10.01.2016

Siempre aparece un soplón, Mariano. Antón Losada (El pulpito laico)

Jaume Matas parece camino de convertirse en el temido soplón. No imagino cuánto debe dolerte, Mariano, que haya sido precisamente aquel president balear ejemplar quien vaya a empezar a cantar para salvarse de la cárcel.


Mira que te lo avisamos, Mariano. Si algo hemos aprendido de las películas de hampones y de la vida real en las tramas y organizaciones criminales es que, antes o después, siempre aparece un chivato; un soplón sin honor, ni principios, ni lealtad, dispuesto a vender a la familia por salvar el culo. Da igual lo que hagas, ni Pablo Escobar lo pudo impedir y mira que a él le querían los suyos.

Lo que has logrado tiene mucho mérito, Mariano. Durante algo más de un lustro se ha logrado evitar con éxito que apareciese algún chivato entre las múltiples tramas de financiación irregular que han ido estallando. Seguramente se trata de un nuevo récord mundial para la ley del silencio. Se logró además mientras tus barones y aspirantes a sucesores se hacían los dignos o los estrechos. Pero no podía durar, era inevitable. La gente en general es así, egoísta, van a lo suyo y no piensan ni en los demás, ni en el partido; imagínate esos que cobran en dinero negro y trincan comisiones en serie. Las ratas siempre abandonan el barco.
Informa la prensa que Jaume Matas parece camino de convertirse en ese temido e inevitable soplón. No imagino cuánto debe dolerte, Mariano, que haya sido precisamente aquel president balear ejemplar que te inspiraba como modelo de gobierno quien vaya a empezar a cantar para salvarse de la cárcel.
El soplón Matas parece dispuesto a contar, además, que Génova daba las órdenes para adjudicar contratos a cambio de comisiones y que las instrucciones venían por escrito porque así opera un sistema corrupto de financiación institucionalizado, organizado y dirigido desde la sede central de Partido Popular: como una burocracia eficiente.
A partir de aquí, el infierno es el límite. Si el soplón Matas continúa cantando, todos esos días y noches de decir a unos y otros que fueran fuertes, que el partido siempre recuerda a los suyos y que había que resistir porque el que resiste gana, habrán sido en vano. Si no te andas con ojo, Mariano, te acabará pasando lo mismo que a la pobre Esperanza Aguirre. La gente tiene muy mala memoria cuando las cosas van mal: ya nadie recuerda que fue ella quien destapó la trama Gürtel y hacen como que no la conocen. Y eso no es lo peor. Si al final Matas no canta, aparecerá otro dispuesto a chantajear con hacerlo. Una vez que empiezas esta carrera ya nunca dejas de correr.
Por si fueran pocas desgracias, a Rita Barberá acaba de abrirle causa penal el Tribunal Supremo. Ahora vas a tener que dedicar un par de semanas a envolverla con tu famoso "abrazo mariano", agotándola a base de silencios e inacción mientras parece que la apoyas a muerte hasta que finalmente se rinda y dimita.
Menos mal que Luis Bárcenas, superados los nervios y los malentendidos por su entrada en prisión, vuelve a ser nuestro Luis y acaba de retirar la acusación contra el PP por la destrucción de los discos duros de su ordenador; aún quedan caballeros y gente de honor en España.