6.20.2016

ENTREVISTA | El Gran Wyoming por Ramón Lobo (El pulpito laico)

"El centro lo ha ocupado una derecha que ellos llaman moderada y no lo es. Es una derecha radical en estas cosas, operan en la impunidad en la que han crecido, en la que vivieron sus padres", dice El Gran Wyoming
"¿Querían que entraran en política? Pues ya han entrado. Ahora les van a oír. Y se van a cagar. Ya te lo digo yo: no les va a gustar nada lo que van a oír"
"Hacían falta medidas de choque reales para paliar la situación de angustia que vive la sociedad. No se ha hecho nada de eso. Los partidos de izquierda y de centro izquierda, como el PSOE, han hecho una absoluta dejación de funciones"
 
A José Miguel Monzón (Madrid, 1955), más conocido como El Gran Wyoming, le tocó vivir el final de la dictadura, las esperanzas y las desilusiones de la Transición y el 15-M. No es el personaje chistoso que representa en El Intermedio desde hace más de diez años, aunque es rápido y brillante, sino un tipo comprometido que no rehúye la respuesta. Es claro, directo. Acaba de producir un documental titulado No estamos solos dirigido por Pere Ventura. Es un viaje a las tripas de los movimientos sociales que han puesto patas arriba la quietud del sistema y que ahora amenazan con levantar alfombras y moquetas, con destapar las miserias de una forma de hacer política que se olvidó del ciudadano.
Todas las encuestas indican que el PP va a ganar las elecciones. ¿De quién es la culpa? ¿De la oposición que no sabe mostrarse como alternativa? ¿De los españoles que no sabemos leer los periódicos? ¿De los periódicos que no cuentan lo que pasa? 
No es culpa de nadie, es una herencia: España fue el único país en el que ganó el fascismo. En Alemania fue derrotado; en Italia fue derrotado. Aquí ganó y estuvo 40 años. Vivimos bajo el mito de que en el 20 de noviembre de 1975 murieron Franco y 40 millones de franquistas. No sucedió tal cosa: solo murió Franco. Había una sociología del franquismo que estaba ahí y en cuanto se ha pasado la mala conciencia o la mala imagen, se ha manifestado. Aznar fue de los primeros en proclamar su orgullo ser de derechas. La derecha estaba asociada al fascismo, al franquismo. Aznar les dijo que estaba vinculada a la democracia y la libertad. El PP como empresa estaría acabada, habría que venderla. Según me contó Belén Barreiro, que fue directora del CIS, hay un dato que nunca dicen, y que es importante: por debajo de 35 años no tienen prácticamente a nadie. No tienen futuro, son algo del pasado. De ahí el éxito de Ciudadanos: a muchos se les hace cuesta arriba votar a Rajoy y a Esperanza Aguirre. Para los de 35 años y menos, Ciudadanos les ofrece una alternativa.
Los nuevos medios digitales publican escándalos, los Papeles de la Castellana o los presuntos manejos del marido de Esperanza Aguirre con las subvenciones, y ni siquiera dan explicaciones. ¿Qué hacemos mal los periodistas?
Aquí nunca hemos tenido una derecha normal, que sea derecha sin más. O un centro. El centro lo ha ocupado una derecha que ellos llaman moderada y no lo es. Es una derecha radical en estas cosas, operan en la impunidad en la que han crecido, en la que vivieron sus padres. Esta es la realidad. Todos tienen ancestros en el Antiguo Régimen. Es una dinastía. Aznar, Aguirre, Rato… Todos ellos vienen de ahí. Esperanza Aguirre no entiende por qué tiene que dar explicaciones. No es que las dé o no, que no las va a dar, lo que no entiende es por qué tiene que dar explicaciones a un mindungui de periodista.
Una vez estábamos viendo un reportaje de un acto de Esperanza Aguirre en el que se suponía no tenía que haber periodistas. Por la circunstancia que fuera, los de Telemadrid se habían enterado y ahí estaban. Ella se fue a por ellos y dijo de muy malos modos, como tienen la costumbre de hablar al servicio: “¿Qué hacéis aquí? ¿Quién os ha mandado?”. No entiende que los pagamos nosotros, que están ahí para informar y que la información es un derecho. Ella se dirige a los periodistas como a unos empleados a los que les monta un pollo. ¿Cómo va a dar explicaciones? Es como si la chacha le preguntara dónde va usted a estas horas.
