7.14.2008

MÉS TEXTOS INTERESSANTS AL VOLTANT d'EpC EN ANGLÉS

Del LEVANTE-EMV

Todos en inglés


MAURICIO CONTRERAS DEL RINCÓN

Cuando la Comisión Europea estableció las competencias curriculares básicas para todos los países de la UE era consciente de la necesidad de que todos los ciudadanos de la Unión fueran conocedores de la legislación y normativa básica en los países europeos y, especialmente, de los principios, valores y normas que rigen en la Unión. Por eso existe una asignatura de Educación para la Ciudadanía en la mayoría de los países de la Unión Europea. Por eso se estableció la Competencia Social y Ciudadana en el sistema español y por eso se implanta la asignatura de Educación para la Ciudadanía en el currículo. Es decir, esta asignatura no es un capricho del gobierno; es un imperativo legal que procede de la Comisión Europea. Pero ¿qué ha pasado? ¿cómo es posible que los que antes defendían la necesidad de una educación en valores, ahora apuesten por la Educación para la Ciudadanía en inglés para que no se entienda? Pues simplemente que perdieron las elecciones. Si el PP gobernara en Madrid, no habría ningún problema para la Educación para la Ciudadanía. Pero perdieron y su reacción ha sido boicotear todo lo que proceda del gobierno central. «Pues ahora vamos a dar la Ciudadanía en inglés». La salida por peteneras de Camps ha desencadenado una espectacular colección de despropósitos. La orden del Consell sobre la asignatura Educación para la Ciudadanía vulnera varios principios constitucionales, puesto que:
1º) Obliga a todos los estudiantes a estudiar una materia curricular obligatoria en una lengua -el inglés- no oficial en España. En efecto, tanto en la opción A como en la opción B de la asignatura, la lengua vehicular es el inglés. Sin embargo, en ningún apartado de la Constitución dice que el inglés sea lengua oficial ni cooficial del Estado Español. Al obligar de facto a todos los estudiantes, tanto los que eligen la opción A como la B a usar el inglés como lengua vehicular, se está conculcando un derecho constitucional. Un estudiante puede usar como lengua vehicular el inglés si lo solicita. Pero entre puede y está obligado hay una gran diferencia.
2º) La existencia de la doble opción para cursar la asignatura es una perversión del sistema de evaluación y vulnera el principio de igualdad de oportunidades que establece la Constitución. Es como si para conseguir el título de licenciado pudieras hacerlo o bien de forma presencial y con exámenes (opción A) o bien mediante trabajos trimestrales cuyos contenidos los fija un familiar tuyo (opción B). Evidentemente, la igualdad de oportunidades se rompe, ya que tienen más posibilidades de aprobar los de la opción B, puesto que los contenidos de los trabajos de evaluación a realizar son elegidos por los padres del alumno. Por ejemplo, trasladando esta doble opción a la asignatura de Matemáticas, esto significaría que un alumno de la opción A tendría que asistir regularmente a clase y hacer los exámenes o trabajos de evaluación que fije el profesor, mientras que un alumno de la opción B solamente haría trabajos de los contenidos que fijaran sus padres. En el segundo caso, el currículo de la asignatura estaría fijado por los padres del alumno y, por tanto, éste tendría más posibilidades de aprobar que si eligiera la opción A.
3º) «Hay que recuperar la autoridad del profesor» (esta es otra frase que se ha oído mucho últimamente). Procedimiento para ello: la opción B de la asignatura Educación para la Ciudadanía. Los padres fijan el currículum y los trabajos de evaluación y la autoridad del profesor se ningunea. La opción B vulnera el derecho de libertad de cátedra que se supone tienen los profesores para organizar el currículum de su asignatura. Genial. A partir de ahora, los contenidos de matemáticas los fijaran lo padres. ¿Dónde queda entonces la necesidad de recuperar la cultura del esfuerzo, si en la práctica puedo aprobar la asignatura con los trabajos que elige mi padre?
4º) «Pero ¿cómo es posible? ¿eres profesor de Filosofía y no sabes inglés?» La verdad es que me he leído una y mil veces las bases de las oposiciones de mi promoción y de inglés no dice nada de nada; de castellano y valenciano, sí, pero inglés no, no pone nada. Ahora resulta que el señor Conseller se salta a la torera las condiciones de todas las convocatorias de oposiciones conocidas. Y claro, es evidente que no se puede pedir como requisito en ninguna convocatoria el conocimiento del inglés, porque sería inconstitucional, ya que el inglés no es una lengua oficial del Estado Español. Pues bien, ahora resulta que todos los profesores estamos obligados a dominar el inglés y si solamente se oferta la opción A en castellano o valenciano, entonces te suspenden de empleo y sueldo porque has cometido una falta muy grave. Una falta muy grave que se llama cumplir la Constitución y el Estatuto de Autonomía, que dice que las lenguas oficiales de la Comunidad son el castellano y el valenciano.
Por estas razones y alguna otra más que se podría apuntar, creo que al que deberían suspender de empleo y sueldo es al señor Conseller. Ha metido la pata hasta el corvejón.

* Profesor de Filosofía