Estamos ya en el penúltimo domingo del tiempo
ordinario que lo cerraremos, el próximo fin de semana, con la festividad de
Cristo Rey, para comenzar con un nuevo ciclo, el B, en este próximo Adviento
que ya tenemos en las puertas.
Las lecturas que nos van ayudar a reflexionar
este fin de semana serán:
Pr 31,10-13.19-20.30-31: Trabaja con la destreza de sus manos.
Sal 127,1-2.3.4-5: Dichoso el que teme al Señor.
1Ts 5,1-6: Que el día del Señor no les sorprenda como un ladrón.
Mt 25,14-30: Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor
VER
En este tiempo que nos ha tocado
vivir, en el que se habla tanto de la ingeniería financiera, de la inversión; donde
el tema del ahorro es un concepto conservador y de perdedores… hablar de
invertir, emprender, innovar, me apasiona cuando tiene que ver con el tiempo,
con nuestro tiempo, con la vida.
Tenemos una tradición imponente
de personas que en la Iglesia y, sin ir muy lejos, en la HOAC, han ido
invirtiendo su vida, han ido haciendo opciones, donde lo importante no ha sido
ni el poder, ni el dinero, ni el prestigio… Donde la opción ha sido invertir en liberación, liberación personal de todas
las inversiones que la sociedad propone y que, cuando nos alejamos de ellas,
nos quieren hacer sentir raros… liberación de tiempo para la solidaridad, invertir en compasión, o sea, en padecer con otros y vivir
los relatos de los demás que sufren como propios, invertir en ser voz de los
que no tienen voz, invertir en escuchar, entender y estar en la vida, dolor y alegría de
quienes nos rodean… invertir en formarnos para ser eficaces en la lucha liberadora, invertir
en amar, querer, estar con los “no
rentables” de la clase obrera, con los “no rentables” de la sociedad, de los
“no rentables” en nuestro trabajo y de nuestros vecinos… aquellos que no dan ni
votos, ni dinero y que sólo el acercarnos a ellos “nos complican la vida”…
invertir en creer en los que nadie cree… invertir en tantas cosas que nadie
sabe, que están cubiertas por nuestro propio silencio, sin que nos permitamos
que, no ya la mano, ni siquiera los dedos sepan unos de otros del bien que
trasmiten y que sólo “el Padre lo sabe…” invertir en amor, en justicia, en
ternura, en esperanza…
Y ahora, pongamos nombres, necesitamos
poner nombres, a tantas y tantos. Decir que este Evangelio es creíble, que esta
Buena Noticia es fácil, tenemos nombres que nos hinchan el pecho… hombres y
mujeres que su vida la han invertido en el seguimiento de Jesús, desde el mundo
obrero, desde los empobrecidos, desde las organizaciones que el pueblo se ha
dado para luchar por la justicia, la paz, la liberación…
En mi equipo, en mi comunidad… en mi oración personal, vamos recordando
nombres, de los que son, digo bien son; hace dos semanas
recordamos a los que han sido, hoy, el esfuerzo es buscar o reconocer a los que
son un referente, porque están invirtiendo su vida, y permanecen haciéndolo… y
les vemos cada día…
JUZGAR
1ª
Carta a los Tesalonisenses 5,1-6
Es el escrito
más antiguo del Nuevo Testamento. En este párrafo Pablo, insiste en que no
sabemos ni el día ni la hora, y sigue invitando a la vigilancia, a estar
preparados, el tiempo es un regalo que no nos pertenece, vivir el ahora en
coherencia como si mañana se nos acabara nuestro tiempo, nos invita a vivir en
la luz y aprovechar nuestra vida
Evangelio: Mt 25,14-30
Sucede también con el reino de los
cielos lo que con aquel hombre que debiendo ausentarse, llamó a sus criados y
les encomendó sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno,
a cada uno según su capacidad; y se ausentó. El que había recibido cinco
talentos fue a negociar en seguida con ellos, y ganó otros cinco. Asimismo el
que tenía dos ganó otros dos. Pero el que había recibido uno solo, fue, hizo un
hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo,
regresó el señor y pidió cuentas a sus criados. Se acercó el que había recibido
cinco talentos, llevando otros cinco, y dijo: «Señor, cinco talentos me entregaste;
aquí tienes otros cinco que he ganado». Su señor le dijo: «Bien, criado bueno y
fiel; como fuiste fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho: comparte la
felicidad de tu señor». Llegó también el de los dos talentos y dijo: «Señor, dos talentos me entregaste, aquí
tienes otros dos que he ganado». Su señor le dijo: «Bien, criado bueno y fiel;
como fuiste fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho: comparte la
felicidad de tu señor». Se acercó finalmente el que sólo había recibido un
talento y dijo: «Señor, sé que eres hombre duro, que cosechas donde no
sembraste y recoges donde no esparciste; tuve miedo y escondí tu talento en
tierra; aquí tienes lo tuyo». Su señor
le respondió: ¡Criado miserable y perezoso! ¿Sabías que yo cosecho donde no sembré
y recojo donde no esparcí? Debías haber entregado mi dinero a los prestamistas;
y al regresar yo, habría retirado mi dinero con los intereses. Por eso quítenle el talento y dénselo al que
tiene diez. Porque a todo el que tiene se le dará y tendrá de sobra; pero al
que no tiene, se le quitará incluso lo que tiene. Y a este criado inútil arrójenlo fuera a la
oscuridad. Allí llorará y le rechinarán los dientes».