En las elecciones del 20D, Ciudadanos parecía una derecha europea, menos en el asunto de la memoria histórica. Marcaba diferencias con el PP. Ahora parece que se han liado. ¿Le han defraudado?
Bueno, esto es como todo: para tomar cerveza, vale cualquiera. En los momentos complicados es cuando se ve al personal. Les ha pasado con esto, con los malos tratos a la mujer, y les pasará con el aborto en cuanto se profundice un poco. A mí no me defraudan: siempre he estado seguro de que era así [risas]. Estoy seguro de que estos señores han venido a apuntalar al PP. Siempre han querido hacer un trío con Pedro Sánchez (porque hace falta); siempre han dicho que no se puede dejar fuera al PP, que tienen no sé cuántos millones de votos, pero dejan fuera a Podemos, que tiene cinco millones de votos. Con Podemos lo tienen muy claro por una cuestión ideológica; con el PP no tienen ningún problema ideológico.
¿Cree que alguno de los dos bloques llegará a 170 diputados, lo que les permitiría gobernar con el apoyo del PNV, o se repetirá el escenario de diciembre?
No haría falta, se puede gobernar en minoría. Vivimos en un régimen parlamentario, lo que cuenta son los diputados. Para echar por tierra la LOMCE, no hace falta tener un Gobierno en mayoría; se propone y se vota en el Parlamento. Esto lo sabe Sánchez pero no le interesa contarlo. Si quiere derogar, como dice, la reforma laboral, se propone y se vota. No hace falta tener una mayoría previa en el Gobierno. Si se quiere derogar la Ley Mordaza, se propone, se vota y también se deroga porque ahí hay una mayoría tremenda. No hace falta llegar a grandes consensos para un Gobierno de coalición. Se puede gobernar en minoría; se aprobarán unas leyes y otras no.
Una de las claves de las nuevas elecciones será la participación. ¿Ve a su entorno cansado, con la misma ilusión? 
Bueno, al entorno en general se le ha cansado previamente; se le ha dicho una y mil veces que repetir las elecciones era un fracaso. Bueno, ¿no hablamos de que esto es la fiesta de la democracia? ¿Quién tiene problemas en repetir una fiesta? Lo que se le está diciendo a la gente es que se abstengan, que esto es un coñazo, que el resultado va a ser el mismo, que si no han sido capaces una vez para qué repetir, que habría que haber buscado una solución. A la gente la están cansando. Los sondeos indican que la abstención va a favorecer al Partido Popular porque los del PP ni se abstienen ni se abstendrán. Si tienen que sacar otra vez a las monjas, las sacarán. Mi padre votaba al PP y le costaba Dios y ayuda que mi madre votara porque tenía demencia senil. Mi padre era mayor, tenía dificultades para moverse, pero iba a votar. Además iba con dos votos; conseguía un certificado médico, se iba a un notario, levantaba un acta de no sé qué. ¡Por un voto!
Podemos lee muy bien la realidad, son excelentes en campaña, pero cuando acaba la campaña y llega el momento de hacer política siguen en campaña. ¿Cree que Podemos ha dado la talla en estos meses y que el pacto con Izquierda Unida ayuda a camuflar el descontento de una parte de su electorado?
El problema es ese, el problema es estrenarse. Esto es un aprendizaje a corto y largo plazo en el que el rodaje es importante. Este es un negocio en el que hay que aprender mucho. El escenario te da tablas. Podemos tiene un hándicap añadido: tienen en contra a todos los grandes medios de comunicación que les están difamando casi sistemáticamente.
¿Se han equivocado en las formas?
Los políticos no están acostumbrados a que les digan las cosas. Están acostumbrados a que les sugieran y ya hablaremos. En Inglaterra y en otros Parlamentos se dicen las cosas claras y a la cara; aquí eso no ha ocurrido nunca. Solo se dicen convenciones, si alguna vez alguien suelta algo enseguida están con lo que se quite eso del acta. ¿Por qué? ¡Si se ha dicho! Que conste. Tiene que constar. No me parece un acto de arrogancia que Pablo Iglesias se propusiera como vicepresidente y a Pedro Sánchez como presidente a 300.000 votos de diferencia. ¿Las formas? Las formas las podemos estudiar, pero no el hecho en sí.
He escuchado en la radio a Sánchez decir que le cuesta superar el chantaje y la extorsión a la que le sometía Iglesias. Se refería a la vicepresidencia. ¿Pero qué chantaje y qué extorsión? Era una propuesta para sentarse a hablar. O cuando calificaron de puesta en escena “estilo Herri Batasuna” solo porque salían varios con Iglesias. Después de eso, he visto unas veinte puestas en escena similares, también de Ciudadanos, y nunca las han calificado de puesta en escena estilo Herri Batasuna. Dicen, “acompañado de sus colaboradores”. A Manuela Carmena se le ocurrió decir que tenía un problema de comunicación porque no había ningún medio de su parte. Se armó un pollo: “Ya veréis los bolivarianos…”. Lo que quería decir es que no tenía ningún medio que reflejara lo que les contaba.
Entonces cuál ha sido el problema de Podemos.
El problema de Podemos es un problema fundamentalmente de formas. Porque ellos se van a agarrar a las formas para machacarlos. Cuando escuché en las noticias la famosa intervención de Pablo Iglesias poniéndose como vicepresidente, dije: “Hostia, ¡qué ha pasado!”. Vi la intervención y me pareció un hombre moderado. Una de las cosas que destacaban era el asunto de los sillones. Solo habló dos minutos de sillones y más de media hora de propuestas. Leyó decenas de propuestas. Te aseguro que de los treinta millones de españoles que están opinando sobre aquella intervención, solo unas decenas de miles vieron la intervención.
Te voy a contar otro ejemplo. El otro día estaba cenando y una persona se acercó. Soy un imán para los coñazos. Me preguntó si era amigo de Ada Colau. Le dije que sí, que me merece muchísimo respeto. Por más que les explicaba que Colau no era independentista, que propone un referéndum en el que votaría 'no', daba igual. La gente tiene una consigna que les han dado y no salen del “referéndum separatista”, el “referéndum por la independencia” o el “referéndum para romper España”. Creo que están desaprovechando una baza histórica. El 80% del pueblo catalán quiere una consulta, por más que le escandalice a Pedro Sánchez. El 40% de los que votan a Ciudadanos quieren o dicen que no les importaría, pero digas lo que digas, Podemos es un partido, como dice Sánchez, que quiere romper España.
El  PSOE ha escogido el papel de víctima; es el que más tiene que perder: haga lo que haga, incluso si no hace nada, la va a cagar.
Es que ya la ha cagado. La ha cagado y ahora va a pagar las consecuencias. El pacto con Ciudadanos no le iba a dar un solo voto. Era evidente. Cualquier persona que creyera en la palabra y en la honestidad de Pedro Sánchez… Después de lo que dijo de Rivera, que si era un facha, un lobo con piel de cordero, un submarino del Ibex 35, que estaba pagado por la banca para evitar el cambio… Imagínate que eres militante o votante del PSOE y ves que después pacta con él. Con los militantes, cuela; con los votantes, menos. Los militantes dicen: “¿Ahora qué tenemos que decir, Pedro?”. “Pues ahora di que es un tipo cojonudo”. “Vale, entonces, lo de hijoputa lo borramos”. Los militantes están dispuestos a esto, pero los votantes no tanto. Los votantes no tienen dogmas, no viven de la consigna. Ahora va a pagar un precio. No sé si mucho o poco, pero lo va a pagar. Sánchez dice que es un precio que está dispuesto a pagar por la gobernabilidad y la estabilidad. Pues muy bien. Pero lo vas a pagar, muchacho.
¿Cómo ve a Susana Díaz? ¿Es el principal rival de Pedro Sánchez en estas elecciones?
Sí, veo a Susana Díaz como la próxima secretaria general del PSOE. Sánchez es un hombre que está hundido. El tema es: ¿nos vale hundido? Creo que va a venir alguien a intentar regenerar y poner las cosas en su sitio. Y ese alguien se llama Susana Díaz.
¿Cree que tiene recorrido para regenerar el PSOE?
Es la mejor representante de lo que se ha convertido el PSOE. Ya está gobernando con Ciudadanos; ya rompió unilateralmente y de forma agresiva con Izquierda Unida. Es la vía que se inició en su día renunciando al marxismo y después rompiendo con la Izquierda. El PSOE está haciendo una jugada inteligente desde el punto de vista profesional, aunque a los ciudadanos les va a hacer mucho daño. El día de que haya en este país un partido de centro, equilibrado, no fascista, no autoritario, no mentiroso y no corrupto; ese día, ese partido gobernará para siempre. Estamos en la UE. Con todas nuestras desgracias pertenecemos al Primer Mundo si no nos descabalgamos. Al final, las personas se vuelven gentes de orden y la gente de orden se hace conservadora. A Susana Díaz le da envidia ese capital de votos que tiene el PP. Y que sabe que se puede enganchar. Por debajo de los treinta y tantos, ya no tiene remedio, pero hay una franja que ahora tiene veintitantos a los que se les puede convencer. Si al final quitamos la S y la O, quedará Partido Español. Ya lo está haciendo en Andalucía.

La batalla de quién es el verdadero socialdemócrata parece un juego de niños.
Sí, claro. Digamos que la palabra comunista no vende; bueno, vende a los comunistas. A los que no lo son, ni de coña. Esa es la gran diferencia de la izquierda y la derecha, Para ser de izquierdas hay que militar y hay que tener una creencia. Y hay que tener una serie de ideas claras. Todos los apolíticos son de derechas. Si quieres ser un presidente de consenso, mejor dejar atrás lo del comunismo. Ahora somos socialdemócratas. Uno miente cuando dice que Marx y Engels… La socialdemocracia viene de ahí, claro, pero había dos vías: una democrática, que defendían los socialdemócratas en la Internacional; y otra de los marxistas leninistas que defendía la revolucionaria, tomar el poder a hostias porque no nos van a dejar y que las elecciones eran mentira. Aquí, cuando el Frente Popular ganó las elecciones duró dos días.
Podemos parece que adelanta al PSOE en votos y, tal vez, en diputados.
No lo sé. Lo del sorpasso es, en el fondo, un término peyorativo. ¿Por qué sorpasso al PSOE y no al PP? Esta es la cuestión. Sorpasso significa adelantamiento, pero no se dice así. Sorpasso es un término peyorativo que se usó mucho en la época de Felipe González, cuando se hablaba de la pinza de Aznar y Anguita. También se ha dicho que los de “Podemos va a robar no sé cuántos votos”. Los votos no son de nadie. Los ven como una propiedad privada; el PSOE tenía allí su ganado y viene uno por la noche que les roba las ovejas.
¿Sería una debacle para el PSOE si queda tercero?
Eso está garantizado. No cabe ninguna duda de que el PSOE ya es tercero. El problema es tercero hasta dónde. El problema es si la caída va en picado o es ligera. Ésta es la única cuestión porque la caída ya está, la tienen ahí. Una cosa que no quieren entender es que Podemos ha ganado en Madrid, en Valencia, en Barcelona, ha ganado en las grandes capitales. Los otros partidos que tienen mayoría o una gran mayoría, han ganado entre la gente mayor y del extrarradio, del campo. 
¿Se imagina que Podemos gane las elecciones?
Me encantaría. Porque ya tengo una edad y me quedan muy pocas satisfacciones. Me encantaría que ganara Podemos solo por ver la cara de esta gente; solo por eso, aunque dimitan al día siguiente. Sí, solo pido que alguien les ponga en su sitio. Y eso solo lo puede hacer Podemos. Su éxito se debe a que los otros partidos se profesionalizaron, llegaron a convencer a la gente de que la democracia era una cuestión que se dirimía cada cuatro años y consistía en votar, en elegir un representante y dejarle trabajar; igual que uno escoge un asesor fiscal o un abogado. En los momentos jodidos es cuando se ve cómo es la gente.
Aquí vivimos una situación catastrófica, que los medios de comunicación atenúan porque no quieren generar una alarma social que desemboque en desórdenes públicos. Tenemos un tercio de la población infantil en la pobreza. Pero cuando uno sale a la calle, ese no es el decorado que ve. Hay cerca de un 20% de trabajadores por debajo del umbral de la pobreza trabajando jornada completa. El informe de Cáritas es demoledor. Aquí está pasando algo extraño. Ante esta situación hacían falta medidas de choque reales para paliar la situación de angustia que vive la sociedad. No se ha hecho nada de eso. Los partidos de izquierda y de centro izquierda, como el PSOE, han hecho una absoluta dejación de funciones.
Es verdad que los políticos son una casta. No me gusta utilizar el término porque me identifica con un partido y parece que estoy haciendo campaña, pero es verdad que estos señores hicieron una absoluta dejación de funciones. Cuando se llevó a cabo la primera iniciativa legislativa popular impulsada por la PAH con Ada Colau al frente, se reunieron cientos de miles de firmas para parar los desahucios. O al menos para conceder algo que está en toda Europa: la dación en pago. ¿Cómo vas a echar a alguien de su casa y encima decirle que tiene que pagar la hipoteca? Es cruel, pero no fueron capaces de hacerlo. El PSOE tampoco. Hicieron un paripé con una medio ley que no sirvió para nada. De todo eso salió una especie de argumentario de buenas conductas no vinculante para los bancos. Eso es una mierda.
Pedro Sánchez ha anunciado que una de sus medidas para combatir el fraude fiscal será la de excluir de la obra pública a las empresas que estén en paraísos fiscales. Entonces no va a tener obra pública nadie en España porque casi todo el Ibex vive en paraísos fiscales. ¿Por qué dice eso? ¿Se lo cree? ¿Sabe en qué país vive?
Pueden decir lo que quieran. Nada de lo que se promete es de obligado cumplimiento. Puedes decir como dijo Rajoy, quería hacer una política y he tenido que hacer la contraria porque la coyuntura le había obligado. Un hombre honrado dice: “No puedo hacer la política contraria a la que he prometido; me voy y que venga otro que lo haga”.
La clave del cambio ha sido el 15-M.
El 15-M es un reflejo de todo esto. Aquí no cambia nada si no lo haces cambiar. El otro día tuvimos a José Antonio Marina, el filósofo que intenta un gran pacto por la educación. Nos decía: todo esto que estamos haciendo en los despachos no tiene sentido si no tiene respaldo popular. Si la gente no toma conciencia de la importancia de la educación en nuestro sistema y en nuestra vida. Si la gente no se echa para adelante y aquí se vuelca con esto, es inútil. Lo que pactemos aquí, mañana lo van a quitar. Y aquí es donde entra el 15-M. Fue un conjunto de historias y mareas. La marea blanca es el colectivo de los médicos, a los que han sacado de quicio. Es un gremio muy conservador que conozco bien. Pero se salieron a la calle y la gente les defraudó: los médicos no estaban hablando de su salud. Si alguien tiene garantizada la salud en este país te aseguro que son los médicos. La gente les veía como personas que defendían reivindicaciones sindicales. “Ya están los médicos con su problemita; ya están los maestros con su problemita”. Estamos hablando del sistema, de una sanidad que era una de las mejores del mundo y que la estamos jodiendo a una velocidad espantosa. Por primera vez tenemos la posibilidad de construir una educación seria, pública, de calidad, gratuita, universal, y los partidos políticos tradicionales pasan como de la mierda.
Y los medios de comunicación.
Los medios de comunicación no dan a estos temas la importancia que tienen. Yo tengo amigos que están haciendo trasplantes de hígado y al final entre pitos y flautas no llegan a 3.000 euros al mes. En Estados Unidos esa gente gana millones de dólares. Millones. 
¿Qué cuerpo se le queda cuando ve a Albert Rivera en Caracas? Va dos días, se entrevista con la oposición, no pisa la calle, no ve un solo pobre y vuelve dando clases de Venezuela y hablando contra Podemos.
A mí el que me da pena es Fidel Castro. Lo están ninguneando. A este pobre hombre lo han olvidado. Y no se ha muerto: sigue haciendo el mal. Ya no sale en ningún lado. Maduro es el enemigo. Pues sí, es tan patético… En este periodo corto de tiempo entre el 20-D y hoy asesinaron en Honduras a la líder de los derechos indígenas…
Berta Cáceres.
Si, Berta Cáceres. Se monta una gran movida internacional en defensa de los derechos humanos y para demostrar hasta qué punto se la suda, matan también a su mano derecha. Y la pasada semana mataron al líder del colectivo LGTB. ¿Ha protestado La Razón? ¿Ha dicho algo Rivera? Los hondureños nos necesitan mucho más. Están asesinando a periodistas, líderes políticos, abogados. ¿Qué pasaría si asesinaran a un líder de derechos humanos en Caracas? Sería un escándalo tremendo. En cambio los pueden matar en Honduras, en Guatemala, en Colombia, en México. Lo pueden hacer en cualquier sitio y no pasa nada. Pero es de Venezuela de lo que estamos hablando todo el día.
Es una persona rica que además presume.
Soy un artista. Más que con un rico, prefiero que me compares con Picasso.
¿Paga sus impuestos en España?
Espero que sí.
El Gran Wyoming.
¿Cómo ve que los ricos tengan su dinero en paraísos fiscales, incluso la familia del rey?
Hombre, en general les ha ido mejor que a mí; eso lo garantizo. En mi historia, Hacienda me ha tratado igual que si no hubiera pagado nunca. ¿Quieres que te diga lo que pienso? Esto es un circo. Todo esto que han hecho con Imanol Arias y con Messi, incluso, es un circo. Los que no pagan aquí son las grandes corporaciones. [Las grandes empresas, las que facturan por encima de los 45 millones de euros, tributan menos de la mitad que una pyme, según denunciaron los Técnicos del Ministerio de Hacienda]. Si pagaran, no habría habido recortes, los parados estarían atendidos y la caja de la Seguridad Social estaría llena. En el programa tuvimos a un jefe de la asociación de inspectores. Nos contó que cada vez que hay un caso de un gran defraudador pasa al piso de arriba y desaparece. Una inspectora descubrió un caso tremendo de una empresa mexicana que…
Cemex.
Sí, Cemex. Cuando le quisieron quitar el caso, ella se negó, quería terminarlo. Entonces la destituyeron. Su jefe dijo que si la echaban, tendrían que quitarle también. Los dos a hacer puñetas. Montoro ha cambiado a 200 cargos dentro del Ministerio de Hacienda. Cuando le han preguntado, su respuesta ha sido decir que son cargos de confianza. ¿De confianza de quién? ¿De confianza de qué si son técnicos? Un ingeniero que está calculando la resistencia material no tiene que ser un hombre de confianza. Se supone que este Ministerio, que es muy delicado, debería estar al margen de la política. Y de la utilización política. Lo que hicieron con Aznar es un cuento, una puesta en escena ridícula. A Aznar, cuyo patrimonio es desconocido para toda la humanidad, le han puesto una multa de 60.000 euros. El mensaje es “si nos metemos con Aznar es que estamos haciéndolo bien”. Es mentira. Están dejando fuera el fraude de las grandes corporaciones.
¿De ahí el miedo a que Podemos pueda llegar, como ha pasado en los ayuntamientos, y empiece a mirar las cuentas? 
Claro. ¿Qué ha dicho Esperanza Aguirre cuando han empezado a mirar las cuentas? Que esto es un régimen nazi. Cuando empezaron a mirar las cuentas y vieron que no había ni un contrato en su sitio, han tenido que formar una Comisión Permanente. El sistema de delincuencia en el que estaban instalados era terrible y de ahí el éxito de Podemos. ¿Qué decía el PSOE cuando ganaba? Tenían una frase hecha: “No haremos la política de retrovisor. No vamos a mirar hacia atrás. Viene una nueva era de consenso”.
¿Por qué no vas a mirar hacia atrás? Es mi pasta, tío. Tú con tu dinero haz lo que te salga de los huevos. Si han robado me da igual que el anterior alcalde fuera del PP o del PSOE. ¿Qué es eso de borrón y cuenta nueva? Lo han hecho sistemáticamente. No existe ningún caso en los 40 años de democracia donde se haya hecho algo parecido a lo que ha ocurrido en el Ayuntamiento de Madrid. Que alguien fiscalice las cuentas al llegar. Lo que sí ha ocurrido, cuando Aznar dejó La Moncloa y se gastó un dineral en contratar una empresa americana, fue borrar todos los ordenadores, que eran patrimonio nacional. La factura de la empresa la pagó Zapatero. Y lo denunció. Denunció que había pagado la factura y que era una vergüenza pero no hizo nada más. No lo hizo Zapatero ni Felipe González. No lo ha hecho nunca nadie. Entre ellos se han amnistiado sistemáticamente.
Cuando ve a Felipe González en un vídeo recomendando a un dudoso empresario o escribiendo al dictador de Sudán pidiéndole favores… ¿Le ha votado alguna vez en tu vida?
A Felipe González, no sé; a Zapatero, sí. A Felipe González, no me acuerdo. Siempre solía votar a Izquierda Unida por una cuestión personal.
¿En el 82?
¿En el 82? Es que no me acuerdo. Igual sí. Siempre me ha molestado las cosas que decían. Es una gente a la que le cabrea la Ley de la Memoria Histórica porque ellos no tuvieron cojones. El papel de Alfonso Guerra es patético. Era un hombre que siempre me ha hecho mucha gracia. En lo artístico. Un hombre que tiene un pico, que tiene mala leche. Hubiera sido un gran tertuliano de los realities. Ahora me parece patético que ande criticando a las televisiones que ceden el micrófono a Podemos. Lo que propone es vetarles. Es cuando nos hacemos una idea de en manos de quiénes hemos estado. O el texto que escribió Felipe González en recuerdo de su amigo Carlos Andrés Pérez, que le patrocinó cuando fue presidente de Venezuela. Hay que leerlo para entender en manos de qué personajes hemos estado. Es un panegírico hacia un ‘gran hombre’. Carlos Andrés Pérez mató en una sola noche a 4.000 personas. En la calle. Desaparecieron. Acabó reconociendo 400 muertos porque encontraron fosas comunes. Salió del poder como el político más corrupto de la historia de Venezuela. Se exilió y vivió en Miami el resto de su vida como un forajido porque estaba reclamado. Chávez lo reclamó para juzgarlo, pero no volvió. Este hombre puede pasar la historia de mil maneras, pero no como un gran hombre y un gran demócrata porque no lo fue. 
¿Votará el día 26?
Sí. Bueno, intentaré votar. Porque estaré fuera; he pedido el voto por correo y estoy un poco nervioso porque no me llega.
Existe el voto por poderes, lo he practicado tres veces: buscas un amigo o una amiga que no vote y que lo haga por ti. Él vota, tú te abstienes. 
Espero votar. Pere Portabella, que tiene más de ochenta años, que ha estado en el PSUC y ha sido senador… Bueno, esto no lo digas porque a lo mejor es un hombre coqueto. Con él he producido el documental No estamos solos. Hace tres o cuatro años, me dijo: “Es la primera vez en mi vida que creo que las cosas van a cambiar”. Es un tío que ha vivido el franquismo y la Transición, que sabía que no iba a cambiar nada, y nada cambió: la justicia quedó en su sitio, la policía quedó en su sitio, todo quedó en su sitio. Pero Portabella dice: “Es la primera vez que tengo conciencia en mi vida de que las cosas van a cambiar. Es ahora. Y el cambio va a venir de Cataluña, no de Madrid como la gente piensa ni de España. Va a venir de Cataluña”. Es un hombre a quien tengo mucha fe. Me dio mucha moral.
El periodista Bru Rovira tiene la misma teoría: para resolver el problema del conflicto con Cataluña, España tendrá que asumir su propio conflicto. 
Es que esa es la verdad.
Solo asumiendo ese conflicto se podrá encontrar un encaje para Cataluña.
Estados Unidos es una nación de naciones, de Estados soberanos; uno tiene la pena de muerte, otro no; uno divorcio… Y está asumido. Estuve en Tanzania donde la gente se supone que es salvaje y tribal. Tienen 75 lenguas y no pasa nada. Viven en paz. Aquí tenemos cuatro lenguas y llevamos a hostias desde hace muchos siglos. Esta es una cuestión que se va arreglar y se va a arreglar desde Cataluña. Tras el 15-M, estos señores instalados, les dijeron, “si queréis participar en el juego político, entrad por el cauce legal como hemos hecho todos”. Pues lo han hecho. El día que entraron en el Congreso de los Diputados fue para mí uno de los más bonitos. Ese y cuando Barack Obama juró el cargo. Ese día estaba un poquito emocionado: ¡Coño, un negro en la Casa Blanca! Esto si que estaba seguro de que me iba a morir sin verlo. Pues lo he visto.
El día que entraron los de Podemos se armó: miradas, caras, lo que se dijo, que se laven, los piojos, toda esa mierda. Cuando vi eso, dije, es verdad, no nos representan. En la calle veo a gente como Pablo Iglesias, como el señor de las rastas o la señora que da de mamar a su hijo. Los veo, están ahí. Pero cuando esa calle entra en el Congreso es como si usurparan un espacio que no les pertenece. ¿Querían que entraran en política? Pues ya han entrado. Ahora les van a oír. Y se van a cagar. Ya lo digo yo: no les va a gustar nada lo que van a oír.