga esas declaraciones me parece muy mal, aún cuando nunca le he
criticado públicamente, las repruebo radicalmente. Pero que a esta
persona la hayan nombrado
vicepresidente de la Conferencia Episcopal me parece la mejor prueba,
la verificación empírica de la deriva inmovilista que está siguiendo la
jerarquía católica.
¿Podría estar Cañizares radicalizando su discurso precisamente para ascender en la jerarquía eclesiástica?
Precisamente
ahora con [el papa] Francisco, hacer esas declaraciones tan generadoras
de odio debería generar todo lo contrario. Pero claro, la reforma de
Francisco
no ha pasado los Pirineos. Y por eso Cañizares, que se posiciona de
manera clara y directa y sin ningún tipo de reparo contra las
orientaciones renovadoras del papa, puede ascender. Si realmente los
obispos españoles caminaran en la dirección del papa, a Cañizares
nunca le habrían podido elegir vicepresidente.
"La reforma del papa Francisco no ha pasado los Pirineos"
Se
ha impuesto la continuidad integrista y conservadora en contra de la
orientación reformadora. Estas elecciones han sido una bofetada en
contra del proyecto del
papa Francisco.
¿Se ha quedado la Iglesia española anclada en el pasado?
A
la Conferencia Episcopal le falta sentido profético, están demasiados
instalados en el sistema eclesiástico, son demasiado complacientes con
el poder político
del que reciben muchas prebendas, y en agradecimiento no demuestran esa
crítica que por ejemplo hace Francisco al capitalismo por ser injusto
de raíz. Estos obispos, a lo largo de la crisis no han hecho apenas
declaraciones contra la responsabilidad que tiene
el neoliberalismo al provocar todavía más desigualdad.
"Contra
el divorcio, contra el aborto, contra... Pero muy pocas veces, y de
manera encubierta, han condenado la violencia de género"
Es
ingente la cantidad de documentos que han publicado los obispos
españoles en estos últimos 40 años contra el divorcio, contra el aborto,
contra la píldora del
día después, contra las relaciones prematrimoniales, contra la
fecundación in vitro,
contra la ordenación
de las mujeres, contra el matrimonio de los sacerdotes, contra y contra
y contra todo aquello que supone una apertura en la sexualidad, en las
relaciones de pareja, en los modelos de familia, etc. Yo he recogido
hasta 14 noes de los obispos. Sin embargo muy
pocas veces, y de manera encubierta, han condenado la violencia de
género. Condenan la teoría de género descalificandola como ideología,
incluso algunos obispos consideran que esta ideología de género es la
responsable de que las mujeres se rebelen y luego
los hombres ejerzan la violencia contra ellas. Es escandaloso.
Tantos
documentos contra la ideología de género y ni una sola manifestación,
ni una solo documento público contra la violencia de género que se lleva
por delante
mujeres. ¿No es eso una falta de piedad, de misericordia, de
sensibilidad hacia la violencia contra las mujeres? ¿No está también
legitimando, al menos indirectamente, esa violencia?
¿Y no va eso contra su propio interés? ¿Cómo logrará la Iglesia llegar a la gente si adopta una postura tan reaccionaria?
Son
los peores propagandistas de su propio producto. Ellos mismos se están
haciendo el harakiri. Con estas posiciones cada vez es mayor el número
de apostatas explícitos
que abandonan la Iglesia porque no pueden compartir estos
planteamientos que no tienen ninguna sensibilidad hacia los sectores que
sufren.
Ellos
van a decir que la causa de la falta de fe es de la secularización, de
la pornografía, del libertinaje… Pero en el fondo la responsabilidad en
la crisis que
está sufriendo la Iglesia hoy es interior, están eligiendo el peor
camino para poder defender la autenticidad y la verdad del mensaje que
dicen anunciar.
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