Comentario
Con esta parábola Mateo termina su
discurso escatológico, centrado, fundamentalmente, en la venida del Señor, su
retraso y las actitudes, el estar preparados, en la espera activa y
comprometida… productiva. Esta parábola forma parte de una trilogía, es la
tercera, recuerden la primera, la del mayordomo que en la espera no es fiel al
señor, la otra es la de las doncellas necias o sensatas y esta última, la de
los talentos.
Hay lugares comunes en estas
parábolas, todas tienen que ver con la espera o la tardanza. El señor que se va
y que tiene que volver pero tarda, el esposo que se retrasa, al señor que se le
espera.
Dos actitudes en la espera, los que
invierten, trabajan, se implican y el que esconde, entierra y devuelve lo que
se le dio. Por una parte está el riesgo, la lucha, la espera activa… por otro
lado está el miedo.
El miedo nos hace conservadores,
paraliza, entristece. El miedo nos hace estériles, conformistas, borra de la
vida el horizonte, la esperanza es sin luz, sin novedad, no nos sorprende…
“aquí tienes lo tuyo”, dice el ultimo criado.
De alguna
forma Jesús nos habla de que el verdadero cristiano es el que se COMPLICA la
vida. Eso que no está bien visto si no es para ganar dinero, fama o poder.
Complicarte la vida por generosidad, por que luchar por los valores del Reino,
por construir una sociedad más justa igualitaria, luchar con los empobrecidos,
marginados, estar al lado de los que sufren. Comprometernos con las
organizaciones que luchan por transformar la sociedad. Vivir el amor cristiano
hasta padecer con los otros, estar donde el paro, el dolor, la impotencia, la desesperanza
anida en nuestra sociedad para invertir nuestra vida en su transformación…
participar en la Iglesia para hacer de ella un lugar de encuentro, un lugar
cargado “de entrañas de misericordia
ante toda miseria humana…que estemos disponibles ante quien se siente explotado
y deprimido… para todo el que se acerque tenga motivos para seguir luchando y
esperando… y eso es complicarnos la
vida, pero eso es invertirla, eso es no enterrar los talentos y ponerlos al
servicio del Reino, de la causa de Jesús.
¿Las reacciones de algunos que nos
rodean? Pues serán las típicas… “Para que te pones a arreglar lo de los demás…
si nadie va a arreglar lo tuyo”; “¿complicarte la vida? ¿Para qué?... para lo
que te lo van a agradecer”…
Para nosotros, militantes de la HOAC,
complicarnos es seguir, sin cansarnos, haciéndonos las preguntas: ¿Cómo vivir
la triple comunión en el mundo obrero empobrecido hoy? ¿Qué nos está pidiendo
Dios hoy para responder a las necesidades del mundo obrero? ¿Cómo estoy
dispuesto a invertir mis talentos, mis capacidades, mi creatividad, mi tiempo y
mi vida…?
¿Soy consciente del valor de mi vida
como motivo de alegría, esperanza para quienes me rodean? ¿He tenido la
tentación de jubilarme de cristiano, de enterrar el talento o de creer que ya el
talento ha dado lo suficiente y que toca un poco de sillón? …
Hoy es un día para tener presente
con admiración, respeto y agradecimiento a los militantes que admiramos y
respetamos por su compromiso, por su entrega y por su permanencia… Y rezar muy
despacio… muy despacio la oración a Jesús obrero.
Muy despacio…. Señor Jesús te
ofrecemos….
«Lo que
importa es cumplir la voluntad del Padre
con hambre
de justicia y sed de compromiso,
dispuestos
a arrancarse la carne de los huesos...»
–Decires
halagüeños valen lo que vale
una
garganta falsa de lacayo holgazán,
maestro en
deleitar los oídos del rico.–
«Sinceros
con los labios, honrados con las obras
la verdad
ofrecemos a pecho descubierto,
dispuestos
siempre al cambio si erramos el camino…»
Pero al fin,
cansados de
palabras, palabras ofrecemos,
los que
vivir queremos ausentes de la historia,
eternamente
dispuestos a difundir excusas.
Ojalá el
silencio golpee nuestra boca servil
con el
sonoro clamor del obrero maldito
que planta
en esta tierra los actos salvadores
que eran
gritos del pobre clamando al infinito…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada