1.06.2009

La crisis de la desregulación llega al futbol, article de Gregorio Martín (LEVANTE-EMV)


Gregorio Martín - Catedrático de Ciencias de la Computación


Cuando un espectador se dispone a ver un encuentro de competición europea, lo que menos le motiva es hablar de las condiciones financieras de los clubes y de la fiscalidad que afecta a los impresionantes emolumentos de los jugadores. Sin embargo, debería importarle el principio del juego limpio, pues aspira a un partido entre dos equipos que jueguen en igualdad de condiciones y entre éstas están figuran la forma de capitalizarse y el tratamiento fiscal aplicado a los protagonistas. Dos temas en los que cada país va por libre, pero no por mucho tiempo.
Para empezar con los impuestos, sirvan las diferentes condiciones bajo las que cada Estado trata a los extranjeros fichados por sus respectivos equipos. En Alemania no existe ningún tipo reglamentación fiscal especial para futbolistas y son tratados como el resto de ciudadanos de cada Lander o Región donde trabajan. El propio sindicato de futbolistas reconoce que muchos jugadores de clubes ubicados en zonas fronterizas con Francia (caso del FC Saarbrücken) prefieren domiciliarse en el país galo, donde el impuesto sobre la renta es mas bajo.
Por su parte en España, la Ley 5/2004 sobre los ingresos de no residentes es una disposición que pretende promover la instalación de multinacionales y la llegada de ejecutivos extranjeros de alto nivel, poniendo en práctica un dispositivo de ventajas fiscales ya presentes en otros estados, pero que aquí es un pequeño "chollo" para el futbolista extranjeros, pero que al menos así paga impuestos (curiosamente se la conoce por la ley Beckham, pues se asoció a su llegada al R. Madrid en el 2003/2004). Aquí i ahora los extranjeros desplazados profesionales pueden elegir entre una tasa impositiva del 24%, frente al baremo común de los nacionales, con una tasa marginal en 2007 del 43%. Posiblemente, con la excepción de la Italia de Berlusconi, seamos los mas generosos de zona Euro a la hora de mimar al futbolista foráneo.

Situación financiera. Respecto a las situación financiera, el fútbol es un paradigma de lo que ya vivimos y vamos a vivir como consecuencia de tanto deshonrado al frente de entidades con responsabilidades financieras. La desregulación aplicada al fútbol ha supuesto supone que todo el mundo tuviera libertad para contratar jugadores, a no importaba que precio; ahora sabemos lo nefasto que todo ello es tanto en el campo de la racionalidad económica, como en el "fair play" propio de toda actividad deportiva. Paradójicamente ha sido Inglaterra, supuesto adalid del juego limpio, quien mejor ha representado este uso intensivo de dinero como mecanismo hacía el éxito deportivo. De los 20 clubes europeos con mas jugadores de otros países, 12 son británicos, con el Arsenal en cabeza con un 92% de su plantilla extranjera. La Premier League se jugó la temporada pasada con un 59,6% de no británicos.

El déficit. La situación ha hecho crisis y conviene saber que en Europa la cuestión está planteada por Michel Platini, presidente de la UEFA: ¿Es razonable permitir a determinados clubes europeos, entre ellos mucho de los mas ilustres, participar en las competiciones europeos con el déficit que arrastran?. Competir así no es ni sano, ni leal. Sólo les clubes alemanes y holandeses, y en menor medida los franceses, están sometidos por parte de sus gobiernos a un mecanismo de control sobre su situación jurídica y financiera. Otro ex jugador Rummenigge, presidente actual de la Asociación de Clubes Europeos y del Bayern de Munich, es contundente: "el " fair-play" financiero es una necesidad, sin el cual los clubes europeos acabaran por estrellarse".
La UEFA se ha dotado de un sistema de licencias, que define las condiciones de de participación en las competiciones europeas no solo de acuerdo a criterios deportivos sino también administrativos, jurídicos y financieros, una idea que ha recibido el apoyo del Parlamento europeo: " Hay que soportar el sistema de licencias para garantizar unas condiciones de participación que permitan una competición igualitaria entre los distintos clubes que deben ser financieramente estables, las competiciones solo pueden tener lugar en un entorno de buena gestión y de una situación financiera plenamente transparente". Para quien piense que jugar en Europa es solo cuestión de ganar títulos nacionales, conviene que sepa que en la temporada 2007-2008, de los 655 equipos que pidieron participar en competiciones de la UEFA, 101 tuvieron una respuesta negativa, en su mayor parte basada en criterios financieros.

El modelo inglés, En los últimos años es modelo inglés ha dominado el fútbol profesional europeo, pero inevitablemente la crisis que vivimos ha destrozado su base económica. Hablando de lo tenemos mas próximo sirvan estas líneas para avisar del riesgo que corre el Valencia SAD (cuyos sucesivos dirigentes no han sabido o querido manejar adecuadamente su patrimonio) que la UEFA pregunte por su salud financiera, antes de ponerlo en los bombos de los sorteos. Es una posibilidad que se anuncia tan evidente como dura.