“La izquierda cree que sus ideas son tan estupendas que no le hace falta defenderlas”
"En realidad, la austeridad funciona muy bien para lo que ha sido diseñada: transferir riqueza de abajo a arriba. Y nos han convencido de que es el mejor resultado""Ahora hay gente que se está rebelando, pero la mayoría vota contra sus intereses, vota a Trump. Todo su gabinete proviene de las grandes empresas. Pero la gente corriente vota esto, creen que en su interés"
En
2018 cumple 20 años el movimiento ATTAC. Nacido en Francia como grupo
de presión a favor de la introducción de una tasa a las transacciones
financieras internacionales (conocida popularmente como
Tasa Tobin), su propósito es organizar a la sociedad civil para “poner
freno a la dictadura de los poderes económicos, ejercida a través de los
mecanismos de mercado”. A finales de enero, Madrid ha acogido una
reunión de ATTAC Internacional, en la que participa
su presidenta de honor y del Transnational Institute de Ámsterdam,
Susan George. Esta lúcida filósofa y analista política nacida en Ohio
(EEUU) hace 82 años (desde 1994 tiene la nacionalidad francesa) es la
autora de la célebre distopía “El Informe Lugano”.
¿Cómo
cree que pueden afectar al comercio internacional las recientes
decisiones del nuevo presidente estadounidense Donald Trump
de dinamitar distintos tratados comerciales internacionales?
Estoy
encantada de que Trump se haya desembarazado del Tratado Transpacífico
(TTP), y espero que también lo haga con el europeo TTIP. Creo que
probablemente lo hará, porque ha dicho que quiere establecer
acuerdos bilaterales. Si se deshace de estos dos grandes tratados, no
creo que perjudique al comercio mundial en absoluto, porque no se
trataba de comercio, sino de dar más privilegios regulatorios a las
grandes compañías transnacionales. Si se llega a acuerdos
bilaterales, puede incluso ser beneficioso. No digo que todas las
decisiones económicas (de Trump) sean beneficiosas, pero usted me ha
preguntado por el comercio.
En
los últimos meses hemos vivido una sucesión de filtraciones, como los
Papeles de Panamá. ¿Cómo contempla esta nueva forma de conocer
los desmanes de las empresas para defraudar impuestos?
Es
muy buena, los periodistas realmente están haciendo su trabajo. Cientos
de miles de personas pueden comprender ahora mejor lo que significa un
paraíso fiscal y cómo funciona, y cómo están robando
dinero que pertenece a los ciudadanos. Por ejemplo, en Francia se ha
hecho un estudio parlamentario que muestra que entre 60.000 y 80.000
millones de dólares han desaparecido de los fondos del Tesoro. Impuestos
que no se han pagado porque transferencias que
se tendrían que haber hecho en el país no se hicieron. La mayoría de la
gente no supo estas cosas hasta que se publicaron en los periódicos.
Gracias a filtraciones como "Los Papeles de Panamá" mucha más gente sabe
que les han estado robando a ellos, directamente,
de sus hospitales, de su transporte público.
Una de las razones de la desigualdad es que las multinacionales no estén pagando todos los impuestos que deberían.
Tengo
un amigo que es inspector de hacienda retirado, y le planteé esa
pregunta hace muchos años: “¿Están las transnacionales pagando todos los
impuestos que deben?”. Y me contestó: “Siempre pagan algo,
pero pagan lo que quieren”. Deberían decir en cada país en el que
operan cuáles son sus volúmenes de ventas, cuáles son sus beneficios,
cuántas personas tienen empleadas, lo básico, y entonces podemos decidir
cuánto tienen que pagar. No sería tan difícil,
resolvería muchas cosas, pero no tenemos los instrumentos legales
adecuados para ello. Y Trump probablemente va a hacer que continúe
siendo así.
Varios
países, entre ellos España, han dicho que estarían dispuestos a
implementar una tasa a las transacciones financieras internacionales,
una suerte de tasa Tobin como la que defiende ATTAC. ¿Ve posible este
escenario?
Por
desgracia, fue Francia, mi país, el que evitó que se implementase en el
pasado. Pero me parece muy bien que España se haya mostrado a favor. En
algún momento tendrán que aplicarla, porque de nuevo
volvemos a la cuestión de que nuestros ahorros están siendo robados.
Una vez que la gente lo sabe, piensa que su dinero puede gastarse mejor
que ir al bolsillo de los más ricos del mundo.
Por
eso la información es tan importante. Cuando yo comencé en el activismo
y en la política, decíamos “debéis salir de Vietnam”. Y la gente quizá
estaba de acuerdo, o quizá no, pero sabían de lo que
estabas hablando. Ahora las respuestas son más largas y complejas. La
información es muy importante y es muy importante seguir repitiéndola.
Los
índices de desigualdad están creciendo incluso si nuestros gobiernos
hablan de subidas de PIB. ¿Cree que se puede decir que la
crisis económica forma parte del pasado?
Es
que no creo que sea una crisis. Una crisis significa algo terminal,
significa que o vas a recuperarte o vas a morir, pero no dura casi diez
años. Esto no es una crisis, es una enfermedad que está
siendo fomentada por las políticas económicas actuales. En realidad, la
austeridad funciona muy bien para lo que ha sido diseñada: transferir
riqueza de abajo a arriba. Y nos han convencido de que es el mejor
resultado.
¿Qué
opina de la idea de que el desempleo está creado por los gobiernos y
por los poderes para mantener a la gente con miedo, para
que no se rebelen?
No
sé si es deliberado crear miedo. Pero escuché una charla de Tony Benn
(un destacado diputado laborista británico, fallecido en 2014) en la que
empezaba diciendo “el miedo es la disciplina de la economía
capitalista”. Es una manera muy elegante de decirlo. Si los gobiernos
lo hacen aposta, no lo sé, porque tendrían mucho más éxito y serían
reelegidos si luchasen contra el tipo de desigualdad que vivimos en
nuestros países.
A
mediados de los años 70, en Europa las rentas del trabajo eran el 70% y
las del capital del 30%. Ahora las rentas del trabajo son del 60% y las
del capital del 40%. Así que se ha perdido un 10% de
riqueza en el bolsillo de la gente. Un 10% del PIB europeo son algo así
como 1,6 billones. Es mucho dinero que no va a ir al consumo y la
inversión europeas, y que no pagará impuestos por ello.
Así
que no es un misterio que en los últimos años la gente tenga menos que
gastar, que la gente esté corta de dinero. Entonces la pregunta es
pertinente. ¿Es que los gobiernos lo hacen aposta o es que
no saben economía? Pero lo que es cierto es que hay una economía
equivocada (la de la austeridad) que se ha convertido en la biblia. Y
para convencer de ella hay enormes inversiones en
think tanks, en libros, artículos, tribunas universitarias, jueces, instituciones religiosas.
Gramsci
en los años 20 ya dijo “puedes ganar a través de la violencia, pero
también a través de sus cabezas. Y para hacer eso tienes que usar las
instituciones”. Y eso es lo que la izquierda no ha entendido
y la derecha, sí. La izquierda cree que sus ideas son tan estupendas
que no hay que defenderlas (somos generosos, somos simpáticos,
defendemos los derechos humanos). Pero el problema es que la derecha ha
logrado enmarcar estas cuestiones de manera que han
dicho a la gente, y les han convencido: “Si no tienes trabajo y eres
pobre, es tu culpa. No eres organizado y te mereces lo que tienes”.
Mucha parte de este mensaje ha sido interiorizada.
¿En qué se nota?
Ahora
hay gente que se está rebelando, pero la mayoría vota contra sus
intereses, vota a Trump. Todo su Gabinete proviene de las grandes
empresas. Pero la gente corriente vota esto, creen que en su interés.
El Brexit es parecido, creo que la gente corriente tiene una idea
equivocada de lo que va a pasar allí, porque las leyes sociales
británicas son peores que las europeas, en cuanto a salario mínimo, horas extra, en aspectos sociales van a estar peor,
pero lo votaron probablemente por miedo a la inmigración, aunque estén equivocados.
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