Te escribo con mucho cariño a ti, padre o madre de un hijo o de una hija homosexual. Este hijo tuyo que es gay, esta hija tuya que es lesbiana, necesita de tu comprensión y cariño de una manera especial.
Este hijo/a quiso hablar contigo desde hace mucho tiempo, desde que empezó a darse cuenta de que en él/ella aparecían inclinaciones, tendencias, ilusiones, que no eran como las de la mayoría. Estoy casi seguro de que quiso hablar contigo, papá / mamá, desde el principio; desde el primer momento quiso que su padre y su madre fueran los primeros en enterarse de lo que le sucedía; quería desahogarse con sus padres y que ellos fueran sus primeros confidentes. Pero en la mayoría de los casos no ha sido así.
Muchos homosexuales se encontraron desde muy niños con unos padres que en las conversaciones familiares se expresaban de manera grosera, despectiva, machista y prejuiciosa, contra las personas de dicha orientación. Ante esa realidad el niño/a optó por callar y todo ese tiempo lo pasó muy mal, sufrió mucho. Creció entre sus padres pero muy lejos de ellos porque su gran secreto e inquietud no se lo podía comunicar a personas que reaccionaban de manera tan fóbica y odiosa ante el tema. Este niño, esta niña, se preguntaba: ¿cómo decir a mis padres algo que les puede causar tanto dolor?
Querido papá, querida mamá: tu hijo gay, tu hija lesbiana, son personas muy buenas y lindas, necesitan de tu apoyo, de tu abrazo y comprensión. Las personas de orientación homosexual son intelectual, psicológica y espiritualmente tan ricas y valiosas como cualquier persona y merecen el mismo respeto. Es nuestra sociedad intolerante y prejuiciosa la que ha creado estereotipos falsos que no corresponden a la realidad.
Queridos papás, acojan con inmenso amor y cariño al hijo/a que no pertenece a la orientación sexual de la mayoría. Con su ejemplo griten un rotundo NO a cualquier tipo de homofobia. Toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser defendida en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar todo signo de discriminación injusta.
José Luis Ysern de Arce
Psicólogo
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