Rodrigo Rato, exvicepresidente económico del Gobierno y exdirector del FMI, no sabía que tenía que declarar ante Hacienda el dinero de las tarjetas ‘black’. Pensaba que Caja Madrid ya pagaba por él. Lo dio por hecho. "No recibí ninguna información que me hiciese pensar que no estaba pagando impuestos (...), era algo que existía desde hace más de 15 años y no me planteé nada", aseguró Rodrigo Rato ante el juez Andreu.
Miguel Blesa, inspector fiscal en excedencia, tampoco sabía que esas "retribuciones que se pagaban con una tarjeta para gastar" también se tenían que declarar. No sabía nada. Tampoco se lo podía imaginar. "Nadie me dio una explicación", declaró Blesa ante el juez.
El presidente de los empresarios de Madrid, Arturo Fernández, también imaginaba que de los pagos al fisco de su tarjeta se ocupaba Caja Madrid. "Yo pensaba que era legal, que no tenía ningún problema. Cuando a mí se me entrega una tarjeta de este tipo ¿cómo voy a saber yo que no es legal?". ¡Quién lo iba a sospechar!
Lo mismo que el presidente del Colegio de Economistas de Madrid, Juan Emilio Iranzo. "Pensaba que Caja Madrid me lo había declarado y retenido en la liquidación de la renta". Él no lo comprobó.
Igual que Estanislao Rodríguez-Ponga, exsecretario de Estado de Hacienda. Fue él quien hizo la reforma fiscal de Aznar y, al igual que Miguel Blesa, antes trabajó como inspector fiscal. A pesar de su experiencia y su preparación, tampoco sabía que había que declarar los 255.400 euros que se fundió de su black.
Tampoco lo sabía Pablo Abejas, exdirector de Economía de la Comunidad de Madrid. Ni Virgilio Zapatero, exministro. Ni José Manuel Fernández Norniella, exsecretario de Estado de Comercio. Ni Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la Patronal. Ni tantos y tantos más.
“Un jubilado que cobra pensión no es un ignorante financiero”, declaró Miguel Blesa hace unos meses ante la Audiencia Nacional para justificar su gestión con las preferentes.
Al parecer, un pensionista está obligado a saber qué es un derivado tan complejo como las preferentes. Pero unos listísimos economistas que han sido ministros, inspectores de Hacienda, secretarios de Estado y hasta directores del FMI no sabían que los sobresueldos se tienen que declarar.
El presidente de los empresarios de Madrid, Arturo Fernández, también imaginaba que de los pagos al fisco de su tarjeta se ocupaba Caja Madrid. "Yo pensaba que era legal, que no tenía ningún problema. Cuando a mí se me entrega una tarjeta de este tipo ¿cómo voy a saber yo que no es legal?". ¡Quién lo iba a sospechar!
Lo mismo que el presidente del Colegio de Economistas de Madrid, Juan Emilio Iranzo. "Pensaba que Caja Madrid me lo había declarado y retenido en la liquidación de la renta". Él no lo comprobó.
Igual que Estanislao Rodríguez-Ponga, exsecretario de Estado de Hacienda. Fue él quien hizo la reforma fiscal de Aznar y, al igual que Miguel Blesa, antes trabajó como inspector fiscal. A pesar de su experiencia y su preparación, tampoco sabía que había que declarar los 255.400 euros que se fundió de su black.
Tampoco lo sabía Pablo Abejas, exdirector de Economía de la Comunidad de Madrid. Ni Virgilio Zapatero, exministro. Ni José Manuel Fernández Norniella, exsecretario de Estado de Comercio. Ni Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la Patronal. Ni tantos y tantos más.
“Un jubilado que cobra pensión no es un ignorante financiero”, declaró Miguel Blesa hace unos meses ante la Audiencia Nacional para justificar su gestión con las preferentes.
Al parecer, un pensionista está obligado a saber qué es un derivado tan complejo como las preferentes. Pero unos listísimos economistas que han sido ministros, inspectores de Hacienda, secretarios de Estado y hasta directores del FMI no sabían que los sobresueldos se tienen que declarar.
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